¿A quién no lo pone nervioso recibir la asignación de dar un discurso en la Iglesia?
Es común sentir temor o nervios de hablar en público. En especial, cuando tienes que preparar un discurso sobre un tema tan importante como el Evangelio.
Tranquilo, sabemos que te asignaron un mensaje. Por eso, hoy compartiremos contigo cinco tips prácticos para que des el mejor discurso en tu barrio o estaca. ¡Comencemos!
1. Prepárate en espíritu de oración
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Dios te quiere ayudar, por eso debes invocar el poder de los cielos. No esperes hasta el último minuto por estar con miedo.
Medita en tu corazón y mente sobre lo que te gustaría compartir y sobre lo que a Dios le gustaría que compartas.
Estudia el tema diligentemente y expón tus ideas al Señor en oración.
2. Enfócate en lo simple
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- Escoge un principio que resalte. Si tu tema es amplio, escoge solo un aspecto para hablar.
- Comparte una pequeña experiencia personal que se relacione con el principio que escogiste.
- Respalda el principio con alguna de las citas y escrituras.
- Extiende una invitación o puntos de acción que la congregación pueda usar en sus propias vidas.
- Termina compartiendo tu testimonio.
3. Conversa con tus líderes
Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
No tengas temor de hablar con tus líderes de la Iglesia sobre tus necesidades y limitaciones, pero no cierres la puerta a las oportunidades.
Averigua si es posible que tu discurso dure un tiempo menor o, incluso, si puedes darlo para menos personas.
4. Repite varias veces
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La repetición es una manera óptima de solidificar lo que quieras decir y te ayudará a no necesitar de tus apuntes.
Escribe tu discurso muchas veces, sea palabra por palabra o puntos principales.
La meta no es repetir todo al pie de la letra, sino repetir las ideas principales muchas veces.
5. Comparte tu testimonio
Imagen: La Iglesia de Jesucristo
Un testimonio simple es más poderoso que cualquier cosa.
Enfócate en testificar en lugar de hablar bonito.
No importa tu situación o habilidades para hablar, tu testimonio es necesario y digno de ser compartido.
¡Suerte! Espero que estos consejos hayan sido útiles para ti. ¡Comparte este artículo con quien lo necesite!
Fuente: Mais Fe
