Mi esposo consiguió un nuevo trabajo y ha sido muy estresante, él ha estado de viaje por 4 meses a causa de sus capacitaciones.
Con el paso del tiempo, he sentido que ya no se preocupa por mí, solo por su nueva vida y sus amigos. Después de un pequeño problema que tuvimos, me dijo que ya no quiere estar conmigo y que ya no me ama y que eso no va a cambiar.
En algún momento pensé que no podría vivir sin él, pero ahora que me dice que siempre tuvo dudas y siento que he vivido una mentira, me siento destruida.
He descartado la posibilidad de que haya una tercera persona; siempre me lo negó y le creo. Sería fácil decir que simplemente lo deje, pero no puedo. Éramos mejores amigos y fui su mayor apoyo todos estos años. Sé que me ama, pero no sé qué puedo hacer.
Respuesta
Me imagino lo abrumador y confuso que esto es para ti, pero hablemos de cómo puedes actuar, pues no estás recibiendo ninguna respuesta de tu esposo.
Entiendo que te desgastes anímicamente tratando de encontrar una explicación, cuestionar, conversar y averiguar qué sucedió.
Creías que había una base de confianza que te permitiría arreglar las cosas como probablemente lo has hecho muchas veces antes, sin embargo, solo hay un número limitado de veces en las que puedes hablar sobre ciertos temas.
Tu esposo tiene sus límites bien marcados y por eso te animo a que desarrolles un poco de respeto por ti misma frente a su rechazo.
No te estoy diciendo que renuncies y abandones todo, sino que renuncies a encargarte tú sola de todo el trabajo de mantener a flote esa relación. Tu esposo no está interesado en brindarte una respuesta, consuelo o tranquilidad sobre lo que pasa en su relación.
En tiempos como estos donde no hay respuestas, es posible recibir entendimiento, fuerza y guía de tu Padre Celestial. Recuerda las palabras de Salmos 55:22 y la tranquilidad que viene de Proverbios 3:5-6:
“Echa sobre Jehová tu carga y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo”.
“Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”.
Te ha dejado en claro que no quiere brindar una explicación sobre lo que sucede, sin embargo, puedes recibir respuestas en base a la información y la revelación que recibas. Fortalecer o disolver un matrimonio siempre dependerá de las decisiones de cada cónyuge.
Recuerda que solo tu esposo puede aclarar sus propios sentimientos; a pesar de lo mucho que duele, debes respetar su albedrío y seguir con tu vida encontrando un nuevo propósito. Si en el futuro él desea regresar y compartir su vida junto a ti, sabrá dónde encontrarte.
Si eso sucede, debes tener en cuenta que deberán conversar seriamente sobre lo que pasó y compartir porqué te abandonó y qué es lo que hará para restablecer la confianza y seguridad en su relación.
Sé y reconozco que no es fácil continuar con una vida que dio un giro rotundo de la noche a la mañana, pero tu salud mental depende de tu capacidad para aceptar las decisiones que él ha tomado y tu capacidad para continuar adelante con tu vida.
No dudes en buscar apoyo de buenos amigos o amigas de confianza, familiares, o la guía que te ayude a navegar por esta difícil transición. Recuerda las palabras de aquel que figurativa y literalmente fue expulsado de su zona de confort innumerables veces:
“Y sucedió que yo, Nefi, dije a mi padre: Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles una vía para que cumplan lo que les ha mandado” (1 Nef 3:7).
En ningún momento olvides que hay poderosas promesas de un futuro mejor por parte de un amoroso Padre Celestial:
“Al confiar en Él, conocer y seguir Su voluntad, recibirás bendiciones que tu mente limitada no puede comprender acá en la tierra. Tu Padre Celestial y Su Santo Hijo saben mejor que tú lo que trae felicidad. Ellos te han dado el plan de la felicidad y, al comprenderlo y seguirlo, tendrás la bendición de ser feliz.
Si obedeces de buena gana, recibes y honras las ordenanzas y los convenios de ese santo plan, tendrás la satisfacción mas grande de esta vida; sí, incluso momentos de maravillosa felicidad, y te prepararás para una gloriosa eternidad con tus seres queridos que sean dignos de ese reino”.
Fuente: Meridian Magazine
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