Durante la semana de la educación de BYU, discursaron diferentes especialistas en salud mental. Hablaron sobre la ansiedad, el perfeccionismo, la depresión.
Uno de ellos, el psicólogo licenciado, David T. Morgan, enfatizó un principio importante que se encuentra en Doctrina y Convenios 88:63 que se puede aplicar a la salud mental:
“Allegaos a mí, y yo me allegaré a vosotros; buscadme diligentemente, y me hallaréis; pedid, y recibiréis; llamad, y se os abrirá”.
En otras palabras, cuando se trata de lidiar con los desafíos de la salud mental:
“Actuamos primero y Él actúa después. Las bendiciones provienen de avanzar con fe y no solo de esperar que suceda algo”, dijo Morgan.
Morgan usó las historias del pueblo de Alma en el Libro de Mormón y la Primera Visión de José Smith para ilustrar este principio y otras lecciones sobre el manejo de la ansiedad.
Cómo lidió el pueblo de Alma con la ansiedad
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El pueblo de Alma “anduvo rectamente ante Dios” y vivió en amor, armonía y paz (véase Mosíah 18), eran prósperos. Sin embargo, el Señor consideró oportuno “disciplinar a su pueblo; sí, Él probó su paciencia y su fe” (Mosíah 23:21).
Entonces, llegó un ejército lamanita y tuvieron miedo. Después de que Alma los animó a recordar a Dios y Su promesa de librarlos, “calmaron sus temores” (Mosíah 23:27).
Cuando Amulón los puso en esclavitud y sufrieron mucho, el Señor vino a ellos en sus aflicciones y los fortaleció para que pudieran llevar sus cargas (Mosíah 24: 10-16). Luego, los ayudó a salir de la esclavitud.
La experiencia del pueblo de Alma puede enseñar las siguientes lecciones sobre cómo lidiar con la ansiedad, dijo Morgan:
- “La rectitud no necesariamente previene el sufrimiento temporal”.
- “Liberarse de la angustia implica acción de nuestra parte”.
- “Algunas cargas persisten, pero todas serán eliminadas con el tiempo”.
La Primera Visión y la ansiedad
Cuando José Smith, de 14 años, se arrodilló en un bosque para orar, inmediatamente fue “tomado por un poder que lo dominó por completo”.
Se formó una densa oscuridad a su alrededor y no pudo hablar.
Luego, José, dijo en su historia que “le pidió a Dios que lo librara del poder de ese enemigo que se había apoderado de él” y que “en el mismo momento en que estaba listo para hundirse en la desesperación”, vio una columna de luz (José Smith — Historia 1: 15- 16).
Morgan dijo:
“Una vez que le sobrevino esa terrible situación, dijo: ‘Voy a hacer todo lo que pueda, todo lo que sé, para salir de esto’. A veces, el Señor nos lleva al borde mismo antes de mostrarnos una luz”.
Morgan hizo referencia al hombre que le pidió a Jesús que expulsara un espíritu maligno de su hijo.
“Señor, creo, ayuda mi incredulidad”, dijo (Marcos 9:24). En palabras del élder Holland, “sé fiel a la fe que tienes”.
La historia de la Primera Visión puede enseñar las siguientes lecciones sobre el manejo de la ansiedad, dijo Morgan:
- “Debemos esforzarnos tanto como podamos”.
- “A veces, la ayuda celestial demora un poco, pero debemos perseverar”.
- “Toda debilidad puede eliminarse mediante el poder del Salvador”.
“El poder es importante”, dijo, refiriéndose a la última viñeta.
“No creas la mentira de que estás más allá de Su poder. Nada está más allá de Su poder. Él lo sabe. Deberías saber eso también. Testifico que estas cosas son verdad”.
Fuente: Church News