Cada seis meses, miles de Santos de los Últimos Días se reúnen para escuchar palabras altamente inspiradoras y motivadoras de nuestros líderes en tan solo 5 sesiones.
En esta época del año, encuentras guía, inspiración y también la respuesta que Dios tiene para ti.
En medio de todo esto, algunas veces se nos olvida el verdadero propósito de esta, ya que semanas o días antes circulan rumores o especulaciones de lo que podría suceder en la conferencia general.
Esto no solo ocurre en amigos o familias Santos de los Últimos Días, sino también en las redes sociales. De pronto, surge un debate de cuáles podrían ser los nuevos cambios en la Iglesia y qué nuevos templos se anunciarán.
A pesar de que sea algo muy entretenido entre conocidos, se pierde lo más importante.
¿Es mejor enfocarse en estos supuestos nuevos anuncios o en lo que los líderes podrían transmitir como parte del plan de Dios para Sus hijos e hijas?
¿Es más importante saber si habrá cambios en el diezmo o escuchar los susurros del Espíritu Santo?
¿No sería mejor centrarnos en el verdadero propósito de la conferencia general?
Todas las personas quieren saber lo que pasará y compartir esas buenas nuevas con los demás, es algo natural; sin embargo, en medio de toda la emoción o felicidad, se puede pasar por alto el verdadero motivo de todo lo que se hace.
El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, una vez compartió:
“A veces, las bienintencionadas aclaraciones de principios divinos —que muchas veces provienen de fuentes no inspiradas— complican la situación aún más, al disminuir la pureza de la verdad divina con explicaciones de los hombres.
Una buena idea de una persona, algo que quizás a ella le dé resultado, echa raíz y se convierte en una expectativa; y gradualmente, los principios eternos se pierden en un laberinto de ‘buenas ideas’”.
Cuando las personas se enfocan en los rumores, especulaciones o posibles cambios en la Iglesia, están “disminuyendo la pureza de la verdad divina”.
Puede que haya muchos cambios en esta conferencia, así como puede que no haya ninguno, pero ¿es eso lo que realmente importa?
No estoy tratando de ser “la mejor Santo de los Últimos Días”, pero este fin de semana, recomiendo que ajustemos nuestro enfoque, que se aparte de los posibles rumores y escuchemos con espíritu de amor o compresión lo que estamos a punto de recibir de hombres y mujeres inspirados por Dios.
Los cielos estarán abiertos, solo debemos estar atentos a lo que vendrá.
Fuente: LDS Living