En un mundo plagado de conflictos, ser un pacificador es cada vez más raro. Sin embargo, traer paz a los demás es una de las mejores y más fáciles formas en que podemos ser discípulos del Señor.
Estas son 3 de nuestras citas favoritas de los líderes de la Iglesia sobre cómo ser más pacificadores en tu hogar, tu barrio, tu comunidad y tu nación.
Russell M. Nelson
Discurso: “Hallar paz en tu corazón”
“Los seguidores de Jesucristo deben dar el ejemplo para que todo el mundo lo siga.
¿Cómo podemos esperar que haya paz en el mundo a menos que nosotros busquemos paz en nuestra vida?
Nadie puede controlar las acciones de los demás, pero sí podemos controlarnos a nosotros mismos.
Les ruego que hagan todo lo que puedan por poner fin a los conflictos en su vida.
Sean humildes, valientes y fuertes. Eso los ayudará a perdonar a los demás y a buscar el perdón cuando hayan hecho algo malo.
Pidan el poder que viene de Jesucristo y Su expiación para ayudarlos.
¡Jesús es el Cristo! ¡Él vive! Él los ama y los ayudará”.
Carole M. Stephens
Discurso: “Tenemos gran motivo para regocijarnos”
“Como ‘hijos en [el] reino [del Señor]’, hemos hecho convenios sagrados.
Caminamos en lo que Nefi llamó el ‘estrecho y angosto camino que conduce a la vida eterna’.
Todas estamos en diferentes lugares del camino.
Sin embargo, podemos trabajar juntos para ayudarnos unos a otros a ‘seguir adelante con firmeza en Cristo, teniendo un fulgor perfecto de esperanza y amor por Dios y por todos nuestros semejantes”.
Neil L. Andersen
Discurso: “Seguir a Jesús: ser pacificadores”
“El Sermón del Monte es un mensaje para todos, pero fue dado específicamente para los discípulos del Salvador, para aquellos que habían elegido seguirlo.
El Señor enseñó cómo vivir, por aquel entonces y ahora, en un mundo de desdén. Él declaró: ‘Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios’.
Mediante el escudo de nuestra fe en Jesucristo nos convertimos en pacificadores al apagar —es decir, al calmar, aplacar o extinguir— todos los dardos encendidos del adversario.
¿Qué nos da la fortaleza interior para aplacar, calmar y apagar los dardos encendidos dirigidos a las verdades que amamos? La fortaleza proviene de nuestra fe en Jesucristo y de nuestra fe en Sus palabras”.
¿Qué te ayuda a traer paz en este mundo plagado de conflictos? ¡Cuéntanos en los comentarios!
Fuente: LDS Living