Tengo un amigo que es miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, sé que ellos cree en Jesús, pero ¿se consideran cristianos?
Respuesta
La respuesta corta es que sí, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días son definitivamente cristianos. Creen en Dios, el Eterno Padre, y en Su Hijo Jesucristo.
La respuesta más amplia es que creemos en la misma Iglesia que Jesucristo organizó cuando estaba en la tierra, es decir, con apóstoles, profetas y el sacerdocio, que es la autoridad de Dios para actuar en Su nombre.
En la actualidad, La Iglesia cuenta con esos tres pilares básicos. El Cuórum de los Doce Apóstoles reafirmó su testimonio del Salvador al proclamar:
“Jesús es el Cristo Viviente, el inmortal Hijo de Dios… Su camino es el sendero que lleva a la felicidad en esta vida y a la vida eterna en el mundo venidero” .- El Cristo Viviente: El Testimonio de los Apóstoles
A diferencia de algunas religiones cristianas, los Santos de los Últimos Días no aceptan los credos, las denominaciones ni formulaciones del cristianismo posteriores al Nuevo Testamento.
De este punto, La Iglesia expresó:
“Los eruditos han reconocido desde hace mucho tiempo que el conocimiento que tenían los primeros cristianos sobre Dios cambió radicalmente a lo largo de los siglos…
La desviación ideológica fundamental que se produjo a partir del siglo II d. C., tras perderse la autoridad apostólica, fue el resultado de mezclar conceptos de la doctrina cristiana con la filosofía griega”.
Muchas verdades se perdieron en el camino, mientras que otras se distorsionaron con el tiempo. Una de ellas es la naturaleza de la Trinidad.
Los Santos de los Últimos Días sostienen que Dios posee un cuerpo, una creencia que difiere de los credos posteriores al Nuevo Testamento.
La Iglesia tampoco provienen de la línea católica romana, ni ortodoxa ni protestante. Creemos que la Iglesia fue restaurada, establecida nuevamente a Su estado original, por medio del profeta José Smith.
Y en conformidad con ella, la autoridad del sacerdocio para actuar en el nombre de Dios “fue devuelta o traída otra vez a la tierra por medio del ministerio de ángeles a José Smith”.
Así como Jesucristo llamó a doce Apóstoles y “les dio autoridad” y los envió a enseñar y ministrar “a las ovejas perdidas de la casa de Israel” (Mateo 10:1, 6), hoy en día, sigue habiendo esa gran necesidad de Apóstoles y profetas que sirvan y guíen a los hijos del Padre Celestial, es por eso que hay hombres que son llamados en la actualidad.
Por último, los miembros de la Iglesia de Jesucristo no creen que las Sagradas Escrituras comprendan solo la Santa Biblia, sino que poseen un canon ampliado de Escrituras que además abarca el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio.
Algunos piensan que para ser cristianos debemos adherirnos a una sola escritura: La Biblia. En un ensayo, la Iglesia publicó:
“Pero afirmar que la Biblia es la única y definitiva palabra de Dios —más concretamente, la última palabra escrita de Dios— es afirmar más a favor de la Biblia de lo que ella declara sobre sí misma.
En ningún lugar de la Biblia se proclama que todas las revelaciones de Dios estarían reunidas en un solo volumen, el cual sería considerado completo para siempre y que no se podrían recibir más Escrituras reveladas”.
Es por eso que, para establecer la doctrina y comprender la Biblia, los Santos de los Últimos Días también recurren a los profetas vivientes y a otros libros de Escrituras adicionales.
A pesar de tener diferentes creencias, los Santos de los Últimos Días mantienen un diálogo cordial con los diferentes credos y religiones del mundo, procuran la libertad religiosa y el derecho de adorar a Dios y a Jesucristo “cómo, dónde o lo que deseen”.
Fuente: Ensayos Temas del Evangelio