Probablemente, has escuchado el término “apócrifo” en algún momento, el cual puede ser difícil de entender debido a sus diferentes contextos e interpretaciones.
La Biblia es un conjunto de libros que fueron escritos en distintas épocas por diferentes personas. Pero, el hecho radica en que no todos coinciden en qué libro merece estar incluido en el canon bíblico.
Por ejemplo, si lees la Biblia católica, verás que su Antiguo Testamento incluye varios libros que no encontrarás en la Biblia protestante.
Hay libros de la Biblia católica que no están en la Biblia protestante. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Los protestantes ven estas inclusiones católicas como apócrifas; es decir, no las aceptan como sagradas escrituras. Ellas no hacen parte del canon bíblico protestante. Por otro lado, los católicos ven estas obras como deuterocanónicas.
Los protestantes y los católicos han debatido con respecto a este tema desde que el protestantismo apareció en el siglo XVI a.C.
Fue en esa época que los reformistas como Martín Lutero analizaron la Biblia católica. De hecho, Lutero rechazó ciertos libros que estaban incluidos en ella.
Muchos católicos creen que Lutero rechazó aquellos libros deuterocanónicos simplemente porque algunas de sus enseñanzas no se alineaban con su sistema de fe.
Martín Lutero rechazó ciertos libros incluidos en la Biblia católica. Imagen: Internet
Los protestantes decían que aquellos libros en realidad enseñaban falsas doctrinas que contradecían al resto de la Biblia y, por ello, no las consideraban como escrituras inspiradas.
Por su parte, los católicos argumentaban que la traducción original griega del antiguo testamento hebreo (la Septuaginta) contenía esos libros.
La Septuaginta era considerada como escritura en los tiempos de Jesús. Entonces, si aquellos libros eran canónicos, los católicos consideraban que dichos libros debían continuar siéndolos.
Los católicos argumentaban su postura en la Septuaginta para considerar dichos libros dentros del canon bíblico. Foto: Sotheby’s
Hay una infinidad de argumentos por ambas partes. Actualmente, los protestantes creen que los católicos están agregando cosas a la Biblia, mientras que los católicos piensan que los protestantes le están quitando cosas a la Biblia.
Los teólogos de ambos lados están rebuscando en la historia para intentar encontrar una respuesta. Esa es una tarea difícil porque cuando nos adentramos en la historia antigua, hay muchas piezas del rompecabezas que no tenemos.
Entonces, ¿qué es lo que los Santos de los Últimos Días piensan acerca de los textos apócrifos y deuterocanónicos? La posición de los Santos de los Últimos Días es simple.
José Smith le preguntó a Dios si tenía que incluir los libros apócrifos en la Biblia. “American Prophet” por Del Parson
No se basan en argumentos históricos, pero sí en la revelación moderna.
En 1833, el profeta José Smith estuvo trabajando en las “Traducciones de José Smith” de la Biblia, para lo cual utilizó una Biblia protestante que no consideraba los textos apócrifos como canónicos.
Mientras José revisaba la Biblia, fue a los textos apócrifos y se preguntó: “¿Debería incluir los libros apócrifos en la traducción o no?”.
José Smith recibió la respuesta y la registro en Doctrina y Convenios. Imagen: Internet
Él se lo preguntó a Dios y esto resultó en la revelación registrada en Doctrina y Convenios Sección 91:
“De cierto, así dice el Señor concerniente a los libros apócrifos: Contienen muchas cosas verdaderas, y en su mayoría se han traducido correctamente; hay muchas cosas en ellos que no son verdaderas, que son interpolaciones de los hombres.
De cierto os digo, que no es necesario que los libros apócrifos sean traducidos. Por tanto, quien los lea, que entienda, porque el Espíritu manifiesta la verdad; y el que sea iluminado por el Espíritu logrará beneficio de ellos; y el que no reciba por medio del Espíritu no puede beneficiarse.
Por consiguiente, no es necesario que sean traducidos. Amén”.
Los Santos de los Últimos Días creen que los textos apócrifos contienen parte de la verdad. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
En conclusión, los Santos de los Últimos Días creemos que toda la verdad viene de Dios. Creemos que el evangelio de Jesucristo abarca y encierra toda la verdad y que también, como Santos de los Últimos Días, no creemos que tenemos el monopolio de la verdad.
La tomaremos de donde sea que podamos tomarla.
Así que, aunque no incluyamos los textos apócrifos en nuestro canon de las escrituras ni los estudiemos en las clases de la Iglesia, creemos que hay verdad en ello y que aquellos que los estudien con el Espíritu de Dios como su guía, serán capaces de beneficiarse de las verdades que contienen.
