Mi esposo y yo estamos separados. No estamos sellados en el templo. Él ha salido en varias citas desde que nos separamos. No deja de decirme que está bien que salga y siga con mi vida. Sin embargo, no creo que ninguno de los dos deba salir con alguien hasta que nos divorciemos de manera oficial.
¿Cuál es la opinión de la Iglesia sobre esto? ¿Se considera adulterio si alguno de los dos sale en una cita? Yo pienso que sí, pero me gustaría saber más al respecto.
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Respuesta
Lamento que estés pasando por esto. Debes saber que aunque esto es difícil por el momento, con el tiempo pasará.
Puede que ese tiempo sea más corto para tu esposo porque él ya ha contemplado y aceptado que este matrimonió llegó a su fin. Una persona puede tomarse hasta 5 años en asimilar esta situación mientras que otros pueden tardar hasta 2 o 3 años.
Así que esta bien que te des un tiempo para lamentarte por lo sucedido y rodearte de verdaderos amigos que llorarán contigo (cuando sea necesario), te consolarán y te levantarán cuando pierdas los ánimos.
Ahora bien, el adulterio involucra relaciones sexuales fuera del convenio del matrimonio existente. Salir en citas, tomarse de la mano, besarse, cortejar, no es adulterio.
Sin embargo, es una violación del mandamiento que dice: “amarás a tu esposa [o esposo] con todo tu corazón, y te allegarás a ella y a ninguna otra”. (DyC 42:22).
De hecho, es una violación de la ley superior que Jesús dio de ni siquiera codiciar a otra persona (Mateo 5:28).
El Señor ha dicho que aquellos que no se arrepientan perderán el Espíritu y se arriesgarán a la excomunión (DyC 42:23). Como ocurre con todos los juicios, oramos para que el Espíritu guíe al obispo a ejecutar la voluntad del Señor.
Si es que se divorcian, todavía tendrás una relación con tu ex esposo como el padre de tus hijos, en el caso que los tengan. Por lo tanto, la separación y el divorcio pueden no proporcionar la ruptura total que Él esperaba.
En el proceso de divorcio y después de la finalización del mismo, debes recordar seguir viviendo las normas de la Iglesia con estricta fidelidad.
No te preocupes por las consecuencias que tu esposo pueda o no enfrentar. Si el ofende al Espíritu éste se retirará. No alejes también de tu vida a Aquel que te puede brindar paz.
Te recomiendo que hables con tu obispo y la presidenta de la Sociedad de Socorro. Hazles saber lo que está pasando. Puede que te sientas agotada económica y emocionalmente, y ellos querrán saber que tienes el apoyo que necesitas.
Finalmente, me gustaría que supieras que aun que te divorcies, sigue habiendo un lugar para ti en la Iglesia del Señor.
Con frecuencia, los miembros divorciados se sienten aislados y excluidos. Muchas de nuestras lecciones y discursos giran en torno a las bendiciones del matrimonio y la familia. Hay razones doctrinales fundamentales para lo que no se puede negar.
Sin embargo, estas doctrinas se mantienen como un modelo para que podamos acercarnos al ideal tanto como lo permitan nuestras circunstancias.
Si no tenemos la suficiente tela como para hacer una blusa con mangas largas, no debemos descartar el modelo ideal solo porque parece inalcanzable. Podemos adaptarnos a las circunstancias y en su lugar crear una blusa con mangas cortas.
La Proclamación de la Familia enseña:
“La discapacidad, la muerte u otras circunstancias pueden requerir una adaptación individual. Otros familiares deben brindar apoyo cuando sea necesario”.
Con el mismo Espíritu y el consejo de los líderes de la Iglesia de Jesucristo, espero que también puedas adaptarte y encontrar paz.
Fuente: askgramps.org
