La cantidad de tiempo que los adolescentes pasan en las redes sociales ha aumentado a un 62.5% desde el 2012 y continúa creciendo.
El año pasado, el tiempo promedio que los adolescentes pasaron en las redes sociales se estimó en 2.6 horas por día. Los investigadores han afirmado que ese incremento de tiempo frente a un dispositivo aumenta la depresión y la ansiedad en los adolescentes.
Sin embargo, una nueva investigación dirigida por Sarah Coyne, profesora de vida familiar en la Universidad Brigham Young, descubrió que la cantidad de tiempo que pasan en las redes sociales no aumenta de manera directa la ansiedad o la depresión en los adolescentes.
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“Pasamos ocho años tratando de comprender realmente la relación entre el tiempo dedicado a las redes sociales y la depresión en los adolescentes en desarrollo”, dijo Coyne sobre su estudio publicado en Computers in Human Behavior.
“Si aumentaran su tiempo en las redes sociales, ¿se deprimirían más? Asimismo, si disminuyeran su tiempo en las redes sociales, ¿estarían menos deprimidos? La respuesta es no. Descubrimos que el tiempo dedicado a las redes sociales no era lo que les causaba ansiedad o depresión.”
La salud mental es un síndrome de proceso múltiple en el que probablemente ningún factor de estrés sea la causa de depresión o ansiedad. Este estudio muestra que no es sólo la cantidad de tiempo que se pasa en las redes sociales lo que lleva a un aumento de la depresión o la ansiedad entre los adolescentes.
“No es sólo la cantidad de tiempo lo que importa en la mayoría de los jóvenes. Por ejemplo, dos adolescentes podrían usar las redes sociales por la misma cantidad de tiempo, pero pueden tener resultados muy diferentes como consecuencia de la forma en que lo están usando”, dijo Coyne.
El objetivo de este estudio es ayudar a la sociedad en general a ir más allá del debate sobre el tiempo con los dispositivos y, en su lugar, examinar el contexto y el contenido que rodea el uso de las redes sociales.
Coyne tiene tres sugerencias para usar las redes sociales de manera más saludable.
- Sé un usuario activo en lugar de un usuario pasivo. En lugar de sólo desplazarte por la web, comenta activamente, publica y dale me gusta a otro contenido.
- Limita tu uso de las redes sociales al menos una hora antes de quedarte dormido. Dormir lo suficiente es uno de los factores más importantes para la salud mental.
- Sé intencional. Examina tus motivaciones al interactuar en las redes sociales.
“Si entras específicamente para buscar información o conectarte con otros, [tales acciones] pueden tener un efecto más positivo que mantenerte conectado sólo porque estás aburrido”, dijo Coyne.
En un esfuerzo por comprender la salud mental de los adolescentes y su uso de las redes sociales, los investigadores trabajaron con 500 jóvenes de entre 13 y 20 años que completaron cuestionarios anuales durante un período de ocho años.
El uso de las redes sociales se midió preguntando a los participantes cuánto tiempo pasaban en las redes sociales en un día. Para medir la depresión y la ansiedad, los participantes respondieron preguntas con diferentes escalas para medir sus síntomas depresivos y niveles de ansiedad. Estos resultados fueron analizados a nivel individual para ver si había una fuerte correlación entre las dos variables.
Los adolescentes de 13 años informaron un uso promedio de las redes sociales de 31 a 60 minutos por día.
Estos niveles promedio aumentaron de manera constante, de modo que en la edad adulta joven, reportaban más de dos horas por día. Sin embargo, este aumento de las redes sociales no predijo su salud mental a futuro.
Es decir, el aumento del uso de las redes sociales en los adolescentes, más allá de sus niveles típicos, no predijeron cambios en la ansiedad o la depresión un año después.Parte de los coautores del estudio son los profesores de BYU Adam Rogers, Laura Stockdale, Jessica Zurcher y McCall Booth, estudiante egresado de BYU.
Este artículo fue escrito originalmente por BYU Media Relations y fue publicado originalmente por latterdaysaintmag.com bajo el título “Does time spent on social media impact mental health? New BYU study shows screen time isn’t the problem”