Pregunta
Una persona adquiere las malas cualidades a causa de su entorno. Entonces, si Satanás vivió con Dios en un lugar donde solo sucedían cosas buenas antes de ser expulsado, ¿de dónde obtuvo sus características diabólicas?
Respuesta
Gracias por esta pregunta.
Lo primero que debemos hacer es examinar tu premisa. Si cada persona adquiere sus malas cualidades de su entorno, asumimos que “el entorno” posee cualidades independientes a lo bueno y lo malo.
Esto implicaría que “el entorno” no tiene un carácter moral por lo que somos nosotros quienes elegimos actuar, es decir, se requiere albedrío moral para actuar sobre él y producir tanto el mal como el bien, de acuerdo con la disposición de nuestra propia naturaleza.
Fue el deseo de poder, gloria, fama y dominación de Lucifer lo que lo llevó a oponerse a todo lo que era bueno y justo.
Podemos leer las palabras del padre Lehi en el Libro de Mormón (2 Nefi 2:14-20):
“Y ahora bien, hijos míos, os hablo estas cosas para vuestro provecho e instrucción; porque hay un Dios, y él ha creado todas las cosas, tanto los cielos como la tierra y todo cuanto en ellos hay; tanto las cosas que actúan como aquellas sobre las cuales se actúa.
Y para realizar sus eternos designios en cuanto al objeto del hombre, después que hubo creado a nuestros primeros padres, y los animales del campo, y las aves del cielo, y en fin, todas las cosas que se han creado, era menester una oposición; sí, el fruto prohibido en oposición al árbol de la vida, siendo dulce el uno y amargo el otro.
Por lo tanto, el Señor Dios le concedió al hombre que obrara por sí mismo. De modo que el hombre no podía actuar por sí a menos que lo atrajera lo uno o lo otro.
Y yo, Lehi, de acuerdo con las cosas que he leído, debo suponer que un ángel de Dios había caído del cielo, según lo que está escrito; por tanto, se convirtió en un diablo, habiendo procurado lo malo ante Dios.
Y porque había caído del cielo, y llegado a ser miserable para siempre, procuró igualmente la miseria de todo el género humano. Por tanto, dijo a Eva, sí, esa antigua serpiente, que es el diablo, el padre de todas las mentiras, así le dijo: Come del fruto prohibido, y no morirás, sino que serás como Dios, conociendo el bien y el mal.
Y después que Adán y Eva hubieron comido del fruto prohibido, fueron echados del Jardín de Edén, para cultivar la tierra. Y tuvieron hijos, sí, la familia de toda la tierra”.
Hay una diferencia significativa entre la familia de Adán y Eva y todas las demás creaciones de Dios.
Adán y Eva, al igual que el resto de la humanidad, son la descendencia literal del Dios Eterno del Cielo y la Tierra. Por lo que los hombres tienen en sí mismos las semillas de la divinidad; han sido creados para actuar sobre su entorno y no ser meros objetos que se pueden influenciar.
Satanás está en un extremo del espectro, encarnando la maldad, mientras que Jehová o Jesucristo, el Unigénito de Dios, se encuentra en el otro extremo, personificando la rectitud.
Todo hijo e hija de Dios tiene el albedrío para tomar las decisiones morales que deseen.
Existen personas que eligen seguir y tomar sobre sí las enseñanzas de Jesús que los llevarán de regreso a la presencia de Dios. No obstante, también existen aquellos que siguen y se dejan tentar por Satanás, lo que los llevará a una miseria interminable.
Lo único que debemos recordar es que siempre seremos responsables de nuestras propias elecciones y decisiones.
Fuente: Askgramps