Hay un velo que generalmente nos impide ver lo que se encuentra del otro lado del plano de existencia. Para muchos de nosotros, este velo se vuelve más delgado a medida que nos sumergimos en la “obra de los ángeles”, de congregar a Israel en ambos lados del velo.
A medida que el velo se hace más delgado, las personas con frecuencia tienen la oportunidad de poder ver o sentir la presencia de ángeles
La invitación de un ángel
Hace unos años, Rex Lowe sen encontraba sentado en el templo en una sesión. Tenía los ojos cerrados y hablaba con el Señor. De repente se dio cuenta de que había alguien de pie a su lado. Rex escribió:
“Abrí los ojos y allí estaba mi primo Ken. Él me dijo: ‘Rex, ¿por qué no has hecho la obra por mí?’
Me quedé atónito y me hice la misma pregunta. Antes de que falleciera, él y yo éramos buenos amigos. Yo había compartido el Evangelio con él, pero poco después se mudó a Canadá. Cuando le escribí, le dije que enviaría a los misioneros para que pudieran bautizarlo.
Él me respondió diciéndome que ya era demasiado tarde, se estaba muriendo. Tenía un cancer muy severo. Más adelante, recibí una carta de su esposa diciendo que había fallecido.
Cuando llegué a casa después de esa visión en el templo, decidí no solo hacer la obra por él lo antes posible, sino revisar a fondo los registros que tenía de mis familiares. Debido a este esfuerzo, encontré un tesoro de nombres que se habían perdido”.
Aprendiendo a separar el velo
Me encanta el poderoso mensaje que compartió el presidente Russell M. Nelson:
“Y a cada uno de ustedes que han hecho convenios en el templo, les ruego que —de manera devota y constante— procuren comprender los convenios y las ordenanzas del templo. Se abrirán puertas espirituales; aprenderán a separar el velo entre el cielo y la tierra, a pedir a los ángeles de Dios que estén con ustedes y la mejor forma de recibir guía de los cielos”.
Separar el velo del cielo y la tierra es una gran bendición. Cuanto más hagamos en la obra, más probable será que podamos retirar el velo que nos permite tener experiencias espirituales especiales.
La experiencia espiritual más poderosa que he tenido
Peter Emery nunca fue muy cercano a su padre y siempre deseó que hubieran pasado más tiempo juntos. Él vio cumplido ese deseo en el Templo de Salt Lake al hacer la investidura por su padre, ahora fallecido.
“Ese era un tiempo que mi esposa y yo recordaremos siempre porque en ese lugar, esa semana en el templo, el velo era delgado. En mi caso, [mi padre] estuvo conmigo cuando crucé el velo del templo en su nombre.
¡Él estaba allí esperándome! Nos sentimos, de espíritu a espíritu. ¡Fue inexplicable… pero muy real! Fue la experiencia espiritual más poderosa que había tenido hasta entonces.
Fue la única vez que mi padre y yo realmente nos comunicamos… Cambió para siempre la manera en que pensaba en mi padre. Finalmente sentí que éramos una familia”.
En compañía de ángeles
El élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
“A medida que honramos nuestros convenios, a veces podemos sentir que estamos en compañía de ángeles; y lo estaremos: con aquellos a quienes amamos y que nos bendicen en este lado del velo, y aquellos que nos aman y nos bendicen desde el otro lado del velo”.
Una reunión en familia en el templo
Beulah compartió esta historia, donde el velo se abrió para ella en el templo.
“Mi papá falleció en 2012, y poco después de su muerte, él vino a mí. Se sentó a mi lado en la cama, con su brazo alrededor de mí, y hablamos durante unos 45 minutos. Supe en ese momento que él se había ido, pero que lo volvería a ver cuando llegara mi momento.
Dos años después, cuando mi madre falleció, mi esposo y yo hicimos la obra del templo y los vi a ambos. Mi papá estaba de pie, a cierta distancia frente a mi mamá. A su lado, estaba un ángel sosteniendo a la bebé que habían perdido.
Al otro lado de papá estaba mi hermano de 15 años que había fallecido en un accidente muchos años antes. El ángel tomó a la pequeña y la colocó en los brazos de mamá. Después de muchas lágrimas, mi hermanito Ed corrió y los abrazó a ambos, con mi papá siguiendo de cerca sus pasos.
Mis padres habían estado divorciados durante muchos años, sin embargo, debido al consejo de mi obispo, estuvimos en el templo para reunirnos y sellarnos como familia. Todos en la sala de sellamiento estaban llorando, aunque ellos no sabían lo que había sucedido.
Fue una gran alegría para nosotros poder estar sellados como familia, después de casi cuarenta años”.
Oportunidades especiales en el templo
El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, dijo:
“Sé que los templos del Señor son lugares santos. Mi propósito hoy al hablar de los templos es aumentar su deseo y el mío de ser dignos y estar preparados para las mayores oportunidades de experiencias en el templo que se avecinan para nosotros”.
¿Qué experiencias en el templo pueden suceder para ti?
A medida que congregamos al Israel disperso en cualquier capacidad, aprenderemos a separar el velo entre el cielo y la tierra, a pedir a los ángeles de Dios que estén con nosotros y la mejor forma de recibir guía de los cielos.
El velo de la tierra está comenzando a romperse, ¿puedes sentirlo?
Fuente: Meridian Magazine