Evan Andrews, un Santo de los Últimos Días de Butte, Montana, Estados Unidos participó recientemente en el conocido programa de la NBC, “American Ninja Warrior”.
Con 17 años, Andrews terminó entre los 15 primeros al finalizar la dura competencia.
Su interés en este deporte empezó cuando sus primos lo introdujeron al programa llamado “American Ninja Warrior”, que presenta a miles de competidores que intentan completar una serie de carreras de obstáculos de alta dificultad.
Para Evan Andrews, calificar para competir en ese programa y disfrutar de ese deporte se convirtió rápidamente en la aspiración de su vida.
El camino a American Ninja Warrior
Para lograr su objetivo, este joven Santo de los Últimos Días comenzó a entrenar desde los 10 años.
Cuanto más se dedicaba, más lo apoyaban sus padres. Durante los últimos cuatro años, el joven ha entrenado en su garaje de manera personalizada.
Laurie Andrews, la madre de Evan, quedó impresionada cuando se dio cuenta de que su hijo se levantaba temprano para entrenar antes de ir a la escuela y después de regresar de ella.
“Es esa disciplina lo que me impresiona tanto. Estar en algunos programas está bien, es genial. Pero la persona que es Evan, en la que se ha convertido gracias a la disciplina, el trabajo duro y la determinación, eso es lo que me enorgullece”.
Evan fue uno de los 25 competidores en completar la primer carrera de obstáculos (con el cuarto tiempo más rápido), pero fue eliminado después de caer cerca del final de la segunda carrera. Terminó entre los 15 primeros en general.
El año pasado, “American Ninja Warrior” comenzó a aceptar competidores desde los 15 años de edad. Evan Andrews rápidamente grabó su audición, la cual presentó en octubre de 2021.
En enero, tres meses después, recibió una llamada con la invitación para unirse al programa. Andrews llegó a la final después de pasar a la ronda de clasificación y la ronda de semifinales.
El programa tuvo que reducir de 500 a 120 su número de competidores. Separaron a los 500 en grupos regionales de 100 en los que solo los 30 primeros puestos avanzaban en la competencia. Andrews terminó en expuesto Nº19 en su grupo de 30 competidores.
Los que avanzaron fueron organizados en grupos de 40 en la ronda de semifinales en Los Ángeles. Andrews obtuvo el primer lugar en su grupo clasificando para la final en Las Vegas.
Evan fue eliminado cuando cayó cerca del final del segundo curso, terminando así entre los 15 primeros de toda la competencia.
Servir una misión
En una entrevista para Church News, Andrews expresó:
“Le más importante que he aprendido es que tuve muchas experiencias increíbles, muchas de ellas relacionadas con el Evangelio. Fue lo más cerca que me he sentido del Evangelio porque… he tenido las experiencias más emotivas con personas fuera de la Iglesia que he tenido en mi vida”.
Como parte de la competencia, Evan Andrews se llevó a casa un premio de $5,000 por llegar a la final. Él planea ahorrar este dinero para pagar su misión en La Iglesia de Jesucristo de los Santo de los Últimos Días.
El servicio misional forma parte de los esfuerzos de la Iglesia de proclamar el Evangelio a toda nación, pueblo, tribu y lengua. Los hombres son llamados a servir por un periodo de dos años, mientras que las mujeres sirven por 18 meses.
Los misioneros no reciben ningún tipo de pago por su servicio, son ellos los que realizan un pago antes de recibir su asignación con el lugar de servicio, es decir, su llamamiento.
Ellos trabajan y ahorran para poder pagar la mayor parte posible de la misión. Los padres, familiares u otros miembros también pueden ayudar al futuro misionero.
Estos ahorros son administrados por la Iglesia con el fin de proveer alimento, estadía, transporte y todo lo que fuere necesario para los misioneros en el campo.
Los padres de Evan Andrews también están complacidos de ver cómo su hijo ha mantenido un equilibrio espiritual en su vida con su fe y valores.
Sus amigos y otros padres se sorprenden cuando se enteran de que planea alejarse del deporte por cierto periodo de tiempo para servir en una misión.
“Sabemos que nuestra fe está en el Señor y que si somos obedientes vendrán cosas buenas. No habrá perdido nada de lo que estaba destinado a él, si es obediente. Creo que él también siente eso”.
*Imagen de portada: Laurie Andrews
Fuente: Church News