Cuando a Carine Clark le diagnosticaron cáncer de ovario, le dieron un 20% de posibilidades de sobrevivir.
Inmediatamente, se dirigió al médico y le dijo: “Está bien, ¿qué tengo que hacer para formar parte del 20%?”
Carine tenía toda la intención de salir victoriosa de su batalla contra el cáncer. Sin embargo, también estaba muy consciente de la fragilidad de nuestra existencia.
Carine sabe que todos vamos a morir y es una gran creyente de que estar conscientes de eso debería cambiar la forma en que vivimos.
Foto cortesía de Carine Clark.
En medio de su batalla contra el cáncer, Carine decidió hacer un sacrificio de tiempo.
Su idea era simple: reemplazar el tiempo que solía pasar viendo televisión por hacer la historia familiar.
Entonces, Carine comenzó a contactar a personas que la ayudaran a realizar ordenanzas en el templo por todos los nombres que encontró.
A ella se unieron amigos, familiares, colegas e hijos de la misión.
Hasta la fecha, Carine Clark y compañía han completado 7,000 ordenanzas del templo.
¿La razón por la que esto era tan importante para ella? Solo quería asegurarse de saber a dónde iría cuando llegara al otro lado del velo.
El siguiente es un extracto de una entrevista de podcast con Carine Clark.
Morgan Jones Pearson
Nombres de las personas por las que se realizará la obra vicaria. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
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Algo que me llamó mucho la atención de lo que mencionaste fue acerca de lo importante que es el tiempo.
Dijiste que has pasado gran parte de tus días haciendo la historia familiar en lugar de ver televisión.
Me gustaría saber, ¿por qué reemplazaste precisamente la televisión por la historia familiar? Y ¿qué has aprendido sobre el valor del tiempo?
Carine Clark
Estaré en el hospital durante tres semanas, no tengo idea de lo que va a pasar.
Tengo un 20% de probabilidades de vencer esta terrible enfermedad.
En estos momentos, piensas en cosas como:
“Está bien, me voy a morir. Bueno, no tengo que limpiar el garaje de mi esposo. No tengo que cuidar a mis padres, no tengo que pagar impuestos”.
Piensas en toda la lista de cosas que ya no tienes que hacer y te reconforta en cierta medida.
Imagen: Canva
Pero, luego piensas:
“No podré conocer a mis nietos, no podré ayudar a mis hijos a ser lo mejor que puedan ser. No llegaré, no llegaré, no llegaré…”
Hice listas en mi cerebro y me pregunté:
“¿Por qué pasé tanto tiempo viendo televisión cuando eso no agrega valor a lo que en verdad deseo hacer? ¿Por qué no hice la obra por mis antepasados?”
Al pensar en que voy a morir, me preocupa un poco cómo llegaré al otro lado. “¿Qué pasa si me pierdo?”, pensé. Así que, dije:
“Voy a hacer la historia familiar porque necesito un barrio en el cielo, que cuando llegue allí, me salude. Necesito personas que me digan, ‘Oye, por aquí’; ‘no vayas por allá’; ‘la comida es mejor por aquí’”.
Imagen: Canva
Así que, esa fue la forma que encontré para conectarme con el otro lado.
Cinco años después de mi diagnóstico, le dije a mi esposo que quería hacer algo extraordinario.
Entonces, fuimos al templo ese día. Creo que hicimos 32 sellamientos y le dije a mi esposo: “Voy a hacer 500 ordenanzas para el día de San Valentín”, a él le agradó la idea y lo hice.
Mi hermana, Kathleen, es experta en historia familiar, por lo que me enseñó a usar esta maravillosa herramienta. Pasamos mucho tiempo trabajando juntas.
Así que, 10 años después, seguimos avanzando. Hemos hecho más de 7,000 ordenanzas.
Ahora, hay una estaca en el cielo. Espero ver a algunas de aquellas personas por las que hicimos la obra. Sin embargo, si eso no sucede, cuento con ellos para proteger a mis hijos y mis nietos.
Cuento con ellos para que sean una influencia para el bien para mis seres amados al igual que las personas que me ministraron cuando estaba en mi momento más triste.
Pila bautismal. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
Todas estas cosas maravillosas sucedieron gracias a que dejé de ver televisión.
Formé un equipo de personas para ayudarme a realizar las ordenanzas del templo, no lo hice sola.
Los jóvenes de mi barrio hicieron los bautismos. Un grupo de colegas hicieron iniciatorias. Otro grupo hizo investiduras. Junto con ese mismo grupo de colegas hicimos gran parte de los sellamientos. Mis misioneros también hicieron investiduras.
Family Search y la historia familiar nos ayudan a construir un ejército de personas que serán una protección y un milagro para tu familia cuando no puedas estar allí.
Mundo de los Espíritus. Imagen: La Iglesia de Jesucristo
De esa manera veo la historia familiar y creo que por eso estoy tan involucrada en la obra por mis antepasados.
Cuando muera, porque sé que voy a morir, quiero que la gente me diga: “Sabes, hiciste mucho. Lo hiciste bien y nos ayudaste a formar nuestra familia”.
Lo que más me gusta es que salvo a los niños de las familias. Hago los sellamientos por las familias completas en una misma bendición. Están presentes aquellos hermanos que harán la obra por los padres y los hijos. Luego, instantáneamente, se forman las familias.
Las personas no siempre lo entienden de esa manera, pero cuando participan de la obra, su perspectiva cambia.
Fuente: LDS Living
