Pregunta
Tengo una hija de 22 años que a los 14 intentó suicidarse después de estar en una relación tóxica.
Persiguió a ese chico durante cuatro años hasta que conoció a su siguiente novio, con quien salió durante otros cuatro años. Esta también fue una relación tóxica.
Ella terminó su relación con este chico, comenzó a salir con otro joven y ahora tiene en una relación con él.
He intentado hablar con ella sobre cómo está repitiendo tendencias tóxicas porque, en su relación, tanto ella como su novio controlan el Instagram del otro, rastrean la ubicación del otro y se cuentan todos los detalles de sus vidas.
Estoy cansado de ayudarla a superar todo esto. Me pone nervioso porque esto me recuerda cuando intentó suicidarse. ¿Cómo lidio con mi hija y la montaña rusa de emociones por la que me hace pasar? Por favor ayuda.
Respuesta
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Es muy difícil dejar que tu hija maneje su propia vida cuando casi la pierdes hace ocho años.
Es una experiencia aterradora de superar, especialmente cuando sus comportamientos actuales son iguales.
Probablemente, sientas que es importante para ella ser independiente. Sin embargo, también es comprensible que te falte la confianza de que ella sabe lo que es mejor para sí.
Hablemos de cómo puedes apoyarla sin dejar que tu salud mental se vea afectada.
Tu agotamiento por la montaña rusa de emociones que tu hija te produce es un punto importante que no quieres ignorar.
¿Qué te dice esto? ¿Significa que necesitas escuchar menos detalles de su vida? ¿Significa que necesitas un descanso para no hablar con ella? Veamos si puedes entender lo que te dice tu agotamiento.
Afortunadamente, nuestros cuerpos tienen mecanismos de retroalimentación que nos protegerán si se lo permitimos. La mayoría de nosotros ignoramos estas señales y seguimos adelante pensando que necesitamos amar más, dar más o sacrificar más.
Esto suele ser impulsado por la culpa y el miedo.
En su lugar, permítete reducir la velocidad, reflexionar, orar y considerar qué ayuda y qué no.
Aquí hay algunas preguntas adicionales para considerar:
¿Tu hija te está pidiendo apoyo directamente o te estás entrometiendo en su vida?
¿Necesitas conocer todos estos detalles sobre su vida para poder protegerla?
¿Qué papel quieres jugar en su vida?
¿Ves a tu hija como alguien capaz de dirigir su vida?
¿Qué temes que sucedería si no intervinieras en los detalles de su vida?
¿Estás preocupado por su seguridad?
¿Está haciendo algo para mejorar la salud mental y relacional de tu hija?
Si tu hija no está en peligro de hacerse daño a sí misma o a los demás, intervenir constantemente para protegerla solo hará que ambos se sientan peor.
Si está en peligro de abuso o suicidio. Entonces, no hay duda de que debes intervenir y ponerla a salvo.
Sin embargo, es posible que tu hija elija una vida de relaciones disfuncionales que, si bien es difícil no intervenir, no son tu responsabilidad de manejar.
Su hija no tiene grandes límites contigo y parece compartir demasiado, lo que te da un vistazo a su vida inestable.
Está bien que dejes de hacer preguntas sobre sus relaciones y también está bien pedirle que no comparta todo. Aún puedes tener una relación con ella sin conocer todos los detalles.
Nunca encontrarás paz al ocupar un asiento en primera fila para ver su drama de relaciones inmaduras.
Si ella no es discreta, siempre puedes pedir menos información.
Esto puede ser difícil porque creerás que saber más te ayudará a protegerla. Ahora es adulta y necesita estar a cargo de su propia seguridad y estabilidad.
Puedes ofrecer apoyo y recursos, pero ella tiene que preocuparse por eso tanto o más que tú.
Una de las cosas más importantes que puedes hacer para apoyarla es construir una buena relación con ella.
Llámala, envíale un mensaje de texto y conéctate con ella de manera significativa. Hazle saber lo importante que es para ti. Recuérdale su valor. Quieres construir un puente que pueda cruzar cuando se sienta sola, rechazada o abrumada.
En las relaciones amorosas, debemos facilitar que nuestros seres queridos se conecten con nosotros.
Es posible que tengas opiniones firmes sobre su elección de hombres, pero esas opiniones no la ayudarán a sentirse más cerca de ti.
Si tu hija está buscando consejo y apoyo, habla sobre los patrones y dale una visión de cómo son las relaciones saludables.
Creo que el élder Jeffrey R. Holland dio uno de los mejores discursos sobre relaciones en febrero del 2000, se tituló “How do I love thee?” (“¿Cómo te amo?”). Este discurso ha ayudado a innumerables personas a evaluar cuán sanas son sus relaciones.
Dedica tiempo a fortalecer su vínculo y conócela para que pueda conocerse a sí misma.
Puede que ahora no te necesite. Sin embargo, si este patrón continúa, necesitará saber que hay alguien allí que puede ayudarla a salir de estas tendencias disfuncionales.
Es difícil ver a alguien tomar decisiones terribles en sus relaciones. No obstante, te sentirás menos ansioso, resentido y abrumado cuando le permitas pedir ayuda cuando esté lista.
Espero que esto te haya ayudado. ¡Bendiciones!
Esta es una traducción del artículo que fue escrito originalmente por el terapeuta licenciado en matrimonio y familia, Geoff Steurer, y fue publicado en Meridian Magazine con el título “Your Hardest Family Question: How do I help my daughter get out of toxic relationships?”