Pregunta
En Romanos 9:13-24 dice:
“Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ninguna manera!
Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra.
De manera que del que quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece. Me dirás entonces: ¿Por qué, pues, inculpa? Porque, ¿quién ha resistido a su voluntad?
Antes bien, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo labró: Por qué me has hecho así?
¿O no tiene potestad el alfarero para hacer de la misma masa un vaso para honra, y otro para deshonra?
¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción,
Y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria; a los cuales también ha llamado, a saber, a nosotros, no solo de los judíos, sino también de los gentiles?”
En base a esto, tengo las siguientes preguntas:
- ¿Dios crea seres solo para condenarlos?
- Si Dios creó todas las cosas, significa que Satanás es su creación.
- Si Satanás es creación de Dios, entonces Él sabía desde el principio que era un “vaso de ira preparado para destrucción”. ¿Cómo es esto justo?
La Biblia dice que Satanás se llevó a un tercio de los ángeles del cielo, también declara que Dios es omnipotente, omnisciente y todo amor. ¿Él sabía desde el principio que estaba creando personas que caerían? Si es así, ¿cómo es esto justo?
Respuesta
Gracias por compartirnos tus preguntas, abordaremos cada una de ellas.
¿Dios crea seres solo para condenarlos?
Por supuesto que no. Lo importante de recordar es que cuando Dios crea algo, no es como la creación del hombre. El hombre solo puede crear objetos inanimados y, por supuesto, los crea a partir de material preexistente.
Todas las creaciones de Dios también están hechas de material preexistente, nunca hubo nada que se hiciera de la nada.
Las creaciones de Dios son una trinidad en su naturaleza, todas están compuestas por tres componentes esenciales: inteligencia, espíritu y materia.
En cuanto al concepto de inteligencia, las Escrituras nos dicen:
“También el hombre fue en el principio con Dios. La inteligencia, o sea, la luz de verdad, no fue creada ni hecha, ni tampoco lo puede ser”. – (Doctrina y Convenios 93:29).
El hombre es la creación principal de Dios, de hecho, los espíritus de los hombres son descendencia literal de Dios.
Cuando los espíritus nacen de Dios, se les dota de inteligencia preexistente. Cada creación es inteligente, en mayor o menor medida, ya que hay un espectro de inteligencia, como indica la siguiente escritura:
“Y el Señor me dijo: Estos dos hechos existen: Hay dos espíritus, y uno es más inteligente que el otro; habrá otro más inteligente que ellos; yo soy el Señor tu Dios, soy más inteligente que todos ellos”. (Abraham 3:19)
Ahora, el concepto de inteligencia implica una acción inteligente, para lo cual debe haber alguna responsabilidad. Así que Dios reconoce la agencia (responsabilidad) de sus creaciones, limitada a la esfera en la que Él las ha creado. Por lo tanto, ha dicho:
“Toda verdad es independiente para obrar por sí misma en aquella esfera en que Dios la ha colocado, así como toda inteligencia; de otra manera, no hay existencia” (Doctrina y Convenios 93:30).
Entonces, las creaciones de Dios no son autómatas; tienen la capacidad de usar su inteligencia al actuar en su entorno y son libres de hacerlo, y también son responsables de lo que hacen.
Por lo tanto, Dios no crea a Sus hijos e hijas solo para condenarlos. Los crea para bendecirlos, honrarlos, enseñarles e instruirles, infundirles Su Espíritu, para que aprovechen al máximo su oportunidad de crecer hasta llegar a ser como el Padre Celestial.
Él está ansioso por bendecir a Sus hijos, sin embargo, si son desobedientes, para su propio bien deben ser castigados. El castigo en sí mismo es una bendición, diseñada para hacer que cambien de rumbo y regresen a la senda correcta.
Si Dios creó todas las cosas, significa que Satanás es su creación
Satanás es una creación de Dios en el mismo sentido en que todos los demás hijos e hijas espirituales del Padre son creaciones de Dios. El nombre de Satanás es Lucifer, que significa portador de luz.
Las Escrituras confirman que Satanás era un “hijo de la mañana” (Isaías 14:12), de esto entendemos que estuvo entre los primeros hijos nacidos de Dios. También aprendemos que estaba en autoridad ante Dios:
“Y esto también vimos, de lo cual damos testimonio, que un ángel de Dios que tenía autoridad delante de Dios, el cual se rebeló en contra del Hijo Unigénito, a quien el Padre amaba y el cual estaba en el seno del Padre, fue arrojado de la presencia de Dios y del Hijo, y fue llamado Perdición, porque los cielos lloraron por él; y era Lucifer, un hijo de la mañana”. (Doctrina y Convenios 76:25-26).
Pero Satanás tampoco fue creado como un ser autómata, sino como un hijo de Dios con el potencial de gran poder y autoridad. Al hacer uso de su albedrío e inteligencia, eligió el orgullo, la arrogancia y la determinación de reemplazar a Dios como el gobernante del universo.
Así que, por las acciones de las cuales fue responsable, fue arrojado al infierno y se convirtió en el diablo, el enemigo de toda rectitud.
Si Dios sabía desde el principio que Satanás era un “vaso de ira preparado para destrucción”, ¿dónde está lo justo?
Dios creó a Satanás, pero no creó la inteligencia que fue la fuente del carácter de Satanás. La inteligencia, o la luz de la verdad, no fue creada ni hecha, ni puede serlo.
Dios habría sido injusto si no hubiera reconocido el albedrío o la responsabilidad que vienen de los pensamientos, palabras y acciones que cada una de Sus criaturas.
El hecho de que Dios conozca todas las cosas (2 Nefi 9:20, Doctrina y Convenios 130:6-7) no implica que exista una predesitnación.
Aunque Dios conoce lo que llamamos futuro, el hombre sigue siendo responsable ante Dios por las decisiones que toma, porque son obra de su propia mente y afectan los pensamientos, palabras y acciones de aquellos que interactúan con él, ya sea para bien o para mal.
Fuente: AskGramps
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