La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días considera la preservación de los documentos de su historia y la de sus líderes con sumo cuidado.
Los editores de documentos, como los de José Smith y el de Wilford Woodruff, piensan que el conocimiento del pasado es un legado sagrado que se conserva en los documentos. Su labor es llevar ese conocimiento a la mente de los usuarios.
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Para hacer eso, llegan a ser mediadores entre el autor de los documentos y el usuario, y es por esa razón que los editores se preocupan demasiado por ser lo más exactos posibles.
Los editores de documentos también son traductores. Traducen el pasado al presente, ofrecen a los lectores todo lo que necesitan para comprender los documentos, esto también quiere decir que los editores de documentos no corrigen errores hechos por el autor, sino que los conservan.
Wilford Woodruff escribió casi 7,000 páginas de entradas de diario entre 1834-1898. Escribió miles de cartas y recibió miles más. Dio cientos de discursos y también escribió varias autobiografías.
Él conservó y transmitió una enorme cantidad de conocimiento sagrado.
¿Entonces en dónde se encuentra eso? ¿Podrías leer toda esa información en ese momento? ¿Podrías entenderlo? ¿Podrías interpretar lo que se dice?
Responderemos estas preguntas compartiendo primero en dónde estaba este legado de conocimiento sagrado.
Hace años, la madre de Carolyn Woodruff Owen le pidió que revisara una caja vieja para saber qué había en ella. Encontró varios cuadernos pequeños que Wilford Woodruff utilizó como su diario. Ella también encontró otros manuscritos.
La familia de Carolyn donó todos estos documentos a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Ahora se encuentran en la Biblioteca de Historia de la Iglesia, y las imágenes digitalizadas de los documentos están disponibles de manera gratuita en el Catálogo de Historia de la Iglesia.
Estos se ven así:
Bueno, muchos de los documentos se ven así. Pero en ocasiones Wilford también escribía en cursiva y en mayúsculas. Él comenzaba las oraciones con mayúsculas, minúsculas y letras medianas; el profeta usó la misma variedad de letras en todos sus documentos.
Wilford tenía buena ortografía, era tan bueno que deletreaba su nombre y otras palabras de diferentes formas. En el mundo de Willford, algunas personas eruditas solían decir que los que solo podían pensar en una forma de deletrear una palabra carecían de imaginación.
Wilford también agregaba signos de puntuación de manera creativa. Todo eso agrega el grado de dificultad para descifrar los documentos de Wilford, lo cual forma parte de un proceso llamado paleografía.
Los editores de documentos usan sus habilidades de paleografía para transcribir cada hoja, haciendo una versión mecanografiada (o transcripción) que preserva las intenciones del autor al tiempo que da acceso a los lectores para comprenderlas.
Los editores de documentos hacen su trabajo de acuerdo con reglas predeterminadas conocido como el “método editorial”. Por ejemplo, el método editorial de Wilford Woodruff Papers dice:
“El enfoque de la transcripción empleado en los documentos de Wilford Woodruff es un estilo conservador de lo que se conoce como ‘transcripción ampliada’.
Las transcripciones traducen la mayoría de las palabras letra por letra con la mayor precisión posible, conservando la ortografía exacta de los documentos originales.
Esto incluye palabras incompletas, variantes ortográficas de nombres personales, palabras repetidas y construcciones gramaticales idiosincrásicas”.
Puedes leer el método editorial completo en wilfordwoodruffpapers.org.
La persona que realiza la transcripción verifica la exactitud de su labor porque incluso los mejores transcriptores cometen errores. De ahí, el siguiente paso es la verificación, proceso en el que dos personas leen el documento juntas.
Uno lee la versión manuscrita en voz alta, pronunciando cada palabra y cada letra de cualquier palabra “mal escrita”, anotando cada mayúscula, cada número y cualquier otra cosa fuera de lo común.
El otro lector fija su atención en la transcripción y escucha cualquier cosa que sea inconsistente con lo que ve. Los verificadores experimentados pueden leer cinco o seis páginas de los diarios de Wilford en una hora.
Una vez que un documento se ha verificado dos veces (y los asistentes editoriales le agregan enlaces de temas para que los usuarios puedan conocer a las personas y los lugares que menciona), se sube a la página wilfordwoodruffpapers.org.
El proyecto de “Los documentos de Wilford Woodruff” comenzó en 2020 con una gran ventaja. Los “Documentos de José Smith” ya habían brindado una inmensa labor con respecto a la época pionera.
Varios miembros del equipo de “Los documentos de Wilford Woodruff” tienen la experiencia que les brindó el proyecto anterior.
Todos los que trabajan en ambos proyectos comparten el mismo interés de hacer que el conocimiento sagrado esté ampliamente disponible y sea accesible para las personas en todas partes del mundo.
Te invitamos a visitar wilfordwoodruffpapers.org y participar de la Restauración en curso del Evangelio de Jesucristo por medio de Sus siervos elegidos, los profetas.
Fuente: Meridian Magazine