Combatiendo los trastornos alimenticios: Los recursos de Dios para Sus hijos

trastornos alimenticios

Tengo un trastorno alimenticio y he mejorado mucho en mi fortaleza espiritual. ¡Me siento muy bien con respecto a mi fe en mi Señor! ¿Es posible que pueda superar mi trastorno alimenticio solo con mi fe o es necesario que vea a un profesional?

Respuesta

Para muchos, la lucha contra un trastorno alimenticio no es algo fácil de superar o incluso controlar. Me esforzaré por brindarte mi opinión como profesional y como creyente en Jesucristo.

Creo, y he experimentado, la veracidad de las palabras del profeta de que “es por la fe que se realizan milagros” (véase Moroni 7:37). Sé que Dios tiene el poder para sanarte. Él puede retirar tus cargas.

Sin embargo, como la vida mortal se basa en las pruebas, es más probable que Él las aligere o te dé la fuerza para sobrellevarlas, de acuerdo con tu fe.

No podría decirte si necesitas o no ver a un profesional. Sé que parte del ejercicio de la fe consiste en aprovechar los medios que el Señor nos ha proporcionado para resistir y superar nuestras pruebas.

También te puede interesar:Respuesta de un terapeuta: ¿La espiritualidad puede ayudar a la salud mental?

Tal vez hayas escuchado la historia de un marinero cuyo barco tenía un agujero y se estaba hundiendo. Aferrándose a un trozo de madera flotante, el hombre clamó a Dios para que lo ayude. 

Después de un tiempo, pasó un barco. “¡Sube a bordo!”, le gritaron. “No, gracias”, respondió el marinero, “Dios me salvará”.

El capitán de un crucero lo vio y le dijo: “Permítanos ayudarlo”. “No se preocupe”, respondió el hombre, “El Señor me librará”.

Un helicóptero de rescate dejó caer su escalera. “Estoy bien”, le gritó el marinero, “Estoy esperando en Dios”.

Finalmente, el hombre se ahogó. Estando de pie ante el Señor, le preguntó: “¿Por qué no me salvaste?”, a lo que Él le respondió: “¡Te envié un barco, un crucero y un helicóptero!”.

padres celestiales pruebas

No te estoy diciendo que tengas que ir a ver a un terapeuta, pero sí te recomiendo que no lo descartes, así como a ver con un nutricionista, y a cualquier otro medio que te ayude a afrontar lo que puede ser un problema complejo.

Muchos encuentran que la oración, el ayuno, el estudio de las Escrituras y la fuerza de voluntad no son suficientes para superar sus desafíos.

No es porque su fe es insuficiente, ni porque el Señor no pueda sanarlos, sino porque Él ha revelado verdades y conocimiento a través de las ciencias que pueden ser de gran beneficio para nuestros esfuerzos.

Si estás buscando algo específico para superar un trastorno alimenticio, en palabras de los profetas y apóstoles, es posible que no lo encuentres. El presidente M. Russell Ballard ofreció este sabio consejo:

“Mi llamamiento y mis experiencias de vida me permiten responder a cierto tipo de preguntas. Hay otro tipo de preguntas que requieren de un experto en un tema específico. Esto es exactamente lo que hago cuando necesito una respuesta a tales interrogantes: busco la ayuda de otros, incluidos aquellos con estudios y experiencia en esos campos.

A veces me preocupa que los miembros esperen demasiado de los líderes y maestros de la Iglesia, esperando que sean expertos en temas que van más allá de sus deberes y responsabilidades.

El Señor llamó a los apóstoles y profetas para invitar a otros a venir a Cristo… Si tienen una pregunta que requiere de un experto, tómense el tiempo para encontrar a un profesional calificado y atento para que los ayude. Hay muchos… que tienen los estudios y la experiencia para responder y brindarles una ayuda a la mayoría de sus interrogantes” -“Preguntas y respuestas”, devocional de BYU, 14 de noviembre de 2017

Ciertamente, es posible que puedas superar tu trastorno alimenticio únicamente por medio de la fe, “porque para Dios nada es imposible” (Lucas 1:37). Sin embargo, y esto es crucial, si sólo ejercitar tu fe no funciona, no significa que hayas fracasado o que Él lo hizo. 

Tenemos que ejercer nuestra fe de acuerdo con la voluntad de Dios, y eso generalmente significa hacer un esfuerzo, estudiar las opciones que tenemos a la mano, usar los recursos que Él ha proporcionado y dar a otros la oportunidad de servirnos. 

Mi experiencia me dice que es probable que necesites ayuda profesional. ¡Y eso está bien! Es maravilloso que Dios haga posible que tengamos estos recursos para el bienestar de todos los hijos e hijas que los necesitan.

Fuente: ldsliving.com

Deja Tu Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *