Pornografía. Es un tema difícil, eso no se puede negar. No a muchos de nosotros nos gusta hablar abiertamente de ello. Sin embargo, si no se discute, puede ser extremadamente perjudicial para una relación.
Hablaremos sobre por qué es necesario hablar de la pornografía con más frecuencia (especialmente antes del matrimonio).
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Definición de pornografía
Para comenzar, quiero asegurarme de que esté muy claro lo que estoy tratando de decir. Según el sitio web de la Iglesia:
“La pornografía es cualquier representación, ya sea en imágenes o por escrito, con el objetivo de despertar sentimientos sexuales inapropiadamente”.
Esto incluye fotos, películas, libros, redes sociales, videojuegos, conversaciones telefónicas, música y más. Si despiertan sentimientos sexuales, entonces es pornografía.
Junto con la pornografía viene la masturbación (aunque no todo el tiempo). Me he encontrado con muchos Santos de los Últimos Días que han tratado de convencerme de que esto no es un pecado. Por favor, no caigas en esta trampa. El presidente Spencer W. Kimball dijo:
“La masturbación, una indiscreción bastante común, no es aprobada por el Señor ni por Su Iglesia, independientemente de lo que otros hayan dicho… Se insta a los Santos de los Últimos Días a evitar esta práctica”.
Por lo tanto, cuando menciono la pornografía en este artículo, también me estoy refiriendo a la masturbación. Aunque comúnmente se hacen juntos, se consideran pecados diferentes. Se debe hablar de ambos al principio de una relación.
La pornografía es el asesino de la intimidad porque hace que los usuarios vean a sus parejas como un objeto. Si una persona se masturba mientras hace uso de pornografía, esto también puede acabar con la intimidad, porque el usuario solo puede lograr la satisfacción de esa manera.
La parte más incómoda
¿Por qué este tema es tan tabú? Mi opinión personal es porque Satanás quiere que así lo sea. El adversario desea que guardemos nuestros secretos más profundos y oscuros para nosotros mismos. Él quiere que nos sintamos solos y sin amor. Los sentimientos de vergüenza y desesperación provienen de él, no de nuestro Padre Celestial.
Por supuesto, hablar de pornografía es incómodo. Es algo muy personal y serio. No estoy diciendo en absoluto que debas confesar tus pecados a voz en cuello o contarles a todos sobre ello. Simplemente quiero hablar sobre porqué necesitamos hablar al respecto en una relación seria.
Cuando digo que la conversación sobre la pornografía tiene que suceder al principio, no me refiero a la primera cita. Me refiero a que debes hablar de eso tan pronto como sepas que la relación progresará hacia algo más serio (en nuestra religión, eso probablemente significa matrimonio).
¿Pero cómo?
Todos somos diferentes, así que puedes empezar la conversación de la forma en que deseas. Yo uso el humor cuando me siento incómoda, así que lo usé para romper el hielo y hablar del tema con mi ahora esposo. Básicamente, bromeé acerca de cómo mi primo me había dicho que hablara de la pornografía en la primera cita. Ambos nos reímos y mencionamos brevemente lo contentos que estábamos de que ese no era nuestro caso.
Entonces dije: “Pero, en realidad creo que es realmente importante. ¿Te molestaría si pudiéramos conversar al respecto?” A los dos nos gustó esto porque era algo de lo que hablaríamos, pero no todo a la vez. Nos dio tiempo a ambos para orar y prepararnos para la conversación.
Cuando hables sobre esto con tu futuro cónyuge, debes tener paciencia. Ora para que el Espíritu pueda estar contigo. Ten un corazón abierto y presto a perdonar. Si bien la pornografía y la masturbación son pecados graves, son problemas extremadamente comunes (especialmente en los hombres).
El presidente de mi misión me dijo que no buscara un hombre sin pecado. Por el contrario, que buscara uno que sea honesto sobre su pasado, responsable de su presente y que trabaje duro para prepararse para el futuro. ¡Esto es muy cierto!
Ten una oración en su corazón cuando hables sobre este tema. Si alguien se ha arrepentido completamente de sus pecados, el Padre Celestial los ha perdonado. Nosotros también deberíamos hacerlo.
Hablemos sobre las razones por las cuales es importante tener esta conversación.
Comprendiendo las bendiciones
La primera razón de por qué tu novio(a) y tú deberían hablar sobre la pornografía desde el principio es para prepararse para el futuro. Desafortunadamente, este problema tiene una tendencia a regresar cuando menos lo esperas.
La tentación nunca va a desaparecer por completo. Si tienes una conversación abierta y honesta, puedes hacer planes y establecer límites y objetivos entre ustedes para evitar la tentación del adversario.
Otro de los propósitos de esta conversación son generar confianza y practicar la comunicación. También abre paso para hacer otras preguntas. Puede ayudar a que tu futuro cónyuge pueda dejar atrás las dificultades que ha tenido en el pasado. Todas estas cosas serán de gran valor para ti a medida que continúes con tu relación.
“Cuando una pareja ha aprendido a hablar sobre esto, pueden hablar sobre cualquier cosa”. – Vauna Davis, directora ejecutiva de la Coalición de Utah contra la pornografía
Agradezco que mi esposo y yo hayamos podido hablar sobre cualquier problema relacionado con la pornografía y la masturbación desde el principio. Realmente creó una base de honestidad y vulnerabilidad en nuestra relación.
Debido a que nos esforzamos por tener una conversación seria desde el principio, nos fue más fácil comunicarnos en el futuro. Hemos descubierto que podemos ser realmente honestos y vulnerables entre nosotros.
Por último, recuerda que Satanás quiere que te sientas solo. Cuando luchas con la pornografía, el adversario espera que lo ocultes y que nunca compartas tu culpa con nadie.
Tener un aliado y a alguien en quien confiar arruinará todos los planes de Satanás. Ser responsable ante alguien por nuestras acciones es extremadamente útil para poder superar estos problemas.
Pornografía: una conversación continua
Ahora, solo porque hayas hablado de la pornografía una vez al principio de tu relación, ¡no significa que nunca más se deba volver a hablar de ella! Este tema debe seguir siendo una conversación abierta. Deben hablar de ella con cierta frecuencia (dependiendo de sus necesidades).
Si tu relación se convierte en un matrimonio, debes comprender que la pornografía y la masturbación siguen siendo pecados, incluso cuando la intimidad sexual entre marido y mujer ahora es posible. Gordon B. Hinckley dijo:
“Ustedes no pueden permitirse involucrarse en ninguna forma de pornografía. Sencillamente no pueden permitirse participar en prácticas inmorales ni bajar las barreras de la restricción sexual.
Las emociones que se suscitan dentro de ustedes y que hacen que los muchachos les parezcan atractivos a las chicas y que las chicas les parezcan atractivas a los muchachos son parte de un plan divino, pero deben sujetarse por las riendas, subyugarse y dominarse, o los destruirán y los harán indignos de muchas de las grandes bendiciones que el Señor les tiene preparados”.
No hay excepciones. No podemos permitirnos, en ningún grado, involucrarnos con este pecado. El presidente Spencer W. Kimball también dijo:
“Si no es natural, no lo hagan y punto. Eso es todo. Toda la vida familiar debería colocarse en un pedestal alto de pureza y dignidad. Hay quienes sostienen que del otro lado de la puerta del dormitorio, todo vale, lo cual no es verdad y no tiene aprobación del Señor”.
Por lo tanto, recuerda que la pornografía y la masturbación siempre serán un pecado, sin importar las circunstancias. Al mismo tiempo, recuerda siempre que el Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo, te conocen. Ellos te aman. Siempre tienen los brazos abiertos para ti. Si has cometido un error, ¡no estás fuera de Su alcance y puedes arrepentirte!
Recursos
La Iglesia ofrece muchos recursos que pueden ayudar si es que tú o un ser querido está luchando con una adicción a la pornografía. Sin importar tu situación, puedes consultar la página de la Iglesia.
¡Te deseo todo lo mejor en tu relación y matrimonio! Sé que con la oración, el perdón y la comunicación sincera, todo es posible.
¡No olvides compartir este artículo con alguien que se va a casar pronto! ¡Nunca es demasiado tarde para hablar de estas cosas!
Fuente: thirdhour.org