Aunque muchos piensan en las clases de Seminario como una simple clase de religión antes de ir al colegio, su impacto va mucho más allá.

El presidente Russell M. Nelson compartió un mensaje especial a la juventud en noviembre de 2023 y compartió:

«Mientras se enfrentan a oportunidades maravillosas, decisiones importantes y hasta retos difíciles en sus vidas, ¿qué puede ayudar? Les insto a que participen en Seminario. Seminario puede cambiar el curso de su vida. ¡En realidad puede hacerlo!«.

El presidente Nelson también enseñó que el Seminario ayuda a los jóvenes a amar y entender las Escrituras, y a aprender a usarlas para tomar decisiones, enfrentar desafíos y encontrar respuestas a preguntas importantes.

«Lo más importante es que Seminario les ayudará a conocer su Salvador Jesucristo y a profundizar conversión a Él y a Su Evangelio restaurado».

Más que una clase: un espacio seguro y espiritual

Créditos: Scott G Winterton, Deseret News

Durante su adolescencia, Peter Vidmar, miembro del Consejo Asesor General de Hombres Jóvenes de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, fue el único miembro activo de la Iglesia en su escuela secundaria en Los Ángeles, California.

Aunque tenía buenos amigos, no siempre encajaba con las actividades comunes de sus compañeros. Fue entonces cuando las clases de Seminario se convirtieron en su mejor espacio para comenzar el día.

Más que una rutina, era un momento para conectarse con el evangelio y fortalecer su identidad como discípulo de Jesucristo.

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Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

A través del estudio de personajes como Moisés, José, Pedro, Nefi, Pablo, Alma y otros, Vidmar descubrió ejemplos reales de fe, valentía y compromiso.

Estas historias bíblicas y del Libro de Mormón dejaron de ser solo historias y se transformaron en guías para su propia vida. El resultado fue un deseo creciente de parecerse más a Jesucristo y entender mejor Su expiación.

Años después, Vidmar sirvió como maestro de Seminario matutino, una experiencia que, según comenta, lo preparó mejor que nada para su posterior servicio como presidente de misión en Australia. Enseñar a los jóvenes lo conectó aún más con el poder que tiene este programa.

Un reencuentro que confirma el impacto de un buen maestro

Imagen cortesía de Peter Vidmar

Una de las anécdotas más significativas que compartió ocurrió en una visita al Centro de BYU en Jerusalén, donde se reencontró con uno de sus antiguos maestros de seminario. Fue una oportunidad para expresar gratitud por esa influencia clave en su juventud.

El mensaje que se repite en todo su testimonio es claro: las clases de Seminario fortalecen la fe, enseñan a seguir en la senda de los convenios y forma discípulos comprometidos con Jesucristo.

Seminario: una herramienta real para los desafíos actuales

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Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Hoy, miles de jóvenes en todo el mundo, incluyendo América Latina, se levantan temprano cada día para participar en las clases de Seminario. Y aunque el horario pueda parecer difícil al principio, los frutos espirituales que deja son reales y duraderos.

Fuente: Church News 

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