Si has ido a la misión, tal vez has escuchado esta historia muy peculiar: Se cuenta que en una visita a cierta misión, el presidente Jeffrey R. Holland vio a un par de misioneros desobedientes, tomó sus placas misionales, las rompió delante de todos y los envió de regreso a casa.

La escena suena impactante, casi cinematográfica. Un apóstol, con voz firme y gesto decidido, marcando un antes y un después en la vida de esos jóvenes. Por eso la historia se ha convertido en una especie de leyenda que pasa de generación en generación entre misioneros de todo el mundo.

¿Mito o verdad?

La historia se ha convertido en una especie de leyenda. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

En el mundo misional abundan los relatos que se transmiten como advertencia o inspiración. Algunos de ellos no son hechos comprobados, pero han servido de enseñanza para muchos misioneros.

La anécdota atribuida al presidente Holland entra en esta categoría: transmite la idea de disciplina, pero debemos aclarar que no existe evidencia de que realmente haya ocurrido. Es un mito.

Esta historia no aparece en ninguna publicación de la Iglesia, ni en conferencias generales, ni en ningún registro. Además, la personalidad apasionada y directa de presidente Holland le da aún más credibilidad a la narración.

Quienes lo han escuchado en conferencias saben que habla con fuerza, sin rodeos, lo cual hace fácil imaginarlo en una escena tan intensa.

¿Por qué persisten estos mitos?

Jeffrey R. Holland dando consuelo en el funeral de Kirsten Kate Beagley
Presidente Jeffrey R. Holland, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles. Créditos: Adam Fondren, Deseret News

Porque cumplen una función. La famosa escena de las placas rotas se convirtió en una especie de símbolo: un recordatorio dramático de que la misión no se toma a la ligera. Sin importar si fue real o no, transmite una lección que muchos consideran válida.

Pero hay un riesgo en darla por cierta: termina distorsionando la verdadera esencia del presidente Holland. Sus mensajes más poderosos no han sido de condena, sino de consuelo.

Más que romper placas, lo que él ha hecho a lo largo de su ministerio es animar a los misioneros a servir con amor en la obra. 

Lo que sí aprendimos del presidente Holland

Jeffrey R. Holland, presidente en funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Aunque la historia de las placas rotas sea solo un mito, lo que sí es real son las enseñanzas que el presidente Holland nos ha dejado en varios de sus discursos misionales. Entre ellas destacan:

  • Servir con todo el corazón. Recordó que la obra del Señor no se hace a medias; requiere lo mejor de nosotros, nuestra mente y nuestro corazón.
  • Dejar las redes y predicar el evangelio. Con pasión, invitó a todos a dejar atrás lo que nos ata y a dedicar la vida a alimentar las ovejas del Señor.
  • La fe que sostiene en pruebas. Nos mostró que, aunque sintamos que las cosas no mejoran, si confiamos en Dios y perseveramos, llegará el alivio.
  • Predicar con pasión y amor. Invitó a entregar nuestro corazón al Señor y no volver atrás, sirviendo siempre con dedicación y amor verdadero.

En definitiva, el presidente Holland no es recordado por romper placas, sino por animar a los misioneros a vivir y predicar el evangelio con amor y entrega total.

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@masfe.org Élder Holland da un conmovedor consejo a los misioneros retornados sobre continuar con la fidelidad a sus convenios y mantenerse en la lucha contra el mal. Devocional de Jóvenes Adultos, Área Utah – 31 de Agosto de 2025. #masfe #elderholland #JAS #cristianos ♬ sonido original – Masfe.org

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