Es en nuestra mente donde se planifican las acciones. Siempre pensamos primero y, luego, actuamos. Así que, necesitamos cuidar nuestros pensamientos y evaluarlos siempre que sea posible.
Si tu mente tiene ciertos pensamientos impuros, descubre 5 formas de limpiarla ahora.
Primero
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Sé constante en guardar los mandamientos.
Cuando un pensamiento pecaminoso entre a nuestra mente; es decir, una tentación, seremos capaces de reconocerlo por lo que es y saber qué rumbo tomar.
Segundo
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Busca la compañía del Espíritu Santo.
Él nos ayudará a tomar las mejores decisiones. El Espíritu nos ayuda a escoger qué camino seguir. Verdaderamente, el Espíritu Santo nos santifica.
Santificar algo significa convertir eso en algo puro y sagrado.
Tercero
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No alimentar nuestras mentes con cosas que hagan surgir pensamientos pecaminosos.
Debemos evitar revistas, videos, sitios, conversaciones y situaciones que nos inciten a caer.
Asimismo, debemos evitar pasar tiempo con personas que nos incentiven a seguir un camino equivocado.
Cuarto
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Reemplaza los pensamientos pecaminosos por pensamientos buenos y acciones buenas.
Este es el principio de reposición. Cuando nos sintamos tentados a odiar a alguien, podemos sustituir esos pensamientos de odio por acciones divinas: hagamos el bien por ellos, hablemos bien de ellos y oremos por esas personas.
“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”. (Mateo 5: 44)
Quinto
Imagen: La Iglesia de Jesucristo
Canta el himno que más te guste.
Si tenemos en nuestra mente la letra de nuestro himno favorito, cuando surja un mal pensamiento, podremos comenzar a cantar ese himno mentalmente.
Si hacemos eso, ese mal pensamiento se irá de inmediato.
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