Todos tenemos metas y aspiraciones en la vida que tratamos de cumplir día a día, nos esforzamos por tener algo bueno en el presente que nos permita tener un buen futuro.
Pero… ¿qué pasa cuando la incertidumbre llama a tu puerta?
Cuando le damos cabida, muchas preguntas pueden venir a tu mente: “¿Qué te espera en el futuro? ¿Podrás lograrlo? ¿Cuál será tu trabajo? ¿A qué desafíos te enfrentarás?”
Lo cierto es que nadie sabe exactamente lo que sucederá en el futuro. Imagen: Canva
La respuesta a estas preguntas es algo obvia y, en ocaciones, lamentablemente sencilla: “No lo sabemos”. Lo cierto es que nadie sabe exactamente lo que sucederá en el futuro.
Sin embargo hay cosas que sí sabemos: habrán oportunidades para aprender crecer y progresar y, por sobre todas las cosas, tenemos a alguien que cuida de nosotros y está presto a guiarnos a lo largo de nuestra vida.
Deja de lado las dudas y aprovecha al máximo las posibilidades que tu futuro eterno te depara.
Reconoce tu glorioso futuro
Reconoce tu glorioso futuro. Imagen: Unsplash
Todo lo bueno en tu futuro y toda bendición de importancia eterna es posible gracias al Salvador Jesucristo.
Todo esto se basa en la decisión de esforzarte por ser como Ellos. Si caes, puedes volver a levantarte gracias a Jesucristo.
Gracias al Salvador y a Su expiación, vivir para siempre es una realidad para todos. La vida eterna, vivir para siempre en la presencia de Dios, es una posibilidad para todos los que sean merecedores de ella.
Recuerda quién eres
Recuerda quién eres. Imagen: Cavna
Nunca olvides quién eres en verdad, eres hijo o hija de Dios con un potencial ilimitado y divino.
Tu tarea es dejar que tu verdadera identidad como hijo o hija de Dios moldee las decisiones que tomes ahora y por la eternidad.
Comprende el futuro de tu alma
Comprende el futuro de tu alma. Imagen: Canva
Con el tiempo, llegará el momento en que morirás. Sin embargo, esto no es definitivo, gracias a Jesucristo, resucitarás.
Tu cuerpo será restaurado perfectamente y nunca volverá a separarse de tu espíritu.
Ahora es el momento de decidir que sea tu recompenza el reino celestial.
¿Recibirás la paz y el gozo que provienen de buscar y seguir diligentemente a Jesucristo? ¿Te regocijarás en la esperanza de la vida eterna y “en aquel que [te] dio [esa] dádiva?” (DyC 88:33)
Procura la bendición del arrepentimiento
Procura la bendición del arrepentimiento. Imagen: Canva
En ocasiones cometerás errores, caerás en la tentación y el pecado. Cuando esto suceda, el Salvador te ofrecerá la capacidad de cambiar mediante el arrepentimiento.
Siempre hay un camino de regreso; Jesucristo es el camino. Nunca estás fuera de Su alcance. Él te perdonará y cambiará tu corazón.
Obtén la fortaleza para perseverar
Obtén la fortaleza para perseverar. Imagen: Canva
El sufrimiento y el pesar son parte de tu experiencia en la Tierra. Es en esos momentos difíciles que el Salvador puede fortalecerte para perseverar hasta el fin, tal como Él lo hizo.
A pesar de todo, Él no se dio por vencido; sufrió profundamente porque te ama profundamente. Él sabe que puedes hacer lo mismo.
Mira hacia tu Salvador
Mira hacia tu Salvador. Imagen: Shutterstock
Mira tu futuro con optimismo, ¡tienes mucho que esperar! Un día estarás frente al Salvador, en ese momento, te sentirás rebosante de gozo por estar en Su presencia.
Él te traerá significado y esperanza, y hará que lo imposible sea posible para ti. Con Él a tu lado, los logros y las experiencias increíbles que ahora apenas puedes imaginar pueden ser tuyos.
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