Recientemente, Mi querida amiga llevó a sus adorables hijos al acuario local. Más tarde me enteré de que un adulto en la multitud estaba tan frustrado por su suerte en la vida que sintió como justificado el abuso a su hija de seis años. ¡Cuando mi amiga salió en defensa de la hija, esta mujer trató de pelear con ella! Me siento profundamente ofendida por esta dulce niña y su madre. El mundo está cambiando. Solíamos respetar a nuestros mayores y de alguna manera esto cambió, es así como algunos de nuestros mayores sienten que pueden desquitarse en los niños pequeños; como si de alguna manera eso los hiciera sentir mejor. No pasará esto. No puede sentirse mejor lastimando a otra persona.
Hace poco oí a otro amigo contando una historia sobre su hermosa hija adolescente. Esta chica ha participado en concursos de belleza. Ella tiene la gracia de una princesa, e incluso se viste como una para ayudar a acoger reuniones de niños con enfermedades terminales. Estaba cerca una mujer mayor y su hija adulta cuando esta chica cometió un error inocente. No sólo la mujer mayor fue grosera, sino que también buscó a esta adolescente para compartir sus comentarios sarcásticos. ¡Los comentarios de la mujer fueron tan penetrantes y ofensivos que me sorprendieron! Peor aún, fueron dichos en una casa de Dios, donde se esperaba que tuviera autocontrol.
Y, por último, me ha molestado siempre que las personas utilicen las redes sociales para iniciar peleas y menospreciar a los demás. Algunas celebridades y blogueros conocidos incluso han eliminado fotos y mensajes, debido a todos los comentarios desagradables. ¿Por qué la gente hace esto? ¿Estamos tan aburridos con nuestra vida o somos tan inherentemente desagradables que esto es lo que hacemos a escondidas? ¡Estoy decepcionada! Mi hermano publicó un cómic en Facebook recientemente que en esencia decía: “La internet, fuente infinita de información que usamos para ver fotos de gatos y recolectar peleas con extraños”. ¡Me reí de su publicación, es gracioso porque es verdad!
Pienso en estas tres experiencias, y me pregunto qué pasó con la difusión de un poco de alegría al mundo. Me parece que en este, nuestro mundo nos necesitamos unos a otros. Necesitamos el amor del Salvador en nuestras vidas y en nuestras relaciones. Y tenemos que enseñar a la próxima generación cómo encontrar la paz que se nos ha sido negada. Entonces, ¿Cómo algunas personas justifican lastimar a otras personas, en un intento de sentirse mejor?
En octubre de 2008, el élder Dieter F. Uchtdorf (un alto líder mormón) contó una historia. Había un piano de cola que necesitaba ser trasladado de la capilla al salón cultural contiguo. Un grupo de hombres se reunieron para tratar de levantarlo, pero como se pueden imaginar fue un gran trabajo. Después de muchos intentos, se sugirió que los hombres se pararan juntos muy cerca y levantaran de donde se encontraban parados. ¡Y funcionó! El piano fue transportado fácilmente.
Living the Christian Life.
Él continuó: “Aunque parezca algo simple, el impulsar desde donde estemos es un principio de poder. La mayoría de las (personas) que conozco comprenden este principio y vive de acuerdo con él. Están deseosos de remangarse la camisa y poner manos a la obra, sin importar de qué llamado se trate. Cumplen con fidelidad sus deberes; magnifican sus llamamientos; sirven al Señor mediante el servicio al prójimo; permanecen juntos e impulsan desde donde están. Cada persona se sitúa en un lugar único y tiene una tarea importante que sólo ellos pueden realizar. Nuestro Padre Celestial nos pide que lo representemos en la noble labor de tender la mano y bendecir las vidas de Sus hijos. Nos pide que nos mantengamos firmes con el poder del Señor en nuestros corazones y nuestras almas y que demos nuestro mejor esfuerzo al trabajo que tenemos en ese momento”.
¡Me encanta el élder Uchtdorf! Él lo dijo tan bien.
“Estamos aquí para impulsar e iluminar el mundo. Podemos y debemos ser una fuerza positiva para el bien. Nuestros hijos están viendo y aprendiendo de nuestro comportamiento. Una dura realidad de la vida es la oposición en todas las cosas. Así que dejemos que nuestro comportamiento esté muy lleno de luz y amor que ceguemos a los que viven en la oscuridad. Siempre van a haber personas lastimadas por ahí que tratan de lastimar a otros. Pero el Señor no trabaja de esta manera. Él sana a todos. Él ama a todos. Impulsa a todos los que van a Él. Y con Su ayuda, la ola de buenas obras que cultivamos hará toda la diferencia”.
Presidente Dieter F. Uchtdorf, Impulsen desde donde estén, Conferencia General de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, octubre 2008.
Este artículo fue escrito por
Patty Sampson