Enseñarle a los niños sobre los peligros de la pornografía es una tarea abrumadora para cualquier padre, sin embargo es necesaria. Como padres, tenemos la responsabilidad sagrada de cuidar del bienestar espiritual de nuestros hijos. La hermana Linda S. Reeves dijo:
“Nosotros, como padres y líderes, debemos aconsejar a nuestros hijos y jóvenes de manera continua, escuchando con amor y comprensión.
Necesitan conocer los peligros de la pornografía y cómo ésta se apodera de vidas, causando la pérdida del Espíritu, sentimientos distorsionados, mentiras, relaciones dañadas, pérdida del autocontrol y casi el consumo total del tiempo, pensamientos y energía”. – “Cómo protegerse de la pornografía: Un hogar centrado en Cristo”
Comprender cómo evitar que las malas influencias afecten tu familia es una causa noble y estamos aquí para ayudarte.
Aquí hay algunos consejos sobre cómo puedes proteger a tus hijos y tu hogar de la pornografía.
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Cómo proteger su cuerpo
Cuando les enseñas a tus hijos sobre sus cuerpos, los empoderas. Usa palabras apropiadas para su edad al hablar sobre sus cuerpos y las partes de sus cuerpos que son privadas y sagradas.
Háblales sobre los tipos de contacto que son correctos e incorrectos y cómo nadie debe tocarlos de ninguna forma incorrecta.
Este conocimiento los ayudará a comenzar a comprender el carácter sagrado del cuerpo y por qué la pornografía es mala para ellos.
Establecer límites inspirados por el espíritu
Como padre o madre, puedes recibir revelación sobre la mejor manera de proteger a tu familia. Ora sobre los límites que puedes establecer en lo que respecta a la tecnología, los medios de comunicación y en qué tipo de experiencias participan tus hijos.
Aquí hay algunas preguntas que puedes considerar:
¿Dónde estarán ubicadas las computadoras de la casa?
¿Qué tipo de celulares les daremos a nuestros hijos?
¿Cuándo les daremos teléfonos celulares a nuestros hijos?
¿A qué tipo de actividades nocturnas pueden asistir nuestros hijos?
¿Cómo regularemos el uso de la tecnología y las redes en nuestro hogar?
Ten el valor de establecer dichos límites y hacerlos cumplir. Se abierto y honesto con tus hijos acerca de por qué has creados ciertas reglas.
Emplear el método “Aléjate, Corre y Habla”
En el mundo actual, no se trata de si los niños se encontrarán con pornografía, se trata de cuándo lo harán
En lugar de cruzar los dedos y esperar que no lo vean, bríndales las herramientas que necesitan para responder ante las imágenes o videos inapropiados que encuentren. Un gran método es el método “Aléjate, Corre y Habla”.
Aléjate de las malas imágenes de inmediato. No las mires.
Corre hacia un adulto en quien confíes.
Habla de lo que pasó.
Considera la posibilidad de practicar con tus hijos sobre lo que podrían decir si se encuentra con contenido pornográfico.
Reaccionar sin vergüenza
La pornografía es un asunto serio, pero debemos tener cuidado de no reaccionar exageradamente y avergonzar a los niños por su exposición a la pornografía, ya sea accidental o intencional.
El mantener la calma y el mostrar amor ayudará a los niños a sentirse más seguros al hablar contigo sobre la pornografía.
Haz todo lo posible por no avergonzar a tus hijos o hacer que se sientan como una mala persona. Habla sobre lo que sucedió, cómo se sintieron y qué pueden hacer en el futuro.
Los niños pueden gobernarse a sí mismos
No siempre podemos proteger a nuestros hijos de las influencias del mundo, pero podemos enseñarles cómo usar su albedrío para tomar decisiones acertadas.
Enséñale a tus niños principios correctos sobre cómo nutrir la influencia del Espíritu en sus vidas, la razón por la que la pornografía es peligrosa, la belleza de la intimidad y sus cuerpos. Los niños podrán confiar en estos conceptos al tomar sus decisiones y enfrentar la adversidad.
Por más difícil que sea abordar este tema, contamos con la ayuda de los cielos. El presidente Boyd K. Packer dijo una vez:
“Les prometo que adelante hay paz y felicidad para ustedes y su familia. El objetivo fundamental de toda la actividad en la Iglesia es que el hombre, su esposa y sus hijos sean felices en el hogar.
E invoco las bendiciones del Señor sobre ustedes que están luchando contra esta terrible plaga, para que encuentren la curación que está a nuestra disposición en el sacerdocio del Señor”.
Fuente: ldsdaily.com
