Cuando alguien se cae y se hace una herida, todos sabemos que lo primero que debemos hacer es limpiar la herida y detener el sangrado. ¿Pero sabemos lo que debemos hacer cuando alguien está experimentando heridas emocionales?
Muy a menudo descuidamos o escondemos nuestro dolor emocional. Nadie puede saber lo débiles que somos. Deberíamos ser capaces de resistir y superarlo. Pero la verdad es que nadie te pedirá que corras una maratón con una pierna rota.
Nadie te diría “sigue corriendo”. Lo mismo es cierto en nuestra salud emocional. El élder Holland dijo que “no debería avergonzarnos sino que tendría que ser como cuando reconocemos que tenemos que lidiar con la presión arterial alta o con la repentina aparición de un tumor maligno”.
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Primeros auxilios emocionales
El psicólogo Guy Winch habla sobre la práctica de primeros auxilios emocionales y su importancia.
Él dice que cualquier persona que haya sufrido lesiones emocionales sabe que eso “puede ser tan incapacitante como las lesiones físicas”. Luego le da 7 consejos básicos de primeros auxilios emocionales.
1. Presta atención al dolor emocional
Es muy importante que aprendamos a reconocer cuando tenemos dolor emocional. El dolor es el medio por el que el cuerpo le dice a tu cerebro que algo está mal.
Una vez me caí y me lastimé la muñeca. Pensé que era sólo un esguince. Después de tres días le mencioné a mi mamá que todavía me dolía la muñeca. Ella me llevó al médico, me tomaron unas radiografías y resultó que mi muñeca estaba rota.
El dolor me dijo que investigara más mi lesión. El dolor emocional no es diferente. Si el dolor de la pérdida de un ser querido, el rechazo o la soledad no pasa después de un período de tiempo razonable, debes ir más a fondo.
Esto podría significar que hables con un amigo o familiar de confianza o que busques ayuda profesional. Nadie te culparía por ir a ver a un médico por un dolor físico. Asimismo, nadie debería culparte por ver a un médico por dolor emocional. El dolor también puede llevar a problemas físicos.
2. Controla tu reacción instintiva cuando fallas
Las heridas emocionales pueden conducir a otro trauma cuando nos dejamos caer en el espiral de la desesperación. Sobre esto, el dr. Winch compartió:
“El fracaso a menudo puede llevarte a centrarte en lo que no puedes hacer en lugar de centrarte en lo que puedes hacer. Eso puede hacer que sea menos probable que te desempeñes de la mejor manera, lo que hará que te centres aún más en tus deficiencias por lo cual el ciclo continúa.”
Pero podemos aprender a controlar nuestras reacciones instintivas. No tenemos que ser esclavos de nuestras emociones. A medida que examinamos nuestras propias vidas, podemos aprender a comprender aquello que nos hace mal y nuestras reacciones instintivas.
A partir de eso, en teoría, el aprender a controlar nuestras emociones y cuidarnos de aquellos que es dañino para nosotros se vuelve una tarea más simple.
3. Observa con atención y cuida tu autoestima
Algunas veces, como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, tenemos tanto miedo de sucumbir al orgullo que vamos demasiado lejos pero en la dirección contraria.
Sin embargo sí existe un nivel saludable de autoestima. El Dr. Winch incluso califica a la autoestima como “un sistema inmune emocional”.
Cuando sufrimos de baja autoestima, es más que probable que hablemos negativamente de nosotros mismos y que veamos nuestros que errores parecen más grandes de lo que realmente son. La compasión por uno mismo es la cura para un sistema inmune emocional comprometido.
Cuando te sientas mal contigo mismo, el Dr. Winch sugiere que realices el siguiente ejercicio:
Imagina que un amigo se siente mal consigo mismo por razones similares a las tuyas. Escribele un correo electrónico lleno compasión, amor y apoyo. Luego, vuélvelo a leer. Eso es lo que deberías decirte a ti mismo.
4. Cuando los pensamientos negativos estén tomando el control, detenlos con una distracción positiva
¿Sabía que incluso una distracción de 2 minutos puede impedirte ceder a los pensamientos negativos? ¡Es verdad!
La gente a menudo dice que no debes seguir ahondando en los pensamientos negativos, pero a veces es muy difícil no repetir una tontería que dijiste o hiciste una y otra vez.
Así que la próxima vez que esa repetición instantánea te deprima, intenta hacer un pequeño crucigrama o busca imágenes lindas de perros o videos de gatitos. Una pequeña distracción te impedirá enfocarte en los sentimientos negativos y pronto esa necesidad de recurrir a ellos pasará.
5. Encuentra el significado en la pérdida
Bien, esto parece un mal consejo que recibes de alguien que quiere que te olvides de ti mismo. Pero esto puede funcionar, el Dr. Winch expresó:
“La pérdida es parte de la vida, sin embargo, puede asustarnos y evitar que avancemos si no tratamos las heridas emocionales que genera.”
Parte de tratar la pérdida es aceptarla. Podemos llegar a aceptar la pérdida si entendemos lo que hemos ganado de ella. Perder a un amigo cercano o a un miembro de tu familia es difícil, pero tal vez te haya acercado más a otras personas o haya hecho que aprendas cuánto se preocupan por ti.
6. No dejes que el exceso de culpa permanezca en tu vida
Seré la primera en admitir que tiendo a culparme a mí misma por todo lo que sale mal en mi vida, incluso cuando no tuve absolutamente ninguna influencia en lo que salió mal.
La culpa tiene su lugar, pero la culpa excesiva no. El Dr. Winch dice que la culpa excesiva “desperdicia tus energías emocionales e intelectuales, te distrae de otras tareas y te impide disfrutar de la vida”.
Si nos sentimos culpables por algo, podría significar que no hemos ofrecido una disculpa verdaderamente empática. Cuando ofreces una disculpa empática, simplemente admites que te equivocaste y que lastimaste a la otra persona. No inventa excusas ni trata de explicar sus acciones.
7. Aprende qué tratamientos para las heridas emocionales te funcionan
Esto es MUY importante. Y, al igual que las heridas físicas, las diferentes heridas emocionales pueden requerir diferentes tratamientos. A veces todo lo que necesitas es el abrazo de alguien. No necesitas que ellos “arreglen” el problema.
También es importante dejar que la persona que está herida te diga lo que necesita.
Algunas personas se quedan con más dolor después de que alguien intenta “ayudarlas” porque la otra persona en realidad no supo escuchar. Reconocer que alguien tiene dolor sin intentar quitarlo puede ser una manera increíble de ayudar.
La práctica hace al maestro
Como con cualquier otra cosa, la práctica hace al maestro. Se necesita tiempo y experiencia para saber qué tratamientos te harán sentir mejor físicamente, y lo mismo ocurre emocionalmente.
El élder Holland ofreció su consejo cuando dijo:
“Las mentes quebradas se pueden curar de la misma manera que se curan los huesos y los corazones rotos. Mientras Dios trabaja haciendo esas reparaciones, el resto de nosotros puede ayudar siendo misericordiosos, imparciales y amables.”
Presta atención a aquellos en tu vida que puedan estar sufriendo de heridas emocionales. Trátalos como lo harías con alguien que ha sido lastimado físicamente.
Reconoce su dolor y trabaja con ellos para encontrar el tratamiento que más se adecúa a ellos. No los empujes hacia algo que impida su recuperación y sobre todo, sé amoroso.
¿Cómo tratas tus heridas emocionales? ¡Déjanoslo saber en los comentarios!
Este artículo fue escrito originalmente por Lds Living Staff y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “Watch: Latter-day Saint Creates Heartwarming Children’s Christmas Song in English and Spanish”