Sé que el sacrificio de Jesús es para todas las personas y que le permite a nuestro Salvador socorrernos debido a que lo sufrió todo por nosotros, pero ¿cómo puede realmente entender lo que se siente tener un hijo recién nacido y luego perderlo o que nazca sin vida?
Respuesta
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Puedo sentir parte del dolor que sientes en tu pregunta. Te ofrezco mis condolencias. Debo decir que esto es un testimonio que solo puedes obtener por medio del ayuno, la oración y la meditación.
Dijiste que el sacrificio de Jesús es para todas las personas y es porque sabes que Su Expiación es infinita. También comentaste que el Salvador lo sufrió todo por nosotros y es verdad.
Lo hizo.
Pero cuando lees estas palabras en las Escrituras, ¿puedes sentir el dolor físico, mental, emocional y espiritual que sintió él? ¿Podemos como seres humanos comprender lo infinito y el alcance del sufrimiento de la Expiación?
“Padecimiento que hizo que yo, Dios, el mayor de todos, temblara a causa del dolor y sangrara por cada poro y padeciera, tanto en el cuerpo como en el espíritu, y deseara no tener que beber la amarga copa y desmayar.”- DyC 19:18
Al leer este versículo, siento la impresión del Espíritu que me dice que el Señor todavía recuerda ese sufrimiento y podemos apreciarlo en aquellas palabras dirigidas al profeta José Smith.
¡Qué sufrimiento tan grande! En verdad grande para que el mayor de todos, todavía sufra al recordarlo! A veces, con mucha facilidad pasamos por alto Su sufrimiento.
Quizás sea en parte porque simplemente no podemos comprenderlo. Quizás otra faceta de Su sufrimiento sea más fácil de comprender.
El Libro de Mormón también nos dice que él sufrió todo lo que sufrimos los humanos.
“Y he aquí, sufrirá tentaciones, y dolor en el cuerpo, hambre, sed y fatiga, aún más de lo que el hombre puede sufrir sin morir…”.- Mosíah 3: 7.
“Y él saldrá, sufriendo dolores, aflicciones y tentaciones de todas clases; y esto para que se cumpla la palabra que dice: Tomará sobre sí los dolores y las enfermedades de su pueblo… a fin de que según la carne sepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos”. -Alma 7: 11-12
Esto no se refiere a uno o dos días en el Getsemaní y el Gólgota. Él sufrió durante toda Su vida, sin embargo, lo soportó todo sin quejarse.
Su vista estaba puesta únicamente en la Gloria del Padre. Su corazón estaba lleno de caridad por cada uno de nosotros, incluyéndote a ti.
Además de Su propio sufrimiento, tenía otro poder que con frecuencia pasamos por alto. Se trata de la empatía y la compasión para con todos los hijos de Dios.
“… No hay quien conozca tus pensamientos y las intenciones de tu corazón sino Dios…”. -DyC 6: 16
“Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote [Jesús el Hijo de Dios]. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”. -Hebreos 4: 14-15
La manera en que es expresado este versículo hace que no sea muy fácil de interpretar Su sufrimiento. Sin embargo, la epístola nos dice que Jesús se conmueve a causa del dolor de nuestras debilidades.
Leyendo Juan 11:35 se nos dice que “Jesús lloró”, ¿te has preguntado alguna vez por qué lloró?
María estaba de luto por la muerte de Lázaro. Él había fallecido. Su cuerpo claramente estaba en descomposición.
María pensó que si Jesús hubiera llegado antes, Lázaro podría haber sido sanado. Con qué facilidad los humanos tendemos a poner límites al poder de Dios.
Jesús mismo sabía que resucitaría a Lázaro de entre los muertos.
Entonces, ¿por qué Jesús, el mayor de todos, se entristeció hasta el punto de llorar? Fue porque tenía una empatía divina por el pesar que tenían los seres queridos de Lázaro, particularmente de María.
Además de todas las evidencias bíblicas que describen cuánto sufrió Jesús a causa de las aflicciones, este sencillo versículo nos enseña sobre Su impresionante poder de empatía por todo lo que sufrimos y sentimos tanto en cuerpo como en espíritu.
Con qué facilidad los humanos ponemos límites a Su amor, compasión y empatía.
Te testifico que Él tiene el poder de saber exactamente lo que estás sintiendo y saber exactamente la experiencia que has pasado.
Testifico que solo Él tiene la capacidad de socorrerte en tus enfermedades y desafíos, incluso aquellas que son exclusivamente para mujeres, como el aborto espontáneo y el nacimiento de un bebé que ha fallecido.
Fuente: askgramps.org