Cuando vemos la Conferencia General muchas veces no nos imaginamos todo lo que ocurre tras bastidores. Muchos miembros, entre empleados y voluntarios, realizan una labor gigantesca para que podamos disfrutar con comodidad de las cinco sesiones que nos ofrece la Conferencia General. Repasemos algunos aspectos importantes de la preparación de un evento de este tipo.
El centro de conferencias de La Iglesia de Jesucristo de la conferencia general semestral de los Santos de los Últimos Días cuenta con 21.000 asientos; ellos serán utilizados cinco veces entre los días 4 y 5 de octubre 2014 por más de 100.000 personas de todo el mundo que experimentarán la conferencia – muchos de ellos por primera vez- desde el interior del Centro de Conferencias.
Millones de personas en 190 países, naciones y territorios verán y escucharán la Conferencia General desde capillas mormonas en todo el mundo, así como por televisión y radio, y medios de comunicación digitales tanto por Internet y vía satélite.
Se necesitan varios cientos de personas, tras bastidores, para preparar el Centro de Conferencias para los dos días de conferencia y sus cinco sesiones. Ellos realizarán mantenimiento para dar cabida a los miles de personas, tanto miembros de la Iglesia, así como a personas de otras religiones.
“Nuestro responsabilidad”, según Christopher J. Stepan, subgerente de instalaciones y eventos del Centro de Conferencia, “es reducir al mínimo las distracciones y proporcionar un ambiente limpio, cómodo y seguro, para que los invitados que asistan a la conferencia puedan escuchar los mensajes inspirados de los líderes de la Iglesia.”
Stepan dijo que sigue un cronograma o línea de tiempo sobre las labores que deben completarse, incluyendo estacionamiento para miles de automóviles, impresión y distribución de entradas para cada sesión, preparación del Centro de Conferencias y asegurarse de que está “impecable”, con capacidad para acoger los coros visitantes que cantarán en dos de las sesiones, así como comidas, y la coordinación de todos los que trabajarán durante el fin de semana. Y eso no es todo.
Hay 900 misioneros de servicio voluntarios que ayudan a las personas a encontrar su asiento con el boleto para las diversas sesiones de la conferencia.
La creación de un entorno precioso y acogedor para la conferencia es importante. El servicio floral de la Iglesia comienza a trabajar con anticipación para la próxima conferencia y su labor culmina poco después que la última sesión ha terminado.
Un diseñador floral es asignado para la próxima conferencia y tiene un número de asistentes que le ayudan a organizar y revisar la colocación de cada tallo, cada planta viva, y como deberían ubicar cada arreglo desde la perspectiva de la audiencia en el Centro de Conferencias.
“Esperamos crear una sensación de armonía pacífica a través de los principios de diseño universales y elementos artísticos. Coordinamos las alturas de las plantas, texturas, tamaños de la hoja y un elemento muy importante: el color”, explica Eldon Cannon, director del grupo de servicios asignado para los arreglos florales.
“Nuestros diseñadores logran un look especial y diferente para cada temporada de la Conferencia mediante la variación de plantas como el pasto de primavera con los tulipanes y los narcisos de un año combinando las hojas y los colores del otoño a los otros”.
El famoso Coro del Tabernáculo Mormón juega un papel importante en la Conferencia General. Los himnos religiosos ayudan a establecer el tono y un estado de ánimo para el culto. Los servicios de adoración no estarían completos sin la música inspiradora que hace honor al Salvador del mundo.
El Organista del Coro del Tabernáculo Mormón Richard Elliott, comentó en la página web del coro: “A veces, sentimos que es nuestro deber dar testimonio a través de nuestra música, especialmente a la hora de la Conferencia General. La preparación espiritual es realmente crucial. Tenemos que ir allí (Conferencia General) comprendiendo todo el mensaje de la música que vamos a presentar”.
“Cantar en la Conferencia General es probablemente la más importante de todas las actuaciones del coro”, según Scott Barrick, gerente general del coro. Él dice que hay al menos cuatro ensayos independientes dedicadas a la preparación de la conferencia. “Cada miembro del coro se prepara a su manera para ser capaz de llevar el espíritu de la música en sus voces y en sus rostros”.
La página web del coro incluye una sección llamada “ver y escuchar“. Haga clic en la Biblioteca de Música Sagrada para escuchar la música que el coro ha cantado en conferencias anteriores.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una iglesia mundial y sus miembros hablan cerca de 190 idiomas diferentes. Hay 1.500 traductores que preparan cada charla para los 700 intérpretes que van a leer las conversaciones en 94 idiomas distintos del inglés.
Durante las cinco sesiones de la conferencia hay 350 intérpretes ubicados en el Centro de Conferencias y cerca de 400 en sus países de origen para interpretar los discursos que se dan desde el púlpito.
“Desde el punto de vista de la lingüística”, explica el lingüista Sead Osmani, “el éxito viene como yo extiendo mi habilidad para usar las palabras correctas durante la interpretación. Antes de la interpretación, me adelanto preparando el discurso en mi lengua materna (italiano). Debido a que he llegado a conocer el discurso muy bien, si la autoridad general se aparta de su texto preparado, me siento cómodo al interpretar esos comentarios y luego regresar al texto escrito”.
Los asistentes, antes encontrar su asiento en el Centro de Conferencias para escuchar las charlas, la música del Coro del Tabernáculo Mormón y ver las flores, tienen que encontrar un lugar de estacionamiento para sus vehículos. La Iglesia ofrece 6.700 puestos de estacionamiento. Para ayudar con esta empresa gigantesca, decenas de empleados y voluntarios sirven como asistentes de estacionamiento, trabajando dos días de 15 horas, haciendo labores de a pie y dirigiendo a los conductores para abrir puestos. El servicio de aparcamiento también trabaja con el Departamento de Policía de Salt Lake City para asegurar de que los peatones estén seguros en medio de muchos vehículos.
Y ¿quién alimenta a los cientos de empleados de la Iglesia y voluntarios que se encargan de las muchas y diferentes tareas para garantizar el buen desarrollo de la Conferencia General?
Aproximadamente son 13.000 horas de trabajo realizado por 135 empleados y voluntarios de la Iglesia. En la cocina se preparan 12.000 comidas y proporcionan 8.400 botellas de agua para los muchos que ayudan en las reuniones. Las comidas se sirven en varios lugares para dar cabida a los trabajadores ya que tomarán un descanso, comerán un delicioso almuerzo y regresarán rápidamente a sus áreas de trabajo para la siguiente sesión de la conferencia.
La organización facilita el éxito de la Conferencia General a través de mayores y menores esfuerzo detrás de escena, para permitir el resultado de 10 horas de consejo, ánimo y elevación espiritual de los líderes de la Iglesia para todos el mundo, independientemente de la religión que se profese. El Élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo en un mensaje por redes sociales como Twitter: “Nosotros sólo decimos que el Espíritu nos dirige qué decir en la conferencia. Yo invito a escucharlo del 04 al 05 /10 “.
