Los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, conocidos como los mormones, guardan el domingo como día del Señor. Es un día sagrado, reservado para la adoración y la meditación. Los miembros van a la Iglesia, pasan tiempo con la familia, visitan a los enfermos y afligidos, estudian las escrituras y hacen muchas otras cosas para mostrar a Dios cuánto lo aman.
Estamos en una época muy animada en el mundo,debido a la Copa del Mundo – un evento futbolístico mundial que ocurre cada cuatro años. El latinoamericano en general ama el fútbol, y está muy ansioso para ver a su selección en esta copa.
Nosotros, los mormones también amamos los deportes. Muchas de las capillas mormonas poseen espacios deportivos – y estamos incentivados a practicar deportes.
Sin embargo, algunos deportes, incluyendo el Mundial se juega los domingos. ¿Es correcto para un miembro de la Iglesia ver partidos de la Copa el día domingo? o mejor dicho: ¿Faltamos al Día del Señor al ver deportes los domingos?
¿Qué hacer y qué no hacer en el día del Señor?
La primera parte de mi respuesta implica el gran principio del albedrío. Somos libres para elegir lo que entendemos. Sin embargo, el albedrío no existe solo de forma independiente. Se requieren condiciones para que el albedrío sea ejercido. El profeta Lehi explicó que para que el hombre escogiera estos debían ser investidos de la capacidad para ello, deben ser “enseñados suficientemente para distinguir el bien del mal”, y debe de haber una “ley” que prevea bendiciones por la obediencia asi como también es necesaria una oposición en todas las cosas. (2 Nefi 2: 5-15).
Pues bien, Dios nos ha dado mandamientos – leyes. Nos dio el mandamiento o la ley del Día del Señor. Significa descansar de las labores semanales y honrar el Día Santo. Si obedecemos este mandamiento recibimos bendiciones.
“El Señor nos pide que santifiquemos su día. En una revelación dada a José Smith en 1831, el Señor ordenó a los santos que fueran a la casa de oración y ofrecieran sus sacramentos, que descansaran de sus labores y presten sus devociones al Altísimo (véase D. y C. 59: 9-12).
Segundo, Él nos pide que descansemos de los quehaceres diarios. Esto significa que no deberíamos hacer ningún trabajo que nos impida dedicar total atención a las cosas espirituales.
El Señor dijo a los israelitas: “No harás ninguna obra, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu sierva” (Éxodo 20:10). “Nuestros profetas recomiendan que no debemos hacer compras, cazar, pescar, ir a juegos o participar en cualquier actividad similar en ese día.” (Manual Principios del Evangelio, capítulo 24)
Pero en vez de hacer una lista enorme de qué hacer o de qué no hacer el domingo, podemos seguir el consejo del Presidente Russell M. Nelson:
¿Hasta qué punto santificamos el Día del Señor?
Cuando yo era mucho más joven, estudié como otros habían compilado listas de cosas de que hacer y cosas para no hacer en el Día de Reposo. Fue sólo más tarde que aprendí en las Escrituras que mi conducta y mi actitud en el día del Señor constituían una señal entre mí y mi Padre Celestial.
Con ese entendimiento, no necesitaba más listas que hacer o evitar. Cuando tenía que tomar la decisión sobre si una actividad sería o no adecuada para el Día del Señor, simplemente me preguntaba: “¿Qué señal quiero dar a Dios?” Esta pregunta hizo que mis elecciones para el Día del Señor quedaran bien claras. “El Día del Señor es una delicia”, Conferencia General, abril de 2015).
Entonces… ¿Es correcto o incorrecto ver fútbol los domingos?
Bueno, la respuesta a esta pregunta no puede ser genérica, pues cada persona debe decidir por sí misma. Tenemos sólo 24 horas el domingo – de las cuales pasamos algún tiempo en la Iglesia (3 horas) y más tiempo aún durmiendo (alrededor de 8 horas). ¿Será que queremos pasar algunas de las demás horas del día frente a una pantalla viendo juegos? ¿Será que la alegría y esfervecencia proveniente de los eventos deportivos pueden adecuarse con el Día del Señor?
El Presidente Russel M. Nelson, en la época en que era miembro del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo algo interesante para considerar:
“La palabra religión literalmente significa” volver a unirnos “o” reconectarnos “con Dios. La pregunta que debemos hacer a nosotros es ésta: ¿Estamos realmente conectados con Dios de modo que nuestra fe se haga evidente? ¿O es que, en realidad, estamos ligados a otra cosa? He escuchado, por ejemplo, una mañana de lunes, gente hablando sobre los juegos deportivos profesionales que se produjeron el domingo anterior. Para algunos de esos ávidos fans, me pregunto si su “religión” sólo los “reconectaría” a algún tipo de balón. “(” Dejen su fe trascender “, Conferencia General, abril de 2014).
El folleto para la fortaleza de la juventud declara:
“El domingo no es día de hacer compras, participar en actividades recreativas o eventos deportivos. No busquen entretenimientos ni hagan compras ese día. (…)
La observancia del día de reposo va a acercarlos al Señor y a su familia. Esto les dará una perspectiva eterna y una fuerza espiritual. “(Observación del Día del Señor).
Una joven de Alemania llamada, Katrin Schulze, fue a estudiar a una universidad lejos de su ciudad natal, donde la personas en general no guardaban el Día del reposo. “Mis padres me enseñaron a mí y a mis hermanos la importancia de santificar el Día del Señor”, cuenta ella. “Para nosotros, eso significaba no trabajar, no hacer compras ni practicar deportes el domingo. No recuerdo las excepciones. ”
mormonsud.org publicó algunas historias de personas que decidieron no participar en eventos deportivos – incluso siendo esa su profesión. Una de ellas: Capitán de la selección de Tahití se negó a jugar el domingo.
El día del Señor siempre estuvo asociado al sacrificio: sacrítico de tiempo y voluntad: la disposición de hacer la voluntad de Dios en su Santo Día. Los mandamientos pueden no ser fáciles, pero siempre se nos dan para nuestra seguridad y felicidad.
La decisión siempre es tuya
A pesar de todo lo que hablamos la decisión de ver o no a los juegos es personal. Cualquiera que sea tu decisión recuerda que debe primero agradar a Dios y honrar su día – lo que significa, a veces, dejar de hacer nuestra voluntad y no seguir nuestros deseos, ni pretender hacer nuestra propia voluntad, ni hablar nuestras propias palabras. Y entonces, como recompensa seremos reconocidos como el pueblo del convenio, sostenidos por Dios y tendremos alegría (Isaías 58: 13-14).
Este articulo fue escrito originalmente por Lucas Guerreiro para la versión en portugues de mormonsud.org y fue editado y adaptado al español por Isaac Angulo