Como cristianos estamos expuestos a cualquier tipo de comentarios, ya sean positivos o negativos.
En ocasiones podemos escuchar frases como: “y así dices ser cristiano” o “¿eso te enseñan en tu iglesia?”
Si alguna vez te han dicho esto, sabes lo molesto que esto puede llegar a ser.
Aunque a veces lo dicen de broma, en ocasiones esto ha sido el inicio de muchas preguntas sobre cómo podemos ser buenos discípulos del Señor sin que nuestra manera de comportarnos diga todo lo contrario.
Lamentablemente, este tipo de acusaciones genera culpa y presión, no un cambio basado en el amor a Cristo.
Pensando en esto, aquí te comparto 3 cosas que deberías recordar.
Procuramos ser mejores cada día
“Como está escrito: No hay justo, ni aun uno” – Romanos 3:10
Dedicamos nuestra vida y esfuerzo al Señor, pero lo cierto es que todavía hay muchas cosas en las que debemos mejorar.
Ahora, que seamos imperfectos no es una excusa para justificar los errores que cometemos, sobre todo cuando estos tienen un efecto negativo en los demás.
Nuestra fe en Cristo y las enseñanzas de Su Evangelio son lo que nos cambia, lo que nos transforma en discípulos Suyos.
Si somos más atentos a los susurros del Espíritu Santo, entonces también seremos capaces de entender lo que el Señor desea que mejoremos.
No somos “cristianos perfectos”
“Sí, venid a Cristo, y perfeccionaos en él, y absteneos de toda impiedad” Moroni 10:32
Frecuentemente, se nos estereotipa como personas “perfectas”, las cuales no tienen cargas, molestias, pesares o pruebas. En realidad, es todo lo contrario.
Como seres humanos, deseamos mostrar lo mejor de nosotros mismos, sin embargo, también lloramos y atravesamos problemas en todas las ámbitos de nuestra vida.
Lo que nos diferencia como cristianos es que, a pesar de las pruebas y dificultades, buscamos acercarnos más a Cristo y depositar nuestra confianza en Él cuando ya no podemos más.
Nos seguimos esforzando
“Más bien, sed benignos los unos con los otros, misericordiosos, perdonándoos los unos a los otros, como también Dios os perdonó a vosotros en Cristo”. -Efesios 4:32
Algo que debemos de rescatar como personas es que aunque seguimos siendo imperfectos, seguimos luchando para un día llegar a ser como Él, no nos damos por vencidos.
Gracias al sacrificio que Jesucristo realizó por nosotros, ningún error o pecado puede ser limitante, podemos empezar de nuevo y seguir avanzando. Cada día es una nueva oportunidad.
Lo cierto es que no somos cristianos porque somos personas perfectas, somos cristianos porque Él es bueno con nosotros y decidimos seguir Su ejemplo.
En ese camino habrán obstáculos, pero sabemos que Él valorará nuestro esfuerzo.
Fuente: Instagram