Durante el fin de semana, un individuo irrumpió en el Templo de St. George, Utah y causó daños estimados entre 10 mil a 15 mil dólares.
La buena noticia es que la persona está bajo custodia y ha sido acusada de una larga lista de infracciones, delitos menores y graves.
La mala noticia es que si deseas una redacción completa del incidente que incluya el nombre, la cara y el historial criminal de la persona, no la obtendrás aquí. No le daremos publicidad gratuita a esta persona ni a lo que representa. Lo que sí haré es escribirle una petición a este vándalo y a todos los que se entregan a la innecesaria destrucción de propiedades.
En el principio…
Cuando Dios creó este universo, lo hizo para que haya oposición en todas las cosas.
Lo primero que hizo fue separar la luz de la oscuridad. Creó un límite entre dos cosas opuestas. Es necesario para la estructura de la realidad que haya una diversidad de cosas y que estas cosas a veces estén en oposición. Esta necesidad se filtra hasta en el estado de nuestras sociedades.
Me encanta vivir en un país donde la gente no siempre está de acuerdo con las cosas. Las ideas diversas y la capacidad de hablar sobre ello son el corazón de la libertad y la buena conversación.
Entonces, de alguna manera, no odio el hecho de que este vándalo tenga ideas que vayan en contra del mormonismo. Me alegra que tenga ideas y me alegra que lo lleve a la acción. Necesitamos más personas en este mundo que se sientan empoderadas por sus ideas, sin embargo las acciones que toman la forma de destrucción innecesaria y sin sentido no tienen valor. No logran nada.
Al irrumpir en un lugar de adoración y destrozar sin sentido la propiedad, tus acciones han hablado más fuerte que tus ideas. De hecho, tus ideas nunca serán escuchadas o entendidas apropiadamente porque todas las personas sabrán que fuiste arrestado por allanamiento de morada. Te has silenciado a ti mismo. Si quieres protestar contra la Iglesia Mormona, hazlo de una manera que tus ideas sean realmente escuchadas. Únete a la conversación de un siglo entre la Iglesia y a aquellos que se oponen a ella.
Esta conversación, aunque a veces problemática, es necesaria para la salud de la Iglesia y sus miembros. A través de esta conversación, las ideas se pueden agudizar, refinar y clarificar. El hacerlo correctamente, puede llegar a ser mutuamente edificante, sin ella, nos quedamos en habitaciones con ecos donde nuestras ideas no hacen más que rebotar la una con la otra y estancarse.
Lo mismo sucede en la naturaleza. Los animales a veces pueden evolucionar sin competir por los recursos. Cuando un nuevo animal es introducido a su hábitat, pueden extinguirse porque el nuevo animal está mejor adaptado al medio ambiente. Aquella competencia por los recursos fomenta una adaptación fuerte y única en la evolución animal y es la razón por la cual la vida silvestre en la Tierra es tan increíblemente diversa.
En una conversación, las reglas son las mismas, pero el recurso por el que competimos son los oídos de la audiencia, sus ojos y, a veces, sus almas.
Mi petición
Finalmente, aquí está mi petición para el vándalo: Únete a la conversación.
¿Tienes un problema con los mormones?
Estupendo, pero hablemos de eso. Romper las cosas y lastimar a las personas es una manera pobre de expresar tus ideas. Si no quieres unirte a ella, esto es en lo que te convertirás: Sólo otra persona sin rostro en el mar de personas que son arrestadas.
Hay una gran cantidad de enemigos mormones y, lo siento, son mucho mejores para odiarnos que tú. Cuando salgas de la cárcel, únete al resto de nosotros en la Conferencia del Diálogo, donde tu voz quizá sea escuchada. Porque a partir de ahora, tus acciones e ideas serán olvidadas.
Este artículo fue escrito originalmente por Madison y fue publicado por ldsliving.com bajo el título: “A Plea to the St. George LDS Temple Vandal”