El importante mensaje sobre salud mental que se compartió en la Conferencia General

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Durante su discurso en la sesión del sábado por la tarde de la Conferencia General, el élder Erich W. Kopischke compartió una historia personal sobre la salud mental.

Dijo que, durante su ministerio, conoció a muchas personas y familias que padecen de enfermedades mentales. Incluso, esto afectó a su familia.

“[Estas enfermedades mentales] incluyen depresión clínica, ansiedad severa, trastorno bipolar, TDAH y, a veces, una combinación de todos ellos.

Es un tema mundial, abarca todos los continentes y culturas, y afecta a todos: jóvenes, ancianos, ricos y pobres.

Los miembros de la Iglesia no han sido la excepción”, dijo.

¿Qué puntos clave sobre la salud mental compartió el élder Kopischke en su discurso?

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1. Las enfermedades mentales no son un defecto de carácter:

“Para combatir ese engaño, es importante recordar que el Salvador ama a cada uno de los hijos de Su Padre… Con frecuencia, los desafíos indican la necesidad de herramientas y apoyo adicionales. No son un defecto de carácter”.

2. Una experiencia personal con las enfermedades mentales:

El élder Kopischke relató una experiencia personal sobre su hijo con los ataques de pánico, ansiedad y depresión. Eso ocasionó que regresara a casa antes de terminar su misión.

Su hijo cayó en la desesperanza y consideró el suicidio. Sin embargo, con el tiempo, su condición mejoró gracias a una efusión de amor junto con cuidados médicos, terapéuticos y espirituales.

3. La mejor manera de ayudar a enfrentar los problemas de salud mental es informarnos:

“Puede ser difícil para los padres identificar las luchas de sus hijos, pero debemos educarnos a nosotros mismos [con respecto a este tema]”, dijo el élder Kopischke.

Instó a las familias a estudiar el tema de la “salud mental” en la sección “Ayuda para la vida” de la aplicación Biblioteca del Evangelio.

4. Centrémonos en nuestro progreso en lugar de nuestras deficiencias:

“No existe una panacea simple para el bienestar emocional y mental.

Independientemente de nuestro bienestar mental y emocional, centrarse en el crecimiento es más saludable que obsesionarse con nuestras deficiencias”.

Élder Kevin W. Pearson

5. Informémonos sobre las enfermedades mentales para concientizar y ayudar:

“Educarnos a nosotros mismos sobre las enfermedades mentales nos prepara para ayudarnos a nosotros mismos y a otros que podrían estar atravesando desafíos.

Las discusiones sinceras entre nosotros ayudarán a que este importante tema reciba la atención que merece”.

6. No estamos solos en nuestras luchas:

“Una de las primeras cosas que debemos aprender es que ciertamente no estamos solos”.

7. Informarnos sobre las enfermedades mentales nos conduce a interacciones más empáticas:

“El aprendizaje conducirá a una mayor comprensión, más aceptación, más compasión, más amor. Puede reducir la tragedia y, al mismo tiempo, ayudarnos a desarrollar y gestionar expectativas e interacciones sanas”.

8. Cuidémonos unos a otros:

“Necesitamos preocuparnos constantemente unos por otros. Debemos amarnos unos a otros y ser menos críticos. Especialmente, cuando nuestras expectativas no se cumplen de inmediato”.

9. Tengamos a Dios siempre presente, aún más en las dificultades:

Las personas afectadas personalmente por una enfermedad mental deben “aferrarse a sus convenios, aunque no sientan el amor de Dios en este momento”.

¿Qué han dicho otros líderes de la Iglesia sobre las enfermedades mentales?

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles de la Iglesia, habló sobre las enfermedades mentales en su discurso de octubre de 2013, “Como una vasija quebrada”.

“Entonces, ¿cuál es la mejor manera de actuar cuando ustedes o sus seres amados afronten dificultades mentales o emocionales?

Ante todo, nunca pierdan la fe en el Padre Celestial, quien los ama más de lo que pueden comprender…

Fielmente sigan las buenas prácticas de devoción que invitan al Espíritu del Señor a sus vidas.

Busquen el consejo de los que poseen las llaves de su bienestar espiritual. Pidan y atesoren las bendiciones del sacerdocio.

Participen de la Santa Cena cada semana y aférrense a las promesas de perfección en la expiación de Jesucristo. Crean en los milagros”.

El discurso del élder Holland ayudó a Craig Rydalch, un exjugador de baloncesto de la Universidad de Utah, en su batalla contra las enfermedades mentales.

La hermana Reyna I. Aburto, segunda consejera de la presidencia general de la Sociedad de Socorro, también habló sobre la salud mental en octubre de 2019:

“Al hablar abiertamente de nuestros problemas emocionales, reconociendo que no somos perfectos, damos permiso a los demás de expresar sus desafíos y juntos comprendemos que hay esperanza y que no tenemos que sufrir a solas”, dijo.

Fuente: Deseret News

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