Me estoy preparando para servir en una misión y me preocupan las preguntas de la entrevista.
En mi infancia, una persona de una edad cercana a la mía abusó de mí sexualmente. Aún no tenía conocimiento de las cosas y este comportamiento continuó en mí poco después de los ocho años.
Me cuesta recordar los detalles de lo que sucedió, parece que mi mente los eliminó. ¿Esta parte de mi pasado me hace indigno y debo contarlo en la entrevista?
Anónimo
Respuesta
Fuente: Hope Anchor
Me entristece saber que te haya pasado esto. Desafortunadamente, debido a la pornografía, este tipo de abuso ocurre cada vez más.
Un niño es introducido a la pornografía de alguna forma y, luego, actúa de la misma manera con otro niño y así sucesivamente. Los padres deben ser conscientes de que este es un problema que cada vez se presenta más en nuestra sociedad y, por lo tanto, deben estar atentos.
Al igual que tú, algunos niños que son víctimas de abuso hacen lo mismo que otro niño.
Como sabes, se considera que los ocho años es la edad de responsabilidad, antes de eso, un niño no es considerado responsable de pecado porque es demasiado joven.
Parece que te preocupa lo que pasó después de que cumpliste ocho años, incluso si ese comportamiento continuó poco después de los ocho.
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Parece que, al volverte más responsable; es decir, al tener la edad suficiente para comprender, dicho comportamiento se detuvo. Tomaste la decisión correcta.
Espero que valores esa decisión, ya que a otros no les sucede lo mismo. Incluso, hay centros de tratamiento para agresores sexuales de hasta 12 años.
Deberías hablar con tu obispo al respecto, especialmente porque creo que él puede darte tranquilidad sobre este tema.
Recuerda que el papel del obispo no es el de un director de la vieja escuela que espera castigarte por mal comportamiento. Más bien, es un guía que te ayudará en tu viaje de regreso al Padre Celestial.
Imagen: La Iglesia de Jesucristo
Si te preocupa que no entienda que lo que te sucedió es un comportamiento frecuente entre los niños que sufrieron de abusos, una opción sería hablar con un terapeuta a través de LDS Family Services, si está disponible en tu área.
A menudo, estos terapeutas trabajan con los pacientes y sus obispos, con su consentimiento. Dicho terapeuta podría hablar con el obispo sobre esta situación.
El Espíritu Santo también estará dispuesto a ayudarte a ti y a tu obispo mientras trabajen juntos para prepararlos para una misión.
Felicitaciones por tu deseo de servir. Creo que es una gran oportunidad.
Al servir, tendrás la oportunidad no solo de bendecir la vida de los demás, sino también de aprender y crecer espiritualmente.
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Asimismo, te aconsejo, si aún no lo has hecho, que te plantees acudir a terapia. Las heridas del abuso sexual infantil son las que más necesitan ayuda para sanar.
Seguramente el Salvador puede sanarte, pero recuerda que, si tienes cáncer, el Señor espera que busques tratamiento médico y bendiciones del sacerdocio.
Para curarte del abuso necesitas terapia con un especialista. No todos los terapeutas tienen experiencia en esta área, así que asegúrate de preguntar.
Te deseo todo lo mejor en tu misión. ¡Por favor, hazme saber dónde servirás cuando recibas tu llamamiento!
Fuente: Ask Gramps
