Aún cuando parece que ya no podemos continuar, podemos seguir adelante dando un paso a la vez, teniendo fe a pesar de nuestras dificultades.
En 1846, miles de personas en el medio oeste de los Estados Unidos fueron perseguidas por sus creencias y forzadas a abandonar sus hogares en pleno invierno.
No se consideraban pioneros, pero de pronto lo eran, caminando por el desierto occidental en busca de refugio, un lugar donde pudieran adorar a su Dios y ejercer su fe. Algunos viajaban en carretas, otros en carromatos, pero todos tenían que caminar, caminar y caminar cientos de millas.
No había pavimento, ni restaurantes, ni posadas, ni estaciones de paso para descansar en el camino. Sin embargo, el fuego de su fe los mantuvo calientes, y sus convicciones los mantuvo en movimiento.
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Brigham Young, el líder de la compañía hacia el oeste, enseñó:
“Si bien la fe es buena, la fe unida con el buen juicio es mucho mejor”. (“The Price We Paid: The Extraordinary Story of the Willie and Martin Handcart Pioneers” por Andrew D. Olsen.)
Así lo hicieron los pioneros, hicieron lo mejor que pudieron bajo las circunstancias en las que se encontraban para prepararse, ayudarse mutuamente y viajar juiciosamente. An final, encontraron su remanso de paz y prosperidad en el lugar menos esperado, en un valle desierto al oeste de las Montañas Rocosas. Luego, de alguna manera, florecieron en el desierto como una rosa.
¿Cómo lo hicieron? ¿Cómo tuvieron éxito en circunstancias tan difíciles? ¡La respuesta más simple es que continuaron, persistieron!
No fue fácil, pero nada que vale la pena lo es. En ocaciones durante su viaje, los pioneros fueron ridiculizados siendo objeto de burlas, pero continuaron. La comida a menudo era escasa y los suministros inadecuados, pero continuaron. Su camino atravesaba ríos peligrosos y helados, pero continuaron.
Tal como un escritor observó, los tramos más difíciles del sendero siempre parecen ocurrir cuando los viajeros están en su punto más débil y las estaciones en su peor momento.
A pesar de todo, ellos siguieron adelante.
Cuando nuestro camino parece rocoso, sombrío o incluso impasible, tal vez podamos, a nuestro manera, hacer lo mismo que hicieron los pioneros, seguir adelante juiciosamente con fe en Dios.
Aún cuando no nos sintamos valientes, podemos hacer cosas que requieren valor. Aún cuando parece que ya no podemos continuar, podemos seguir, dando un paso a la vez, con fe en cada uno de esos pasos, y así seguir adelante.
Este artículo fue escrito originalmente por Church News Staff y fue publicado originalmente por thechurchnew.com bajo el título “Does it seem like you can’t keep going? This is what it takes to succeed”
