Como Santos de los Últimos Días tenemos muchas cosas resueltas. Además, somos muy buenos hablando coherentemente sobre nuestras creencias. Entonces, ¿por qué seguimos utilizando esta frase común de tres palabras en la que ni siquiera creemos?
Hace un tiempo, publicamos en nuestra página de Facebook una colección de recetas de funeral potatoes que hacían agua la boca.
Las recetas fueron una sensación total. Entre los muchos comentarios que recibimos de nuestros lectores, también notamos una conversación interesante entre algunas personas. Fue algo así:
Persona A: “¿Cómo se atreven a publicar recetas con tanto queso, mantequilla y grasa? Claramente, van en contra de la Palabra de Sabiduría.”
Persona B: “No, no es así. Recuerda, todo con moderación.”
Primero, no estoy aquí para discutir si las funeral potatoes están o no en contra de la Palabra de Sabiduría. (En verdad, espero que no – son tan deliciosas).
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Pero, me llama la atención la pequeña frase de tres palabras que aparentemente utilizamos todo el tiempo en la Iglesia:
“Todo con moderación”
Después de todo, si te detienes por un minuto y lo piensas, ¿qué miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días realmente cree en la frase todo con moderación?
¿Tengo razón?
Usamos esa frase para justificar comer demasiado pastel en el Día de Acción de Gracias [en EE.UU.] (Solo es una vez al año. Eso es moderación).
La usamos cuando necesitamos nuestra Coca Cola dietética de la tarde (¿Tomas cafeína?).
La usamos cuando una película tiene demasiadas malas palabras (“es solo una escena”), y la usamos en cualquier momento en que deseamos disfrutar de algo delicioso. (Estás pensando en las funeral potatoes otra vez, ¿verdad? Está bien. Quédate conmigo aquí).
Pero, ¿por qué la usamos tan frecuentemente si en realidad no creemos en ella?
Definitivamente, los profetas y los líderes de la Iglesia han utilizado esa frase antes. Incluso, en la Conferencia General. Pero, lo que realmente decimos al pronunciar la frase todo con moderación es moderación en todo (lo que no está prohibido).
Me refiero a que puedo enumerar muchas cosas que, como Santos de los Últimos Días, no permitimos en absoluto, ni con moderación.
Sí. Cero. Nada.
Utilicemos el café como ejemplo. No tomamos café. Ni siquiera con moderación.
No alcohol.
No relaciones sexuales antes del matrimonio.
No drogas ilegales.
No nada ilegal.
No fumar.
No personas que no son miembros en los templos dedicados.
No pornografía.
No, no, no. La lista continúa.
Entonces, ¿por qué nos encontramos utilizando constantemente la frase todo con moderación como una excusa para disfrutar demasiado un pastel de cumpleaños, o, incluso, como una razón por la que simplemente “no deberíamos” ir al gimnasio todos los días?
La respuesta es simple: Es nuestra cultura.
Conoces ese momento en el que te encuentras levantando la mano en la Escuela Dominical y diciendo algo como, “Las Escrituras nos enseñan que con gran poder viene gran responsabilidad,” solo para darte cuenta, unos minutos después, de que en realidad ¿citaste una película del Hombre Araña por error?
Es así.
Somos personas sociales. Dependemos el uno del otro para perpetuar historias, enseñanzas, lecciones morales y bromas internas.
Y, hemos escuchado a nuestros líderes y amigos Santos de los Últimas Días usar la expresión todo con moderación un millón de veces antes.
No estoy diciendo que no deberíamos hablar sobre la moderación. Tampoco estoy diciendo que no deberíamos usar esa frase en específico. Pero, cuando lo hagamos, asegurémonos de que la estamos utilizando correctamente y no como una excusa para hacer lo que queramos.
Intentemos usarla con… bueno… moderación.
Artículo originalmente escrito por Collin Bishop y publicado en ldsliving.com con el título “The Four-Word Phrase Latter-day Saints Always Say (But Don’t Really Believe).”