Soy una persona muy impaciente. Cuando era más joven y no quería llegar tarde a una actividad, salía a esperar en el auto. En ese tiempo de mi vida no podía conducir. Si pensaba que un familiar no se estaba moviendo lo suficientemente rápido; por lo general, terminaba tocando el claxon o gritando desde el garaje para que se moviera. Lo sé, lo sé, no fue uno de mis mejores momentos.
Si bien, todavía no soy una persona perfectamente paciente, he mejorado considerablemente desde entonces. La paciencia es un proceso que seguiré mejorando con el transcurso de mi vida.
Si tú, como yo, luchas, a veces, con la paciencia ya sea contigo mismo, un familiar o tus circunstancias… Aquí, compartiré algunas citas para ayudarte a recordar la importancia de desarrollar la paciencia.
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Neil A. Maxwell
La paciencia no es indiferencia. En realidad, es preocuparse mucho, pero estar dispuesto a someterse al Señor y a lo que las Escrituras llaman “el proceso del tiempo.”
La paciencia está estrechamente vinculada con la fe en nuestro Padre Celestial. En realidad, cuando somos demasiado impacientes, estamos sugiriendo que sabemos qué es lo mejor – mejor que Dios. O, al menos, aseveramos que nuestro tiempo es mejor que el Suyo. (Patience)
Dieter F. Uchtdorf
La paciencia es un proceso de perfección. El Salvador mismo dijo que con nuestra paciencia ganaremos nuestras almas, o como dice otra traducción del texto griego: “con vuestra paciencia ganaréis dominio de vuestras almas.”
Paciencia quiere decir perseverar en la fe, sabiendo que a veces es al esperar y no al recibir que más crecemos. Así era en los días del Salvador y sigue siendo así en nuestra época, porque en estos últimos días se nos manda: “Continuad con paciencia hasta perfeccionaros.” (Continuemos con paciencia)
Marvin J. Ashton
Ten más paciencia contigo mismo, más comprensión contigo mismo. Suplicaría que entendamos que no es nuestro papel juzgarnos a nosotros mismos.
Me gusta pensar que cuando nos enseñaron la frase “no juzguéis, para que no seáis juzgados,” ésta se refiere directamente a nosotros y a nuestra relación con nosotros mismos.
No debemos juzgarnos. Debemos enseñarnos la paciencia – la paciencia para creer en nosotros mismos, la paciencia para motivarnos, la paciencia para creer que Dios y yo podemos lograrlo.
Cuando sea necesario, apóyate en la verdad de “Soy un Hijo de Dios.” Dios y yo, con paciencia de mi parte, podemos lograrlo. Te recuerdo que no debemos preocuparnos por la paciencia de Dios, ya que Él es la personificación de la paciencia, no importa dónde hayamos estado, lo que hayamos hecho, o lo que nos hayamos permitido pensar de nosotros mismos hasta este momento. (Patience Is a Great Power).
Joseph B. Wirthlin
Cierto grado de impaciencia puede ser útil para estimularnos y motivarnos a la acción. Sin embargo, creo que la falta de paciencia es una de las causas principales de las dificultades y la infelicidad en el mundo de hoy.
Con demasiada frecuencia, somos impacientes con nosotros mismos, con nuestros familiares y amigos e incluso, con el Señor.
Parece que exigimos lo que queremos en este momento, sin importar si lo hemos ganado, si sería bueno para nosotros o si es correcto… tal vez, la práctica de la paciencia es más difícil, incluso más necesaria, ahora más que en cualquier tiempo anterior. (Patience, a Key to Happiness).
Robert C. Oaks
Hace poco, asistí al funeral de un amigo de toda la vida. Su hijo relató un hermoso ejemplo de la paciencia de su padre. Cuando el hijo era joven, su papá era dueño de una concesionaria de motocicletas.
Un día recibieron una remesa de nuevas y relucientes motocicletas, y las alinearon todas en la tienda. El muchacho hizo lo que cualquier jovencito hubiese querido hacer y se subió a la que estaba más cerca de él. Incluso la encendió.
Entonces, cuando decidió que ya casi se había excedido de los límites de lo que le era permitido, saltó para bajarse. Para su consternación, al hacerlo, hizo caer la primera motocicleta y, luego, en efecto dominó todas se cayeron, una tras otra.
Su papá escuchó el estrépito y se asomó por detrás del tabique, donde trabajaba. Sonriendo lentamente le dijo: “Bueno, hijo, más vale que arreglemos una y la vendamos, para poder pagar el resto.”
Creo que la respuesta de mi amigo personifica la paciencia de los padres. (El poder de la paciencia)
Elaine L. Jack
La paciencia es como la felicidad. No es algo que apuntas en una lista de cosas que hacer como “lavar la ropa.” Llega cuando estás haciendo algo más.
Se puede encontrar o perder la paciencia en todas partes: En los semáforos, en las multitudes, en las filas largas para el almuerzo, en la biblioteca cuando alguien no devuelve el libro que necesitas, cuando los problemas de tu compañero de habitación se convierten en tus problemas, cuando no puedes resolver ese problema de cálculo y lo has intentado mucho.
Estas son las listas diarias de paciencia en el trabajo. Se necesita paciencia para ir a la misión y orar para que alguien escuche. Solo escuche. Se necesita paciencia para hacer tus visitas de hermano(a) ministrante o cuidar de un familiar anciano o un(a) hermano(a) discapacitado(a).
Se necesita paciencia para reconocer tus errores y esforzarte para corregirlos y se necesita paciencia para aprender cómo hacer algo bien. La paciencia escasea en muchas vidas y es muy importante en nuestras vidas. (“All This Way for That?”)
Robert D. Hales
Oramos mucho para tener paciencia, ¡pero la queremos ahora mismo! De jovencito, el presidente David O. McKay oraba pidiendo un testimonio de la veracidad del Evangelio; muchos años más tarde, mientras prestaba servicio como misionero en Escocia, recibió al fin ese testimonio.
Más adelante escribió: “Fue la reafirmación de que la oración sincera recibe su respuesta ‘en algún momento, en algún lugar.’” (Esperamos en el Señor: Hágase tu voluntad)
Thomas S. Monson
En las enfermedades, a las que casi siempre acompaña el dolor, se requiere mucha paciencia. Si al único hombre perfecto que ha existido-Jesús de Nazaret-se le requirió padecer gran sufrimiento, ¿cómo vamos a esperar nosotros, que no somos ni cerca de perfectos, estar libres de esas tribulaciones? (La Paciencia: Una Virtud Celestial)
Este artículo fue escrito originalmente por Brittany Borchet y fue publicado en thethirdhour.org con el título “8 Quotes to Help You Understand the Importance of Patience.”