La vida como una enfermera forense que se ocupa principalmente de las personas que han sobrevivido una violación es una carrera que está “inmersa en un gran trauma y tristeza”, expresó Julie Valentine durante su discurso devocional en la Universidad Brigham Young en Provo, Utah.
“He acompañado a la mayoría de mis pacientes durante el peor momento de sus vidas. Pero por otro lado, algunos de ellos tienen en común una vida llena de traumas y abusos. En mi trabajo, parece haber una cantidad interminable de desesperanza, brutalidad y dolor”.
Ella compartió un mensaje específico para los sobrevivientes de cualquier tipo de abuso:
“Oro para que comprendan que la sanación es un proceso largo y es diferente para cada persona. Sean buenos y pacientes con ustedes mismos. Oro para que crean en su realeza como hijo de Dios.
Oro para que sepan que son amados por su Padre Celestial, quien ve su valor y belleza sin fin. Oro para que se sientan rodeados por la sanación y la esperanza que nos brinda nuestro Salvador, Jesucristo, y Su expiación.
Oro para que reciban la fuerza de quienes los aman. Oro para que crezcan en su capacidad de sentirse fuertes y empoderados para sanar y florecer”.
Valentine dijo que frecuentemente comparte con sus pacientes una tarjeta con una foto de flores de azafrán y la palabra “florecer”.
Las flores de azafrán son las primeras en emerger cuando el invierno empieza a llegar a su fin, lo que indica la llegada de la primavera.
Las flores púrpuras con frecuencia emergen de la nieve en Canadá, es por eso que el nuevo Templo de Winnipeg, Manitoba está decorado con una bella flor de azafrán en la base del campanario del templo.
El mensaje de Valentine para los sobrevivientes es:
“Así como las flores de azafrán emergen después de un invierno largo, frío y oscuro, es mi deseo que puedan emerger de su dolor y sufrimiento para florecer y compartir su belleza con el mundo”.
Valentine les dijo a los estudiantes de BYU que tienen la responsabilidad divina de usar su fuerza e influencia para hacer el bien. Aquellas acciones ayudarán a disminuir la violencia sexual y de pareja.
“A menudo me preguntan cómo se puede realizar la difícil tarea de cuidar a las personas afectadas por la violencia. Mi respuesta es: “¿De qué manera no pueden hacerlo?”. Pueden realizar esta labor porque sé que tienen la responsabilidad divina de usar su fuerza e influencia para el bien”.
Julie Valentine también habló sobre la importancia de los estudios y las experiencias que puedan tener en la universidad.
“Usen su fuerza para aprender y crecer. Dedicarse a ustedes mismos refleja su amor propio y autoestima.
Recuerden, el segundo mandamiento de amar a su prójimo como a sí mismos afirma que debemos amarnos a nosotros mismos. Sean buenos con ustedes mismos, inviertan en su educación, talentos, habilidades y relaciones”.
Otro recordatorio fue que todas las personas comparten la responsabilidad de ayudar a quienes han pasado por un momento de violencia y abuso:
“Usemos nuestra influencia y fuerza para elevarnos, sostenernos y sanarnos los unos a los otros.
Las pequeñas acciones, aparentemente insignificantes, como decir “Estoy ahí para ti” o “Tú me importas” o simplemente sentarse en silencio con ellos, hacen la diferencia.
Expresemos el amor de Dios a aquellos que se han olvidado de lo que son capaces y quiénes son”.
Fuente: Deseret News