La tasa de abuso que ocurre en las iglesias de todas las denominaciones es demasiado alta.
Si bien es cierto que los niños corren un riesgo mayor de abuso en la escuela, las iglesias pueden y deben mantener un estándar más alto.
Abordar este tema es difícil, sin embargo, es necesario para el bienestar espiritual, físico y mental de los hijos e hijas de Dios.
Las tasas de abuso son entre un 75% y un 83% más bajas en la Iglesia de Jesucristo, un número que muchos no esperarían. Esto tiene una explicación.
A continuación te compartiré 6 teorías de por qué esta tasa es tan baja en la Iglesia.
1. Se ha enseñado sobre el abuso desde hace mucho tiempo
En 1985, la Iglesia publicó un folleto llamado “Abuso infantil: ayudas para los líderes eclesiásticos”.
En él, se enseñaba a los líderes a tomar en serio los reportes de abuso, a creer en la víctima, tratarla con compasión así como una manera de proporcionarle la ayuda adecuada.
A mediados de la década de 1990, casi todas las iglesias o denominaciones hablaban de estos temas, sin embargo, era un tema que rara vez se abordaba en la década de 1980.
En 1996, cuando Mike Wallace, un reconocido periodista estadounidense, le preguntó al presidente Hinckley sobre el abuso, él respondió:
“Estamos haciendo todo lo posible para mitigarlo. Estamos enseñándole a nuestra gente. Estamos hablando de eso”.
En la conferencia de abril de 2022, el élder Patrick Kearon habló explícitamente en contra del abuso. Para octubre de 2022, el presidente Nelson usó un lenguaje muy fuerte para condenar el abuso.
Otras iglesias hablan del abuso, pero no así, no con tanta frecuencia y consistencia.
2. La existencia de organizaciones establecidas geográficamente
La mayoría de las iglesias no están organizadas geográficamente y a los miembros no se les asigna una congregación local para asistir. Van a donde deseen y pueden cambiar de lugar cuando quieran.
En cambio, cuando un miembro de la Iglesia de Jesucristo se muda a otra ciudad o país, su número de membresía lo sigue.
Esto es lo que puede pasar: si un posible abusador asiste a la Iglesia ABC y se da cuenta de que su comportamiento ha llamado la atención del liderazgo de esa iglesia, fácilmente puede dejar de asistir a esa capilla y, a la semana siguiente, irá a otra parte de la ciudad para asistir a otra iglesia donde nadie lo conoce.
En la Iglesia de Jesucristo, las personas asisten a la Iglesia con sus vecinos, en un área geográfica específica. Si un posible abusador comienza a generar sospechas, no puede cambiar fácilmente de unidad. Si quiere hacerlo sin levantar sospechas, tendría que mudarse a un distrito (o municipio) diferente.
3. El anuncio público de las asignaciones y servicios en la Iglesia
En la mayoría de las iglesias, alguien puede convertirse en voluntario en el ministerio de niños sin mucha dificultad.
Si la iglesia es grande, la mayoría de los miembros nunca sabrá que esta persona trabaja con niños. No se realiza ningún anuncio público de su posición.
En la Iglesia de Jesucristo, si eres llamado a dar clases, todos en el barrio se enterarán porque el llamamiento se anuncia ante la congregación y, en consecuencia, los miembros dan una señal de que apoyarán a la persona en su nueva responsabilidad.
Si un miembro del barrio tiene información sobre el comportamiento pasado de esta persona, es posible que no se sienta cómodo al levantar la mano para oponerse al llamamiento, pero es casi seguro que se sentirá cómodo teniendo una conversación con el obispo al respecto.
4. Hay una diferencia en que te llamen y que te ofrezcas como voluntario
Si alguien quiere trabajar con niños, tiene que esperar a que sea llamado.
Las personas a veces pueden ofrecerse como voluntarias, y un obispo o presidente de rama estaría encantado de saber de su disposición, sin embargo, aún tendrían que pasar por el sistema de recibir un llamamiento, un proceso que no sucede al llegar a una nueva comunidad de la Iglesia.
El sistema de llamamientos hace que el acceso de los posibles abusadores a los niños sea significativamente menor que en otros lugares.
5. La presencia de matrimonios y familias
Las posibilidades de abuso disminuyen cuando un niño vive en su casa con ambos padres biológicos, y aumentan cuando no es así.
Debido a que la Iglesia de Jesucristo tiene un énfasis tan fuerte en la importancia del matrimonio y la familia, más niños en la Iglesia viven en casa con ambos padres biológicos que en otros lugares.
Además, el riesgo para los niños aumenta sustancialmente cuando un varón sin parentesco biológico vive en el hogar, como el novio de la madre.
El simple hecho de que estos escenarios no sean comunes entre los miembros Santo de los Últimos Días reduce el riesgo para sus hijos e hijas.
6. La existencia de un liderazgo femenino
La gran mayoría de los abusos sexuales se realizan por hombres. Sí, hay mujeres abusadoras, pero 99 de cada 100 abusadores son hombres. En la mayoría de los grupos de jóvenes en las iglesias, el liderazgo es completamente masculino.
Es probable que haya mujeres voluntarias, pero no tienen el mismo tipo de responsabilidad por el cuidado de los jóvenes que tienen los hombres. En cambio, las adolescentes en la Iglesia de Jesucristo cuentan con mujeres llamadas para liderarlas.
Y aunque una mujer joven puede tener un maestro de escuela dominical o de seminario varón, también tiene una mujer adulta cuya responsabilidad es velar por sus necesidades espirituales.
En esto, las mujeres en la Iglesia de Jesucristo tienen algo que muchas otras mujeres no tienen.
Cualquier tipo de abuso es demasiado. Cada caso de abuso representa una terrible violación de confianza y un daño al alma.
Si deseas saber más sobre las directrices de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días con respecto al abuso, lee el manual completo aquí.
Fuente: Public Square Magazine