¿Mis hijos mantendrán su fe?: El deseo de los padres y la elección de los hijos

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Dentro de todas las cosas que un padre desea para sus hijos, se encuentra uno de los anhelos más grandes: que su fe sea practicada por sus hijos.

En las religiones abrahámicas como el judaísmo, el cristianismo y el Islam, se da el mandamiento a los padres de enseñar a sus hijos a amar a Dios con todo su corazón (Deuteronomio 6:4-8), eso incluye la práctica de su religión.

En una encuesta de Pew sobre religión y vida pública se encontró que casi la mitad (44 %) de los estadounidenses encuestados habían abandonado la religión en la que se criaron.

Esta es una estadística desalentadora para los padres que valoran profundamente su fe y esperan que sus hijos puedan seguir sus pasos. Esta encuesta también resaltó la importancia de mantener un equilibrio entre la continuidad religiosa generacional y la autonomía de los hijos.

Este equilibrio entre el deseo de los padres de que sus hijos permanezcan fieles a su fe y su deseo por respetar su albedrío también apareció una y otra vez en el proyecto de investigación “Familias de fe en Estados Unidos”.

En este proyecto, 396 padres de fe abrahámicas fueron encuestados y se les preguntó cuán importante era para ellos que sus hijos se mantuvieran en la fe con la que se criaron.

Al ahondar en los deseos de los padres para sus hijos en dicha investigación, se descubrieron diferentes formas en que ellos afrontaron esta situación.

A continuación, destacamos algunos de los hallazgos del artículo original publicado en la revista “Psychology of Religion and Spirituality”.

1. El deseo de los padres: Transmitir su fe

Imagen: Canva

En la investigación fue común encontrar que los padres compartieran la creencia de que su religión podría ayudar a sus hijos a tomar mejores decisiones, enfrentar desafíos y protegerlos de daños emocionales, físicos y espirituales.

Muchos describieron la importancia de la continuidad religiosa como la “responsabilidad” de los padres de impartir su fe, lo cual puede ser una “bendición” para sus hijos.

Para muchas familias, la religión se calificó como una “visión familiar compartida” unificadora, mientras que para otros la religión se convirtió en algo que provocaba perspectivas diferentes entre los miembros de su familia.

Los padres entrevistados también compartieron lo siguiente: Ellos esperan que sus hijos se mantengan en la fe que les impartieron, teniendo la libertad de tomar esa decisión por sí mismos.

2. La elección de los hijos

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Aunque diversos padres encuestados compartieron muchas de las razones por las que era importante para ellos que sus hijos se mantuvieran en su fe, la mayoría reconoció que la decisión en última instancia dependía de los hijos.

Esta acción reconoce el albedrío de cada persona, algo que se enseña en todas las religiones abrahámicas.

A pesar de la esperanza que tienen los padres de fe, no hay certeza de que los hijos no se alejen, al menos por un tiempo, de la religión con la que crecieron. Según los informes, una forma en que los padres honraron la elección religiosa de sus hijos fue no forzarlos a vivir sus creencias.

Muchos de los padres entrevistados apoyaron el albedrío de sus hijos alentándolos a aprender y pensar por sí mismos, estudiar otras religiones, hacer preguntas y permitir que sus hijos tomen decisiones que, en ocasiones, resultaron incorrectas.

Ellos esperan que por sí mismos, los hijos tomen la decisión de seguir practicando la fe de sus padres.

3. Comprender y reconciliarse con las elecciones de los hijos

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Los padres, especialmente aquellos con hijos adolescentes y jóvenes adultos, con frecuencia conversaron sobre cómo se sentían con las elecciones religiosas de sus hijos y cómo ellos, como padres, responden a los diferentes niveles de compromiso religioso de sus hijos.

Para muchos padres, estas interpretaciones se caracterizaron como un proceso continuo de comprensión y aceptación, o incluso de paz, con respecto al albedrío de sus hijos.

Los padres entrevistados no solo apoyaron este tipo de decisión, sino que demostraron respeto por el albedrío de sus hijos aprendiendo a escuchar sus ideas, expresando confianza en ellos y haciendo esfuerzos continuos por fortalecer las relaciones que tienen.

Un padre explicó que para él es más importante que sus hijos amen al Señor y muestren ideales de carácter religioso que elegir pertenecer a la misma Iglesia que él.

Incluso cuando las decisiones de los hijos entraban en conflicto con sus propios sueños y expectativas, muchos padres transmitieron la creencia de que era más importante aceptar sus elecciones que presionarlos y, en ultima instancia, alejarlos de su fe.

Conclusiones

padres e hijos

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Los padres de fe tienen la oportunidad única de establecer la base religiosa de sus hijos durante la niñez, la adolescencia y la juventud al ser guías en sus vidas.

El establecimiento de una base de fe puede lograrse mediante la enseñanza religiosa de los padres a los hijos, las expectativas, las experiencias espirituales y religiosas vividas y compartidas, todo esto respetando el albedrío de sus hijos y sus opiniones.

El proceso crucial de encontrar un equilibrio al transmitir creencias religiosas y aceptar las elecciones religiosas de los hijos es una realidad en casi todas las familias de fe.

A pesar de los anhelos que los padres tienen para sus hijos, en última instancia, la “verdad eterna” del albedrío les permite a los hijos “elegir su vida y lo que será de ella”.

Los padres entrevistados afrontaron esta dualidad aferrándose a su amor por Dios, amando a sus hijos, incluso si sus decisiones con la religión pudieran herir sus sentimientos.

El estudio mostró que el enfoque que adoptan los padres al permitir que sus hijos conozcan otras religiones y el reconocimiento de su autonomía tiene un impacto significativo en ellos.

Centrarse en los procesos positivos que trae esta socialización religiosa en lugar de los resultados, puede ayudar a los padres a encontrar el equilibrio que buscan a medida que comparten su fe y respetan el albedrío de sus hijos.

Fuente: Public Square Magazine

Comentarios
Pues sí, es lo único que nos queda hacer: enseñar y vivir el Evangelio en casa, respetar el albedrío de los hijos, y tener la esperanza de que adquieran conocimiento y un testimonio que les mantenga cerca de Dios; como parafraseara un apóstol la siguiente escritura: "instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo regresará a él" esa esperanza me alienta
Gladys Angles Dávalos
Definitivamente enseñar y vivir el Evangelio en casa es la mejor guía y fortaleza para la familia, confiemos en la promesa de las escrituras y podremos tener la certeza de que cuando los pequeños crezcan se mantendrán firmes en el camino.
masfe.org

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