Nota del editor: Este artículo se publicó en 2019. Lo volvemos a compartir a petición de algunos de nuestros lectores que tienen mucho interés en el tema.
“Cuando muy emocionada le conté a mi madre que quería casarme a los 21 años, su primera reacción fue una gran carcajada y decirme “Estás loca, niña, qué soñadora eres”.
Es muy interesante ver cómo han cambiado las cosas. En la época de nuestros padres lo ideal era casarse a esa edad, y esto es, que había parejas que se consolidaban terminando a penas la edad de la adolescencia.
Sin embargo, hoy nos encontramos frente a un pensamiento completamente diferente, los jóvenes solteros procuran extender lo más que se pueda su etapa de soltería, pues aseguran que el matrimonio implica dejar de vivir lo suficiente, de disfrutar con mayor libertad de aquello que les gusta hacer y, en su mayoría, piensan que casarse jóvenes es frustrar un futuro lleno de metas por cumplir.
Pero lo que no saben es que casarse antes de los 25 tiene más ventajas que desventajas y aquí te lo contamos:
Tendrás más historias por contar
Estar con tu esposa (o) desde muy jóvenes significa que compartirán muchas etapas de la vida, crecerán juntos, tendrán mayor energía y vitalidad como para poder vivir cada momento al máximo y hacer realidad cada locura y aventura que quieran emprender.
Todas estas experiencias serán gratas de recordar y contar a sus futuros hijos y mucho más aun, serán historias que guardarán anhelosamente en sus corazones.
La relación se fortalecerá
Cada meta alcanzada, cada obstáculo vencido y todo lo que hayas pasado con tu esposo hará que se unan más, y es que este es uno de los propósitos del matrimonio, el hecho de que los esposos encuentren un soporte y complemento entre ambos ante diferentes situaciones de la vida, es por ello que todo hará que se vaya forjando un amor fuerte, incondicional y valiente.
Tendrán más energía para prepararse y ser padres
Para nadie es un secreto que ser padres puede llegar a convertirse en un gran reto, esto, a su vez, implica una responsabilidad y dedicación al cien por ciento sobre el bebé.
El tiempo para el bebé se convierte en la mayor preocupación y, por ende, el tiempo dedicado a uno disminuye, es así que al ser una pareja joven tendrán mucha más energía para desempeñar esta función y les será mucho más fácil.
Cabe añadir que esta etapa es hermosa y deberán de disfrutar y aprender juntos.
Disfrutarán de la vida a plenitud
Es erróneo pensar que cuando te casas antes de los 25 te esclavizas, mueres socialmente y te pierdes de vivir. Al contrario, como esposos gozarán de la bendición de tener a un compañero (a) de vida, de diversión, de viajes, etc.
Estando casados no pierdes tu círculo social, al contrario, este se hace más grande, ya que tus amigos y los de tu pareja también pueden llegar a ser tus amigos y entablar grandes relaciones de amistad.
La vitalidad y adrenalina en los esposos jóvenes se encuentran a flor de piel y esto hace mucho más enriquecedora la relación de pareja.
Cumplirán más metas al trabajar en equipo
Estar juntos desde tan pronto supondrá que ambos pondrán de todo su esfuerzo para alcanzar sus metas tanto personales como de familia, compartirán sus logros, y la satisfacción a consecuencia de ello será mucho mayor.
Ambos se vuelven más responsables
El matrimonio es un cambio radical en la vida de ambos y las decisiones que se tomen a partir de esos momentos serán pensando ya en un futuro y en el crecimiento de ambos, esto trae consigo un nivel de responsabilidad y madurez mucho mayor.