Cuando las personas desafían la posición complementaria de género de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sobre la sexualidad del ser humano usando frases tomadas de desafíos raciales y otros problemas de igualdad a principios de siglo, los Santos de los Últimos Días con frecuencia encuentran difícil saber de qué manera responder aquellas dudas sin parecer descorteses o intolerantes.
Como una forma de apoyar a los miembros de la Iglesia que desean participar de manera productiva en esta conversación compleja, este breve artículo presenta resúmenes simples de un punto de vista de fe que puede ayudar a defender las enseñanzas vitales de la Iglesia sobre la sexualidad.
Debido a un sin número de razones, las declaraciones claras y bien razonadas en defensa de la posición de la Iglesia son difíciles de encontrar y no se entienden bien entre muchos miembros de la misma.
Fuente: Shutterstock
También te puede interesar: “¿Qué significa caminar en los zapatos de otro? Santo de los Últimos Días gay comparte su perspectiva“
Independientemente del lenguaje y el enfoque utilizados, el foco de conversación más amplio sobre el tema en Estados Unidos también está presto a ver cualquier intento por defender la posición de la Iglesia, por definición, como intolerante.
Incluso si los miembros hacen énfasis en el amor de Dios por todos Sus hijos, para muchos, esto parecerá falso si no va acompañado de un rechazo del énfasis de la Iglesia en el matrimonio y la sexualidad entre un hombre y una mujer.
Por lo tanto, hasta cierto punto, los miembros de la Iglesia ortodoxa simplemente tendrán que asimilar la inevitable oposición compartida por el presidente Dallin Oaks en la Conferencia General de octubre de 2018, y el élder Jeffrey Holland recientemente en BYU.
Aun así, la precisión y la claridad del lenguaje siguen siendo importantes, así como el valor para alzar la voz en apoyo de la simplicidad y la sencillez que tanto amaba Nefi del evangelio de Jesucristo.
Fuente: Shutterstock
Esperamos que estas dieciséis preguntas a continuación puedan animar a los creyentes que necesitan apoyo adicional para hacer exactamente esto.
Como siempre, el estímulo en busca de la claridad sobre la verdad debe ir acompañado de una humildad con respecto a las limitaciones en cuanto a lo que sabemos y una disposición a aprender más.
Y como Ty Mansfield nos ha recordado, dicho énfasis en la verdad también debe ir acompañado de un incentivo a abrir nuestro corazón a quienes ven y piensan de manera diferente.
Al poner en práctica nuestros convenios bautismales de caminar juntos hacia Cristo, podremos seguir haciendo lugar en nuestro corazón y en las bancas de la Iglesia para aquellos que, en la frase memorable del élder Dieter Uchtdorf, “pecan de manera diferente a nosotros”.
1. ¿No debería la ley de castidad aplicarse a todos por igual?
Imagen: Shutterstock
Así es. La Iglesia ha declarado claramente que las relaciones sexuales deben restringirse a un hombre y una mujer que estén legalmente casados.
El hecho de que la relación sea entre un hombre y una mujer refleja el enfoque del evangelio sobre el género y la sexualidad, así como nuestra convicción sobre la ley de castidad.
Todas las demás formas de expresión sexual deben evitarse y no forman parte de lo que creemos que Dios diseñó en cuanto al papel de la sexualidad.
2. Si dos personas se aman, quieren ser monógamos y ser activos en la Iglesia, ¿no debería ser eso suficiente? [La implicación, rara vez expresada, es que la Iglesia debería aceptar sellamientos entre personas del mismo sexo]
Fuente: Shutterstock
No, se aclara en Doctrina y Convenios 132, las palabras de los profetas modernos y La familia: Una Proclamación para el Mundo que, si bien el amor y el cuidado son una parte importante de las relaciones matrimoniales, no es la única razón para ello.
El género de una persona es eterno, y ambas mitades complementarias en la humanidad son necesarias para la deificación y el crecimiento eterno.
Si bien muchas personas que defienden el sellamiento entre personas del mismo sexo también abogan por un énfasis más público de la Madre Celestial, parecen igualmente ansiosos por erradicar las distinciones de género, lo que eliminaría la necesidad de una Madre Celestial.
3. ¿No sabes que la posición de la Iglesia está matando a los jóvenes homosexuales?
Fuente: Shutterstock
No existe ninguna evidencia sólida para esta afirmación. Incluso si hubiera alguna evidencia correlacional (la cual no existe), es igualmente probable que la contranarrativa de los Santos de los Últimos Días homosexuales, célibes y miserables sea un factor que contribuye a tal estado de desesperanza.
Si bien aquellos que insisten en que la doctrina de la Iglesia mata a los jóvenes homosexuales pueden ejercer presión política sobre la Iglesia, corren el riesgo de causar un contagio de actos de suicidio (es decir, la propagación de suicidios que pueden ocurrir cuando las personas piensan que otros están haciendo lo mismo) en el mismo grupo que los defensores intentan proteger.
En pocas palabras, no son los profetas los que les dicen a los jóvenes LGBT+ que Dios no los ama y los condena a una vida de miseria.
Además, aunque muchos estudios parecen mostrar que los jóvenes identificados como LGBT (e incluso los adultos) experimentan tasas más altas de pensamientos suicidas, este efecto se mantiene incluso en sociedades que aceptan más plenamente el comportamiento homosexual.
4. La Iglesia va a cambiar de posición en este tema al igual que cambió la doctrina relacionada con las personas negras y el sacerdocio
Fuente: Deseret News
A los hombres negros se les dio el sacerdocio en los primeros días de la Iglesia y, a lo largo de la historia de la Iglesia, diferentes líderes prometieron que habría un tiempo en el que recibirían el sacerdocio.
Esto nunca ha sucedido en el caso de sellamientos entre personas del mismo sexo.
Algunos miembros de la Iglesia creen que este tipo de sellamientos son una extensión natural de los derechos raciales, pero esto es algo muy cuestionable y puede ser visto como un insulto para los miembros de color que apoyan la posición de la Iglesia.
También es importante señalar que los líderes actuales de la Iglesia han hablado con firmeza sobre la naturaleza inmutable de esta doctrina, y lo han hecho con plena conciencia de las duras lecciones aprendidas de la prohibición del sacerdocio.
5. ¿Por qué Dios crearía a las personas LGBT+ de esta manera si no les va a proporcionar una forma de expresarse sexualmente?
Fuente: Shutterstock
El evangelio a veces requiere que las personas hagan sacrificios como poner la otra mejilla y amar a sus enemigos, entonces, ¿por qué estaría exenta esta restricción en específico?
Las personas nacen con todo tipo de disposiciones, sexuales o de otro tipo, contrarias al Evangelio. Por ejemplo, hay personas que nacen con altos niveles de sociosexualidad (predisposición al sexo sin compromiso) y para ellos la monogamia es algo extremadamente difícil. De igual manera se espera que sean monógamos.
Claramente, Dios permite que esto sea parte de algunas de las experiencias entre Sus hijos. Pero el hecho de que alguien experimente algo en nuestro mundo caído no significa que Dios necesariamente lo “creó” de esa manera.
La mejor evidencia hasta la fecha demuestra que la contribución genética a la homosexualidad es muy débil, y los científicos del comportamiento han expresado desde hace mucho tiempo que la orientación homosexual es el resultado de una “interacción compleja de factores ambientales, cognitivos y biológicos”.
6. Pero no solo se espera que los miembros de la comunidad LGBT+ sacrifiquen su sexualidad, se espera que sacrifiquen la oportunidad de amar y tener una relación
Fuente: Shutterstock
No, no es así. Todos los miembros de la Iglesia tienen relaciones amorosas y enriquecedoras. Siempre que las relaciones estén dentro de los límites que el Señor ha establecido, las relaciones profundas, vivas y cercanas con personas del mismo sexo o del sexo opuesto están abiertas a todos, incluidos aquellos que se identifican como homosexuales.
Muchos de los que experimentan atracción hacia personas del mismo sexo también se sienten impulsados a contraer matrimonios en el convenio, lo que puede implicar una gran afabilidad, compromiso y atracción de diferentes niveles.
Si bien el amor romántico es una parte importante en las relaciones matrimoniales ordenadas por el Evangelio, es solo una parte de esa relación.
Según la teología de los Santos de los Últimos Días, una pareja del mismo sexo pierde algunas de las más grandes bendiciones que Dios reserva para Sus hijos, hasta e incluida la deificación.
Al igual que con todas las bendiciones de Dios, todos somos libres de optar por no recibirlas, pero incluso si lo hacemos, podemos acceder al amor de Dios de manera más general, que no depende de si aceptamos o rechazamos mandamientos específicos.
7. La Iglesia va en contra del curso de la historia; aceptar sellamientos entre personas del mismo sexo en nuestros templos es solo cuestión de tiempo
Fuente: Unsplash
El argumento del “curso de la historia” es contrario a cualquier religión que afirme estar basada en la ley eterna.
Este argumento ha sido utilizado por todo tipo de personas, desde personajes revolucionarios franceses que utilizaban la guillotina hasta nazis, porque en ciertos puntos parecía que el curso de la historia se estaba inclinando a su favor.
No está claro que alguien sepa cuál es el “curso de la historia” y por qué debería ser así, de hecho, debería ser nuestra brújula moral.
Por ejemplo, las tasas de muertes por drogas se están disparando en este momento, ¿es ese el curso de la historia? ¿La historia siempre se mueve en una dirección positiva?
8. ¿Son mis agradables vecinos homosexuales pecadores?
Fuente: Internet
Sí, pero todos lo somos. Las diferentes leyes tienen diferentes bendiciones adjuntas a ellas (DyC 130: 21), y para alcanzar la gloria más alta debemos entrar en el nuevo y sempiterno convenio del matrimonio heterosexual en esta vida o en la próxima (DyC 131: 2, DyC 132).
Sus vecinos homosexuales califican para recibir las bendiciones por vivir aquella parte de la ley de Dios con las que están en armonía, y muchos de ellos llevan vidas ejemplares. Pero ser bueno no es suficiente para recibir todo lo que Dios tiene para nosotros.
Hay otros requisitos que también se deben cumplir. Aquellos vecinos heredarán una gloria celestial eterna de la misma manera que lo hará el agradable vecino que bebe café y que nunca se unió a la Iglesia o la dulce pareja heterosexual de al lado.
9. Jesús nunca habló sobre la homosexualidad
“Come and See Blue” por Scott Sumner
Jesús respaldó específicamente el matrimonio entre personas del sexo opuesto, por lo que está claro que Jesús afirma las enseñanzas del Antiguo Testamento sobre el diseño divino detrás del matrimonio entre un hombre y una mujer.
Sin embargo, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no basa su doctrina únicamente en los dichos existentes de las Escrituras sobre Jesucristo o en una interpretación particular de la Biblia.
Creemos en la guía profética continua del Señor. Los comentarios recientes del élder Holland confirman hasta qué punto los líderes de la Iglesia, de hecho, han buscado revelación sobre estos temas directamente del Señor.
10. La Iglesia todavía da a entender que ser gay es una elección
Fuente: Canva
Esto es demostrablemente falso. En prácticamente todos los enfoques realizados recientemente sobre este tema, se indica explícitamente o se da a entender que las personas tienen una variedad de disposiciones sexuales y físicas no elegidas.
La confusión en este punto se vuelve más comprensible cuando se aprecia que algunos están confundiendo “ser gay” (es decir, tener una atracción sexual por el mismo sexo) con el comportamiento homosexual. Eso es problemático. Si bien es posible que no podamos controlar nuestros sentimientos, podemos elegir nuestro comportamiento sexual.
11. Eres homofóbico
Fuente: Shutterstock
Una fobia es un término clínico que describe a alguien que siente temor patológica e irracionalmente hacia algo, por lo que no es una etiqueta apropiada para alguien que no siente antipatía ni temor por las personas LGBT+.
El uso de ese término connota que alguien tiene que tener una enfermedad mental para estar en desacuerdo con una determinada posición, y hay un oscuro precedente histórico en la patologización del desacuerdo social, político o teológico.
En última instancia, este término sirve para silenciar el debate y la discusión simplemente etiquetando ciertas posiciones como fuera de límites sin antes considerarlas de manera justa.
12. ¿Eres un aliado?
Fuente: Shutterstock
En el lenguaje común, “aliado” generalmente hace referencia a un conjunto de creencias sociales y políticas además de las actitudes hacia las personas que se identifican como LGBT+.
Por tanto, es posible sentir amor y respeto genuinos por las personas LGBT+ sin adoptar las creencias que suelen acompañar al término “aliado”.
En un sentido más amplio, me considero un aliado y amigo para promover el bienestar y la felicidad de todas las identidades raciales, étnicas, religiosas y sexuales. Por otro lado, si los individuos en particular en esos grupos me consideran un aliado o no, es su decisión.
13. Como persona heterosexual, es imposible que sepas por lo que están pasando los miembros homosexuales de la Iglesia. Te podrás casar en el templo con alguien que te atrae. Es muy fácil para ti decir estas cosas cuando no tienes que vivir con ellas
Fuente: Shutterstock
Por supuesto. Cristo es la única persona que ha vivido en esta tierra que legítimamente puede afirmar que sabe por lo que todos han pasado, pero eso no significa que no debamos pensar en lo que otras personas han experimentado, o buscar cultivar una mayor empatía por ellos.
14. ¿Tienes amigos o familiares homosexuales?
Fuente: Shutterstock
Claro que sí, y es importante comprender los pensamientos y sentimientos de las personas LGBT+. Sin embargo, los argumentos deben poder valerse por sí mismos independientemente de la identidad de la persona que los hace.
Cuando las personas con creencias heteronormativas hablan de su amistad con personas LGBT+, con frecuencia es tomado como la frase burlona “algunos de mis mejores amigos son…”, por lo que no hay ningún incentivo para ser abierto sobre las conexiones personales de una persona con amigos o familiares LGBT+.
15. La posición de la Iglesia sobre este tema te hará menos agradable a las personas
Templo de Ciudad de México. Foto: La Iglesia de Jesucristo
Si una posición en particular hace popular a la Iglesia o no, lógicamente no tiene relación con la posición que refleja la voluntad de Dios.
Si Dios se hubiera preocupado por hacer popular a Su Iglesia restaurada, ¡nuestra historia habría sido muy diferente!
Además, aceptar los sellamientos entre personas del mismo sexo probablemente disuadiría la asistencia a las congregaciones de naciones menos desarrolladas que forman cada vez más la columna vertebral de la Iglesia en el futuro.
16. Debemos amar a nuestros hermanos y hermanas LGBT+
Fuente: Shutterstock
¡Por supuesto que sí! Estoy de acuerdo, al igual que todas las Autoridades Generales y prácticamente todos los miembros de la Iglesia; este no es un punto de controversia en la comunidad Santos de los Últimos Días.
No hay contradicción ni falta de sinceridad en tener un testimonio de la posición de la Iglesia sobre la sexualidad humana y amar a las personas de manera incondicional. Este tema sobreabunda en los mensajes de la Iglesia.
Este artículo fue publicado originalmente en Public Square Magazine bajo el nombre “Faithful answers to common LGTB+ questions”.
