Una parte importante de lo que la Iglesia ha dicho sobre las perforaciones del cuerpo que a veces olvidamos

perforaciones del cuerpo

Lo que la Iglesia y sus líderes han dicho sobre las perforaciones del cuerpo y por qué es importante que los Santos sigan su consejo.

Recuerdo que me quedé fascinada mirando la oreja izquierda de la cajera de la tienda. Casi toda su oreja estaba cubierta de brillantes perforaciones metálicas.

Por suerte para mí, mi mamá, la cajera y todos los demás en la tienda, oculté mi fascinación y curiosidad hasta que estuvimos en el auto.

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Estoy segura de que antes de ese momento en mi vida, había visto muchas personas con perforaciones, pero por alguna razón, este encuentro fascinó a mi joven cerebro y simplemente no lo pude sacar de mi mente. Estaba completamente intrigada.

Mientras continuábamos hablando sobre las perforaciones de la joven, mi madre mencionó que ella misma se había hecho más de una perforación.

Luego mi mamá me explicó que se había hecho perforaciones en la oreja cuando era más joven, y que cuando el Profeta le aconsejó a las mujeres Santos de los Últimos Días que sólo usaran un par de aretes, ella se los quitó. Cuando llegamos a casa, me mostró dónde habían estado los orificios en sus orejas, en donde había utilizado su segundo par de aretes.

Mirando hacia atrás me di cuenta que en verdad esa fue una muy buena lección sobre cómo respetar el albedrío de los demás y seguir al Profeta.

A medida que crecía, he estudiado lo que la Iglesia ha dicho sobre las perforación del cuerpo y por qué es importante que los Santos de los Últimos Días sigan su consejo y se abstengan de juzgar a quienes no lo hacen.

En la reunión general de la Sociedad de Socorro de octubre de 2000, el Presidente Gordon B. Hinckley dijo:

“Nosotros, la Primera Presidencia y el Consejo de los Doce, hemos adoptado la siguiente norma: ‘La Iglesia se opone a los tatuajes; también se opone a las perforaciones del cuerpo que no sean para propósitos médicos, aunque no se ha tomado ninguna postura en cuanto a las perforaciones mínimas que se hacen las mujeres en las orejas para usar un par de aretes.’” (Presidente Gordon B. Hinckley, “Madre, tu desafío más grande”).

Leales a la fe también señala:

“Los profetas Santos de los Últimos Días desaprueban firmemente la perforación del cuerpo excepto para fines médicos. Si las jovencitas o las mujeres adultas desean perforarse las orejas, se les insta a usar un solo par de aretes (pendientes, zarcillos, aros) sencillos.” (Leales a la fe, “Perforaciones del cuerpo”).

discurso en la sacramental

En ambas declaraciones, se excusa el uso de perforaciones por razones médicas. Estas razones médicas no están definidas, pero vale la pena señalar que algunas perforaciones del cuerpo están asociadas con ciertos beneficios médicos.

Por ejemplo, los piercings Daith (la perforación del pliegue más pequeño del cartílago de la oreja) son un enfoque no tradicional para tratar las migrañas. Aunque no hay una investigación científica sobre los piercings daith, según el Centro Nacional de Información Biotecnológica, son de naturaleza similar a la acupuntura auricular, que se ha demostrado ayuda a tratar las migrañas (Linde K, Allais G, Brinkhaus B, Fei Y, Mehring M, Vertosick EA, et al. “Acupuncture for the prevention of episodic migraine”).

También es importante tener en cuenta que las perforaciones corporales pueden causar infecciones y cicatrices, y se han realizado estudios científicos sobre el daño potencial que estos pueden traer. (Kátia Sheylla Malta Purim, Bernardo Augusto Rosario, Cristine Secco Rosario y Ana Tereza Bittencourt Guimarães, “Piercings in medical students their effects on the skin”).

Así como los líderes de la Iglesia han aconsejado a los miembros sobre las perforaciones del cuerpo, también han aconsejado a los miembros de la Iglesia a no juzgar a los demás, incluidos los miembros que optan por ellas y se vean de manera diferente. 

El Elder N. Eldon Tanner dijo en la Conferencia General de abril de 1972:

“‘No mires a su parecer ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que el hombre mira, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón’. (1 Sam. 16: 7)

Por lo tanto, la razón por la que no podemos juzgar, es obvia. No podemos ver lo que se encuentra en el corazón, no conocemos los motivos, aunque imputemos motivos a cada acción que vemos. Puede ser que ellos sean puros mientras que nosotros pensamos que son impropios.” (Elder N. Eldon Tanner, No juzguéis, para que no seáis juzgados).

El Elder Dieter F. Uchtdorf también habló al respecto:

dejar los chismes

“Este tema de juzgar a los demás en realidad podría enseñarse con un sermón de tres palabras. Cuando se trate de odiar, chismear, ignorar, ridiculizar, sentir rencor o el deseo de infligir daño, por favor apliquen lo siguiente:

¡Dejen de hacerlo!

Es así de sencillo. Simplemente debemos dejar de juzgar a otros y remplazar los pensamientos y sentimientos de crítica con un corazón lleno de amor por Dios y por Sus hijos. Dios es nuestro Padre, nosotros somos Sus hijos, todos somos hermanos y hermanas.” (Elder Dieter F. Uchtdorf, “Los Misericordiosos Alcanzan Misericordia”).

Si bien es importante que obedezcamos a los Profetas en todas las cosas, incluidas las observaciones en cuanto a las perforaciones del cuerpo, también es importante tener en cuenta que en algunos casos hay excepciones y siempre, siempre, debemos abstenernos de interpretar la apariencia externa de una persona como un reflejo de su verdadero carácter.

Este artículo fue escrito originalmente por Katie Lambert y fue publicado originalmente por ldsliving.com bajo el título “One Important Part of What the Church Has Said About Body Piercings We Sometimes Miss

Comentarios
Mil gracias por sus publicaciones, son de gran ayuda para mi como persona y a veces como madre...
Fayad
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