¿Alguna vez has sentido que tienes una vida ordinaria y aburrida?
En esta era de Instagram y Facebook, vemos a nuestros amigos y conocidos publicar fotos y videos de sus viajes y otras cosas increíbles que suceden en sus vidas.
Todo esto a veces puede hacernos sentir que si no tenemos nada interesante que publicar, significa que nuestras vidas no deben ser tan buenas.
Sin embargo, lo que perdemos cuando tenemos estos pensamientos no es la oportunidad de viajar o tener y hacer cosas increíbles. Nos perdemos la oportunidad de ver nuestras vidas y encontrar las grandes aventuras que hemos experimentado, estamos experimentando y experimentaremos, incluso las que parecen ser simples y triviales.
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La maravilla y las alegrías de la infancia
Cuando pienso en los recuerdos de mi infancia, me sorprendo de lo increíble que era mi imaginación. Crecí sin tener muchos juguetes porque mi familia sólo tenía suficiente para nuestras necesidades básicas, sin embargo, cuando pienso en mi infancia siento que no me faltó nada.
Recuerdo que jugaba en la calle e imaginaba que era un soldado y me raspaba las rodillas al escabullirme tratando de esquivar las balas.
Hubo un tiempo en el que creía que era una sirena, en el que me dio insolación por permanecer en la playa durante largos períodos de tiempo.
También aprendí a hacer arroz al jugar a la casita, escabulléndome en la cocina para tomar un puñado de granos y cocinarlos en una lata, con fuego real hecho de ramitas. En ese entonces mi padre, quien era bombero, cuando me atrapaba con mis amigos nos daba charlas sobre los incendios.
¡Esos momentos no tienen precio! Estoy agradecida por todos ellos: las travesuras y los momentos de aprendizaje.
Citas, cortejo y matrimonio
Enamorarse es una gran aventura. La gente puede o no estar de acuerdo, pero el amor es una hermosa aventura.
Mi encuentro con el amor comenzó con los enamoramientos que tuve cuando era adolescente. Con las mariposas en el estómago, aprendí que el amor no siempre es diversión y emoción. También puede involucrar dolor y traición.
Recuerdo el extraño y emocionante sentimiento que venía cuando me gustaba alguien. También recuerdo los momentos en los que tuve que darle paso a otras chicas porque teníamos el mismo crush.
Cuando recuerdo aquellos momentos no puedo evitar sonreír y también me doy cuenta de que algunas relaciones son más importantes que otras. No es de extrañar que el amor sea la historia más común y el tema central de casi todas las canciones. Nos lleva por una montaña rusa.
Pero para mí, la mayor aventura fue encontrar ese amor verdadero y elegir permanecer juntos. Ahora estoy en una aventura que considero es la más importante. Mi matrimonio ha sido bueno, agradable, aterrador, alegre, extraño, bonito, entre otras muchas otras emociones, todo en uno.
Vivir este tipo de aventura es una gran oportunidad para mí.
Cumplir años con actitud
Considero que estoy en la mitad de mi vida. Tengo en mente la edad meta en la que quiero “jubilarme” y tengo aproximadamente la mitad en este momento. En esta etapa, espero con ansias lo que me deparan los próximos años.
Por supuesto que siento miedo a lo desconocido, pero también siento la emoción de alguien que está tratando de tener un futuro estable.
Ahora, mi aventura es prepararme para el ocaso de mi vida. Todavía hay muchas cosas que debo hacer y, a veces, me siento abrumada. Pero tengo a mi familia y a mis amigos en esta aventura. Tengo la necesidad de luchar por cosas que sé que son importantes.
Aunque elijo mis batallas sabiamente, soy muy vocal sobre algunas cosas que son importantes para mí. Lucho por las mujeres y la familia, por la verdad y por el medio ambiente. Parte de mi defensa es el bienestar y la buena salud.
Tenemos cosas por las que debemos luchar en la vida y hacerlo es una gran aventura en sí mismo. Creo que el envejecer es más agradable cuando nos esforzamos por hacer algo bueno.
Cuando pienso en la vida, pienso que todos estamos en una gran aventura. Es triste que algunas personas piensen que sus vidas son menos sólo porque no se comparan con las de otros.
Hay muchas cosas que suceden en nuestras vidas. Podemos hacer que muchas cosas sucedan.
Nuestras vidas no son iguales, aún así la vida es una gran aventura en sí misma. Luchamos contra villanos y nos rodeamos de héroes todos los días.
En nuestro viaje de regreso a casa, a nuestro Dios, hagamos que cada día cuente. Dejemos un legado de alegría, aprendizaje, amor y propósito al vivir nuestras propias aventuras.
Fuente: Faith.ph