“El Señor puede ver tu grandeza, ¿cómo debes verte a ti mismo?” – L. Tom Perry
Muchas personas luchan por cómo se sienten consigo mismas y, sin duda alguna, esto responde a algún problema con su autoestima.
Vemos a dos tipos de personas:
• Las que saben lo que tienen y maximizan su potencial.
• Y otras personas que no salen de la zona de confort porque no saben lo que tienen.
Esto no se trata de superioridad, se trata de un tema de valorización. Dependiendo de cómo te ves, eso es lo que vas a hacer.
Características de una persona con baja autoestima
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1. A veces, estás bien y otras, estás mal.
2. Con frecuencia, tienes pensamientos de fracaso.
3. No crees que eres capaz, no te atreves a desarrollar tus habilidades.
4. Siempre tienes pensamientos negativos, siempre dices que no puedes.
5. Quieres imponer cosas y disfrazas tu debilidad con autoridad.
6. Te sientes atacado, todo te afecta.
7. Eres muy indeciso, no puedes tomar decisiones con facilidad porque tienes miedo a equivocarte.
8. Te anticipas al problema, el problema no es tu fe, el problema es tu cabeza.
9. Siempre te estás comparando con otras personas.
10. Quieres ser como otros.
11. Siempre buscas agradar a los demás, nunca dices “no”, porque temes ser rechazado.
Pero, hoy vine a decirte que TÚ VALES LA PENA
No vales cualquier cosa, vales la sangre de Cristo. Por tu valor, Jesús fue clavado en una cruz, para demostrarte que si importas, que si te ama y que no eres cualquier cosa.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3: 16)
No obstante, debes buscar en tu vida un equilibrio.
No puedes ir por la vida con la pancarta de tus logros, creyéndote más que otros, eso te destruye, eso te hace daño, eso te lleva al fracaso.
Sin embargo, tampoco puedes inclinarte al otro lado de la balanza, diciendo cosas como, “yo no valgo”, “yo no puedo”, “necesito siempre ayuda”, “no avanzaré”, porque eso te lleva a que todos te aparten, te hagan más daño y, por ende, no avances.
Por eso, tienes que llevar el equilibrio en tu vida.
¿Cómo logro ese equilibrio?
Mirando a la cruz. Cuando miras a Jesús, definitivamente entiendes que si vales, que si importas, que si eres suficiente, que si eres una persona amada y que si tienes un propósito.
Entiendes que tu valor no se determina por lo que tienes. Es decir, por los likes, por lo que has logrado, por tu dinero, por tu poder, por tu apellido, por tu pareja.
Lo que ha impedido incluso tu relación con Dios, es que tú crees que no eres digno de ser aceptado delante de Dios.
¿Cómo puedes tener mejor autoestima?
1. Sana tus heridas.
2. Perdona a quien te lastimó y perdónate a ti.
3. Trabaja en tu mente. Proverbios dice que, así como piensas, eres.
4. Rodéate de personas que te ayuden, mejora tu forma de hablarte a ti mismo.
5. Acércate a Dios.
Y recuerda siempre: Vales mucho, eres importante y mereces todo lo mejor. ¡Vales el sacrificio más grande que se ha hecho en la historia de la humanidad!
Fuente: Eres Escogida