“El testimonio de un hombre que se convirtió a la Iglesia después de haber sobrevivido a doce disparos de uno de los fugitivos más buscados de los Estados Unidos.”
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Shivam Shah, de veinticuatro años, nació en la India y se crió en Kenia, pero bromea que le tomó mudarse a Draper, Utah, para que le dispararan. Fue un intento de homicidio que acaparó los titulares de todo los Estados Unidos, pero aún así Shah no recuerda ese evento como un día aterrador en el que casi perdió la vida, sino que lo recuerda como el día en que Dios salvó su vida, que lo puso en el camino que lo ayudaría a comprender la realidad de los milagros, la gracia y el amor de nuestro Padre Celestial.
A una temprana edad, Shah se dio cuenta del poder que tienen las elecciones en nuestras vidas. Después de haber vivido en la India hasta la edad de 8 años, haber crecido y haber asistido a la escuela secundaria en Kenia, y haberse licenciado en Tampa, Florida, Shah se describe a sí mismo como “perdido en la transición”.
“Era un chico muy odioso, de mal genio, agnóstico y loco. Nunca creí en nada”, compartió Shah, reconociendo que sus primeros años de vida estaban llenos de errores, ira y malas elecciones.
De hecho, cuando tenía 15 años, Shah pasó 12 horas en una prisión de Kenia como resultado de esas malas elecciones. “Estaba lanzando fuegos artificiales en mi patio, lo cual es ilegal en Kenia. Fue alrededor de la medianoche, casi terminaba con los fuegos artificiales, cuando veo un patrullero en mi puerta. En ese momento, supe que estaba en problemas. Comencé a llorar mientras ponía una cara inocente, pero a la policía nunca le importó. Me subieron al auto, y en todo el trayecto hasta la estación de policía, seguí pensando en esa mala decisión. Fue solo una decisión equivocada… Pasé las siguientes 12 horas en la cárcel, y todavía recuerdo cada minuto de ese día.”
Shah también entiende el poder de una buena decisión para transformar vidas y formar eternidades. De hecho, él acredita todo su éxito y felicidad hoy con una decisión: elegir ser bautizado como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Aprendiendo sobre los Mormones
Shah estaba terminando su carrera en Florida, buscando su próximo paso en la vida cuando su familia decidió dejar todo atrás en Kenia y mudarse a Draper, Utah, para comenzar una nueva vida.
Cuando el padre de Shah lo llamó por primera vez para contarle sobre esta nueva oportunidad en Salt Lake City, Shah pensó que era una extraña coincidencia. Acababa de terminar de ver un programa en Netflix que detallaba el papel que los mormones desempeñaban en los ferrocarriles Union y Central Pacific, y ahora su familia se estaba mudando cerca de la sede de la Iglesia SUD.
Shah decidió unirse a su familia cuando comenzaron a establecerse en un lugar extranjero. Él dice: “Podría relatar toda mi historia con la historia de Lehi/Nephi, cómo dejaron todo y simplemente subieron a bordo. Creo que el Señor estaba, sin duda alguna, mirándonos y creo que nos ha traído aquí para una propósito.”
Mientras buscaba una nueva casa o apartamento, la familia vivía en un hotel. Sha encontró folletos sobre el Libro de Mormón, el plan de salvación y otros temas que había dejado un Presidente de misión que se había quedado en la habitación anteriormente. Al no tener nada mejor que hacer, Shah comenzó a leer.
Al día siguiente, cuatro misioneros tocaron la puerta del hotel de Shah, uno de los cuales era de Francia. Shah se sorprendió por el momento de su visita, sintiendo que era algo más que coincidencia lo que unía estos encuentros. Shah siguió pensando: “¿Cuál es la probabilidad de que un chico francés le enseñe a un joven de la India en Estados Unidos? Esto tiene que significar algo. Tengo que prestar atención a esto.”
La primera lección que los misioneros le enseñaron a Sha fue sobre la naturaleza de la Trinidad y Shah se sintió cautivado por la idea del Espíritu Santo y su habilidad para proteger, guiar y fortalecer vidas.
“Después de un par de lecciones, los misioneros humildemente me pidieron que orara”, dijo Shah. “Al principio, estaba algo confundido, pero por primera vez esa noche, me arrodillé y oré al Señor Jesucristo. Mi vida dio un giro drástico para siempre. Oración tras oración, todo mi mal temperamento comenzó a desaparecer. Mi familia se sorprendió bastante al ver este cambio en mí… Vieron que estaba tratando de cambiar, por lo que me brindaron un gran apoyo desde el primer día.”
Protegido por el Espíritu
Poco después de que comenzó a orar, Shah recibió una copia para niños del Libro de Mormón de los misioneros y prometió leerla. Al mismo tiempo, encontró un nuevo trabajo y comenzó a trabajar en turnos nocturnos en un hotel en Draper.
En una noche atronadora en mayo de 2016, Shah estaba en el hotel con su hermano menor, que a menudo lo acompañaba durante estos largos turnos nocturnos. A las 2 a.m., mientras Shah leía un Libro de Mormón para niños que los misioneros le habían dado para poder tener una mejor visión de lo que era el Libro de Mormón, un hombre entró al hotel.
“Estaba completamente tatuado, tartamudeaba y temblaba. Me dijo: ‘Alguien estaba tratando de matarme en la parte trasera de tu hotel’” dijo Shah. “Ese era el momento en que ocurrió el tiroteo en los clubes nocturnos de Florida, por lo que fue un período bastante intenso en los Estados Unidos.”
Cuando Shah comenzó a interrogar al extraño, él recordó: “Mi primer pensamiento fue que ese tipo tenía que estar bajo cierta sustancia”. Después de mirar en el registro, Shah no pudo encontrar el nombre del hombre en ninguna parte, por lo que le pidió al hombre que se fuera antes de reunir su valor y salir en la noche tormentosa para investigar.
A sólo 10 metros de las puertas del hotel, Shah vio a un hombre a unos 20 metros de distancia que estaba actuando de forma errática.
“Estaba bastante oscuro, así que no pude verlo bien, pero por la forma en que se comportaba, era muy sospechoso. Estaba agachándose debajo de un camión e intentando mirar lo que estaba pasando. Comencé a retroceder. Entonces, de repente, vi una chispa en su mano y oí un sonido, el sonido de una bala”. Cuando Shah comenzó a huir lejos de su atacante, el recordó claramente: “Pude escuchar dos sonidos: uno de la bala que salía del arma y otro de la bala que pasaba a mi lado.”
Shah recuerda haber pensado: “Nada me había tocado, eso fue una locura”. Shah se agachó detrás de un vehículo cercano, la adrenalina intensificó todos sus sentidos mientras su corazón latía con fuerza. Todavía estaba a unos metros de la puerta del hotel, pero su atacante todavía seguía disparando, y Shah podía oír los disparos cada vez más fuertes a medida que el hombre se acercaba al vehículo. Aparte del miedo casi paralizante, todo en lo que Shah podía pensar era en volver con su hermano dentro del hotel.
“Simplemente reuní algo de fuerza y me levanté”, dijo Shah. “Disparó de nuevo. Le dio al auto pero no a mí. Cuando llegué al hotel, agarré a mi hermano, llamé a la policía, me habían disparado 12 balas.”
Media hora después de llamar a la policía, Shah recuerda que un oficial que llevaba “una pistola enorme, nunca había visto una pistola tan grande” en el hotel y le informó que las unidades K-9 habían capturado al sospechoso. Shah se enfrentó a los periodistas que rodeaban el hotel, haciéndole preguntas, tratando de entrevistarlo. “Estaba tan asustado en ese momento. No quería mostrar mi rostro” commpartió Shah.
Esa mañana, Shah renunció a su trabajo y, mientras trabajaba con los detectives para presentar informes policiales, Shah supo que el hombre que lo atacó había sido uno de los 10 primeros fugitivos más buscados en el estado de Utah y que pertenecía a un grupo de supremacía blanca llamado Hermandad Aria.
Shah recuerda a uno de los detectives le dijo: “Hijo, no sé lo que fue, pero en mis 40 años de servicio, nunca he visto a alguien fallar en un rango de distancia tan corto como ese.”
Pero Shah entendió qué poder le salvó la vida. A pesar de vivir 22 años como agnóstico, Shah recordó lo que los misioneros le enseñaron el primer día que llamaron a su puerta. En ese momento, Shah no podía negar la existencia de un Padre Celestial amoroso o Su gracia por más tiempo.
“Puedo tener suerte una vez, dos veces, tal vez tres veces, pero no 12 veces. A la mañana siguiente, llamé a los misioneros y les dije: ‘Elderes, ¿recuerdan el Espíritu Santo del que me estaban hablando? Creo que ese fue el Espíritu Santo, me salvó 12 veces.’”
Él testifica: “Debido al poder divino del Señor y la protección del Espíritu Santo, ni una sola bala me tocó”.
Encontrar milagros en la iglesia
Shivam Shah fue bautizado como miembro de la Iglesia en agosto de 2016, cuando cumplió 22 años. “Fue un sentimiento diferente… Fue surrealista”, expresó Shah sobre su bautismo. “Salí del agua y fue como, ‘Woah, ahora soy parte de algo más grande’… Desde ese momento, siempre quise compartir mi historia, compartir lo que sentí.”
Un mes después de su bautismo, el hermano de Shah siguió sus pasos y se convirtió en miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Aunque su madre todavía es hindú, a menudo asiste a los servicios de la Iglesia con sus hijos.
Mientras Shah reconoce el milagro que lo salvó de ser asesinado ese mayo de hace dos años, también reconoce los cientos de milagros que trae el Evangelio a su vida todos los días.
“Es una locura cómo el Señor ha cuidado a nuestra familia y nos ha traído de la nada a algo grandioso. Creo que toda esta experiencia me ha enseñado que el Señor tiene respuestas para todo. Tiene respuestas para cada situación. He visto sus tiernas misericordias y muchas bendiciones.”
Entre esas bendiciones está la forma en que el Señor ha cambiado el corazón de Shah, él compartió: “Me despertaba con una dosis doble de expreso y dormía con una botella de cerveza al lado de mi cama”, pero una vez que los misioneros le enseñaron sobre la Palabra de Sabiduría y se comprometió a seguir al Señor, todos sus deseos de café y alcohol desaparecieron, casi de la noche a la mañana.
Él ha experimentado bendiciones similares ya que se sacrificó para obedecer la ley del diezmo y recibió en respuesta cheques no anticipados por correo o ingresos inesperados cuando más lo necesitaba. La conversión de Shah es un ejemplo de cómo la mano del Señor se manifiesta en las vidas de quienes lo buscan.
Actualmente, Shah está trabajando con su madre para traducir el Libro de Mormón a su lengua materna, Gujarati. A menudo él envía mensajes o escrituras a sus familiares en la India, impulsados por el deseo de “compartir lo que he visto, lo que siento a diario”. Shah continuó: “Es verdad. No tengo dudas en mi corazón de que el Libro de Mormón no es verdadero.”
Mientras Shah se esfuerza por compartir el Evangelio de cualquier forma que pueda a través de su historia, charlas fogoneras y la obra misional; él espera poder servir en una misión de tiempo completo y está trabajando para obtener los permisos de visa adecuados.
“Me encantaría mostrarle a la gente la luz que he visto. Voy a la Iglesia ahora y admiro a todos; todos son un gran ejemplo para mí… Se apoyan mutuamente y se aman porque nadie es perfecto. ¿Entenderemos todo en el Evangelio? No lo creo.¿Se enojará Dios si no entendemos? No lo creo. [Pero] si nos damos cuenta de que no somos perfectos y vivimos juntos y nos apoyamos unos a otros, nos amamos, creo que eso es lo que nuestro Padre Celestial quiere.”
Este artículo fue escrito originalmente por Danielle B. Wagner, y fue publicado por mormonhub.com bajo el título: “How Being Shot at 12 Times by a Most-Wanted Fugitive Led One Man to Join the LDS Church: “Not a Single Bullet Touched Me”“