El rey Carlos III, al igual que su madre antes que él, tiene responsabilidades religiosas además de seculares.
Como el nuevo “Defensor de la fe” y “Gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra”, ayudará a liderar el grupo religioso más prominente de su país.
Así como la reina Isabel II, el nuevo rey planea llevar a cabo sus deberes religiosos formales con auténtico cuidado y preocupación.
En su primer discurso en Gran Bretaña, habló sobre cómo su fe ha fortalecido su enfoque de liderazgo, según lo informó el Christian Post.
“El rey Carlos expresó que su fe estaba ‘profundamente arraigada’ en la Iglesia de Inglaterra y que le ha enseñado a ‘apreciar su sentido del deber hacia los demás’”.
En las horas posteriores a la muerte de la reina el 8 de septiembre, diferentes expertos en lo que respecta a la realeza y medios de comunicación, incluido Deseret News, destacaron comentarios similares que la reina Isabel II hizo sobre su fe en el pasado.
El reverendo Justin Welby, senior obispo de la Iglesia de Inglaterra, fue uno de los que expresó lo siguiente sobre la reina Isabel II:
“Ella vivió su fe todos los días de su vida. Su confianza en Dios y su profundo amor por Dios fueron fundamentales en la manera en que llevó su vida, hora tras hora, día a día. En la vida de la fallecida monarca, hemos visto lo que significa recibir el don de la vida que Dios nos ha dado y, mediante un servicio paciente, humilde y desinteresado, compartirlo como un don para los demás”.
Lo que distingue la relación del rey Carlos III con la religión es que ha hablado en repetidas ocasiones sobre su deseo de “defender” algo más que la Iglesia de Inglaterra, según informó The Guardian.
“En 1994, Charles generó controversia cuando dijo que sería un defensor de la fe en lugar de defensor de una fe, en su deseo por reflejar la diversidad religiosa de Gran Bretaña”, plasmó el artículo.
En una entrevista para la BBC en 2015, el aclaró:
“Me parece importante la inclusión de las religiones de otras personas y su libertad para adorar en este país. Siempre me ha parecido que, al mismo tiempo que eres un Defensor de la fe, también puedes ser un protector de las religiones”.
Sin duda, la reina Isabel II aceptó e incluso acogió la diversidad religiosa de su país, pero en parte fue a instancias de su hijo, expresó Ian Bradley, profesor emérito de historia cultural y espiritual en la Universidad de St. Andrews, a The Guardian.
Ahora, el rey Carlos III tendrá la oportunidad de tomar control de los mensajes relacionados con la fe de la familia real.
“La mayoría de las personas estaría de acuerdo en que Carlos debería defender el derecho a las creencias y prácticas religiosas de todos sus súbditos, no solo del número cada vez menor de personas en las bancas de las iglesias anglicanas”, informó The Guardian.
*Imagen de portada: Hannah McKay, Getty Images
Fuente: Deseret News