Con frecuencia, la vida nos presenta obstáculos y nuestros mejores planes salen mal. No obstante, incluso en esos momentos de frustración, ansiedad o desánimo, Dios siempre está pendiente de nosotros.
Su plan para nosotros, independientemente de cuán diferente sea al nuestro, es perfecto y Él nos guiará a través de cualquier prueba o contratiempo que podamos estar experimentando.
Aquí hay cinco citas de nuestros líderes Santos de los Últimos Días sobre cómo encontrar fe y esperanza cuando la vida no vaya según lo planeamos.
BRENT H. NIELSON
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Discurso: ¿No hay bálsamo en Galaad?
“Podemos seguir adelante con fe, sabiendo que cuando lleguen tiempos difíciles, y seguramente los habrá, o cuando el pecado acorrale nuestras vidas, el Salvador ‘en sus alas traerá sanidad’, invitándonos a todos a venir a Él”.
THOMAS S. MONSON
Discurso: “Nunca caminamos solos”
“Su Padre Celestial los ama, a cada uno de ustedes. Ese amor nunca cambia, y en Él no influye su apariencia, sus posesiones ni la cantidad de dinero que tengan en su cuenta bancaria. No lo cambian sus talentos y habilidades; simplemente está allí. Está allí para cuando se sientan tristes o felices, desanimados o con esperanza”.
CAMILLE N. JOHNSON
Discurso: “Inviten a Cristo a ser el autor de su historia”
“Testifico que el Salvador es ‘el autor y consumador de [nuestra] fe’. ¿Lo invitarán a Él a ser el autor y consumador de su historia?
Él conoce el fin desde el principio, fue el Creador de los cielos y la tierra y desea que volvamos al hogar con Él y nuestro Padre Celestial. Lo ha invertido todo en nosotros y desea que tengamos éxito”.
BRIAN DUNCAN
Discurso: “Ministrando a los miembros que están divorciados”
“Muchas veces me sentí desesperado y temeroso en mi viaje a través de un túnel oscuro. Pero, puedo testificar que hay luz, no solo al final del túnel, sino a lo largo del camino. ¡El Señor es esa luz!”
RONALD A. RASBAND
Discurso: “Las cosas de mi alma”
“¿No es curioso que amarnos a nosotros mismos nos resulte más difícil que amar a los demás? No obstante, el Señor ha dicho: ‘Am[a] a tu prójimo como a ti mismo’. Él valora la divinidad que tenemos en nuestro interior; y nosotros también debemos hacerlo. Cuando estamos cargados de errores, angustias, sentimientos de insuficiencia, desilusión, ira o pecado, el poder de la expiación del Salvador es, por designio divino, una de las cosas que eleva el alma”.
¿Qué discurso siempre recuerda cuando todo en la vida toma un curso distinto al que esperaste? ¡Cuéntanos en los comentarios!
Fuente: LDS Living