Recientemente publicamos un artículo dirigido a los ex misioneros y algunos de los errores comunes que cometieron cuando regresaron a casa y comenzaron a salir en citas, buscar una relación y una compañera eterna.
Con el mismo propósito en mente, hablaremos en este artículo lo que sucede al otro lado de la historia, o en otras palabras, algunos de los errores comunes que cometen las jóvenes miembro de la Iglesia antes y durante el mismo proceso de búsqueda de la pareja ideal, y cómo evitarlos.
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1. “Los chicos deben quererme como soy”
Mencionamos en el artículo para chicos cómo la idea de “la gente debería quererme como soy” no sólo es falsa sino destructiva cuando se usa en el contexto al salir en citas.
El principal problema de tal idea radica en el hecho de que las personas (chicas o chicos) la usan constantemente como excusa o justificación para la ausencia de cambios positivos en su personalidad, espiritualidad y apariencia física.
Aunque las jóvenes tienen el poder de controlar las decisiones que tomarán con respecto a qué tipo de muchachos buscarán en una relación, la atracción inicial que alguien sentirá por ti (o que sientes por los chicos) no es una elección consciente. Igual de importante para las mujeres (como dijimos antes para los hombres) es el proceso continuo de desarrollo personal, ya sea interno o externo.
Es cierto que los hombres por naturaleza son “seres visuales”. Sin embargo, es una ilusión pensar que necesitas ser una super modelo para atraer la atención de aquellos que te agradan. Los hombres se sienten atraídos no sólo por sus características físicas, sino también por tu personalidad espontánea, tu cuidado físico y tu energía femenina natural.
2. Los hombres SIEMPRE deben actuar primero
Sin duda, este punto debe definirse correctamente, ya que existe una idea errónea del papel que deben cumplir los hombres y las mujeres en el proceso de búsqueda de una relación.
Creo que todo hombre necesita aprender a tomar la iniciativa y, por lo tanto, actuar de manera activa y con confianza cuando se trata de mujeres con potencial para salir en citas. Sin embargo, el problema radica en la idea errónea alimentada por nuestra cultura y sociedad de que las mujeres nunca deberían actuar primero, y que serán vistas como “fáciles” si no dejan que los muchachos inicien el primer contacto.
Chicas, confíen en mi, eso no podría estar más lejos de la verdad. La gran mayoría de los hombres dentro o fuera de la Iglesia no las valorará menos ni las verá como “fáciles” si deciden tomar la iniciativa.
El atributo de la confianza es, por naturaleza, más atractivo para los hombres que para las mujeres, tal característica las diferenciará positivamente de otras jóvenes si es que se utiliza de manera correcta.
Si un joven te sonríe, no temas devolverle la sonrisa. Los hombres deben desarrollar confianza para invitar a cualquier chica a un baile, ellos no pensaran menos de ti si tomas esta iniciativa. Los ejemplos pueden variar, pero el principio es el mismo.
3. Los hombres no entienden los mensajes subliminales de las mujeres
¿Alguna vez te has preguntado por qué es tan difícil para los hombres comprender las señales o mensajes que las mujeres constantemente emiten en sus mensajes de todos los días?
Un hombre te piden tu número, tú le pides el suyo en lugar de dárselo o dices que estás demasiado ocupada, y él no entiende que esa es una señal de que ella no está interesada.
Tu novio o esposo te pregunta si está bien que él pueda pasar el viernes por la noche jugando al fútbol con sus amigos, tú con la cara seria respondes “no hay problema, si eso es lo que quieres hacer”, y no entienden que cuando dices “no hay problema” es porque sí lo hay.
Podría hacer una lista de ejemplos, pero el principio sera el mismo para casi todos ellos: los hombres no entienden el mensaje entre líneas que las mujeres les dicen.
Sí, para ustedes las mujeres, el mensaje es tan fácil de descifrar como una suma de 2 + 2 = 4, pero la mente masculina simplemente no se comunica a través de mensajes entre líneas. Si quieres que un hombre entienda lo que te fastidia, frustra o te hace feliz, simplemente dile lo que sientes y por qué te sientes de esa manera.
Para un hombre, nada es más aburrido y agotador que estar en una relación donde hay juegos y dramas innecesarios para cosas que simplemente podrían resolverse con una mejor comunicación.
4. La misión no define el carácter de una relación
Es cierto que un joven que ha servido una misión ha tenido la oportunidad de vivir experiencias que lo han transformado y moldeado de forma positiva para una relación futura.
El punto es que el simple hecho de que un joven haya servido una misión no garantiza que una relación será perfecta o que no tendrá problemas, ni garantiza que su tiempo en la misión haya sido utilizado de manera adecuada y con honor.
Es loable que las mujeres jóvenes tengan el deseo y el objetivo de querer a un ex misionero como novio, pero no es prudente suponer que él está listo para una relación seria y un matrimonio en el templo sólo porque llevó una placa por dos años.
Los ex misioneros que realmente han servido con honor tienen un comportamiento y una vida posteriores a la misión que evidencia el tipo de misioneros que han sido. Lo mismo se aplica a lo contrario.
Ser un ex misionero es sólo un punto a considerar, son nuestras acciones lo que nos hace elegibles.
Hay muchos hombres que por una razón u otra no han tenido la oportunidad de servir, sin embargo, son personas preciosas que, en muchos casos, realmente tienen lo que necesitan para hacer feliz a una mujer.
5. Esperando la estabilidad financiera de un ex misionero
Un deseo común de muchas mujeres en la Iglesia es encontrar a alguien que sea el “paquete completo”, en otras palabras, un ex misionero que cumple una serie de características que ya tiene una estabilidad financiera en su vida.
Sin embargo, buscar estabilidad financiera en ex misioneros que recientemente han retornado es tan efectivo como buscar casarse en el templo con personas que no sean miembros. En la gran mayoría de los casos, esto es simplemente una expectativa poco realista y una ilusión que trae frustración tanto a los hombres como a las mujeres.
Los jóvenes que acaban de regresar de sus misiones a menudo regresan a casa con pocos o ningún recurso, pero con muchas metas y un sincero deseo de alcanzarlos a través del trabajo y el estudio. Sin embargo, lograr esa estabilidad financiera es un proceso lento que se alcanza más fácilmente entre dos personas que por uno mismo.
Chicas, todos sabemos que las mujeres odian que las traten de manera diferente sólo por sus características físicas, cuando en muchos casos saben que tienen mucho más que ofrecer. Del mismo modo, existen pocas cosas que irritan a los hombres más que ser medidos por sus posesiones e ingreso económico, ya sea cuanto ganan o si poseen un automóvil o no.
Pregúntele a cualquier pareja joven… Nada es más gratificante que el sentimiento que viene para muchas parejas que han construido una vida juntos, que han trabajado codo a codo como verdaderos compañeros para tener estabilidad financiera y fortalecimiento espiritual.
6. No existe el hombre perfecto
En la Conferencia de abril de 2016, el Elder Uchtdorf provocó risas y aplausos de millones de miembros en todo el mundo al afirmar:
“Ahora diré algo breve a los hermanos solteros que se engañan pensando que deben encontrar a la “mujer perfecta” antes de empezar una relación seria o casarse. Mis queridos hermanos, un recordatorio: en caso de que hubiera una mujer perfecta, ¿creen realmente que se interesaría en ustedes?”
Aunque la afirmación es absolutamente cierta para muchos hombres, es evidente que es igualmente cierta para muchas mujeres. En otras palabras, si realmente hubiera un hombre perfecto, “¿realmente crees que se interesaría en ti?”
El presidente Kimball habló sobre la ilusión de la “pareja perfecta” o el “alma gemela” cuando enseñó:
“La idea de las “almas gemelas” es una quimera, una ilusión; y aunque toda persona joven, hombre o mujer, tratará con toda diligencia y devoción de encontrar a la persona con la cual la vida pueda ser más compatible y hermosa, también es cierto que casi todo buen hombre y toda buena mujer podrían tener felicidad y éxito en el matrimonio si ambos estuvieran dispuestos a pagar el precio.”
Deja que el Elder Uchtdorf mismo te guíe en la dirección correcta:
“En el plan de felicidad de Dios, no buscamos a alguien perfecto, sino más bien a alguien con quien, a lo largo de la vida, podamos trabajar conjuntamente a fin de crear una relación de amor duradera que sea más perfecta. Esa es la meta.”
Conclusión
Como dice el título de un famoso libro, “Los hombres son de Marte y las mujeres son de Venus”. Pensamos, sentimos, actuamos, reaccionamos y respondemos a diferentes situaciones de manera distinta. Sin embargo, son estas mismas diferencias las que permiten que los hombres y las mujeres se complementen mutuamente en los niveles más distintos y profundos de una relación.
Fuente: maisfe.org