Ayunar es difícil. Quiero decir, ¡¿no papas fritas?! ¿Es ese el tipo de mundo en el que quiero vivir? (Sí, lo sé. Soy muy dramática. Especialmente, cuando se trata de las papas fritas, la pizza, los batidos y literalmente, todas las comidas… excepto por ti, arvejas. Nunca seremos amigas).
Está bien, ayunar es difícil sin importar quien seas, pero las bendiciones de hacerlo, valen completamente la pena. Aunque para algunas personas, ayunar no solo es difícil – es peligroso. Entonces, ¿qué debes hacer cuando deseas seguir los mandamientos del Señor para ayunar, pero debido a razones médicas, no puedes estar sin comer durante 24 horas?
No te desanimes, ya que hay muchas cosas que puedes hacer a fin de tener un ayuno especial y espiritual, incluso con la comida.
Saber lo que (en realidad) se ha dicho
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“El Señor ha instituido el ayuno sobre un fundamento razonable e inteligente, y ninguna de Sus obras es vana ni insensata. Su ley es perfecta en esto como en otras cosas. Por tanto, aquellos que pueden hacerlo están obligados a obedecerla;… pero, recuerden que la observancia del día de ayuno al abstenerse veinticuatro horas de comida y bebida no es una norma absoluta. No es una ley incontrovertible para nosotros, sino que se deja a las personas, como cuestión de consciencia, ejercer sabiduría y discreción. Muchos están sujetos a la debilidad; otros, tienen una salud delicada; y, otros, tienen bebés que amamantar; a aquellos no se les requiere ayunar.” (Joseph F. Smith, Gospel Doctrine, 5th ed. [Salt Lake City: Deseret Book Co., 1939], pp. 243, 244).
“En primer lugar, hay personas que simplemente no pueden ayunar. Algunas personas realmente pueden llegar a enfermarse cuando no comen ni beben. Algunos llegan a debilitarse hasta el punto de desmayarse. Otros, desarrollan dolores de cabeza severos u otros, síntomas de incapacidad que les indican que sus cuerpos no toleran el ayuno.”
“Ciertos diabéticos no pueden ni deben ayunar. Efectivamente, aquellos que sufren de alguna enfermedad del tracto urinario y deben tomar medicamentos para esta condición no deben dejar de tomar los fluidos adecuados. A menudo, las personas que tienen infecciones necesitan ingerir alimentos a fin de tolerar los antibióticos y los líquidos para prevenir la deshidratación. Las madres que dan de lactar hacen bien en no ayunar. Además, existen otras personas con situaciones especiales, temporales o permanentes, que no deben ayunar.” (Nueva Era, abril de 1977).
“Enseñar la importancia del “banquete” en la palabra de Cristo durante el ayuno: Estudiar las Escrituras y las palabras de los profetas modernos, conversar sobre el Evangelio, cantar himnos, prestar servicio a los demás y orar. Aquellos que no pueden ayunar (los niños, los enfermos o las madres embarazadas o que dan de lactar) también pueden unirse en el espíritu del ayuno de esta manera” (“The Privilege of Giving a Generous Fast Offering,” Ensign, mayo de 1986).
“Una parte importante del ayuno es la oración con un propósito. Incluso, a pesar de que tu condición médica indique que sería imprudente no comer ni beber, todavía puedes centrarte en alguien o algo en especial para orar a lo largo del día. Puedes enfocarte en buscar inspiración a fin de lidiar con una situación en específico, el deseo de comprender un principio del Evangelio más plenamente o expresar gratitud por tus bendiciones. Además, puedes comprometerte a pasar más tiempo con las Escrituras, en oración personal y reflexión” (Nueva Era, setiembre de 2008).
“ Tal vez, uno podría sacrificar algo que no sea comida ni bebida a fin de lograr este objetivo” (Malcolm S. Jeppsen, “I Have a Question,” Ensign, abril de 1979).
Sugerencias de ayuno para las personas que no pueden renunciar a la comida
Como dijo el Presidente Joseph F. Smith, existen personas que tienen una “salud delicada” que no pueden ni deben esperar ayunar – al menos, ayunar de la comida. Sin embargo, ya que al menos parte del propósito del ayuno es abstenerse de algo por lo que tenemos hambre, tal vez, podamos aplicar el mismo principio a otras áreas de nuestras vidas.
Ayuno de las redes sociales
Recientemente participé en un ayuno de las redes sociales, que el Presidente Nelson sugirió durante la sesión para las mujeres de la Conferencia General. Cuando me abstuve de usar Facebook, Instagram, Snapchat, etc. durante 10 días, experimenté un serio retiro. ¡No podía creer lo adicta que me había vuelto! De hecho, a menudo, me descubría haciendo clic inconscientemente en las aplicaciones, solo para cerrarlas rápidamente una vez que me daba cuenta de lo que había hecho. Aprovechar la oportunidad de ayunar de las redes sociales nos permite centrarnos más en nuestra relación con Dios y al mismo tiempo animarnos a ser más conscientes con respecto a cómo gastar nuestro tiempo.
Ayuno de la televisión y las películas
¿Listo para una estadística aterradora? (Uh, en realidad, no puedo escuchar tu respuesta así que si dijiste que no, es una lástima porque te lo diré de todos modos). ¡Un adulto estadounidense promedio pasa casi seis horas al día viendo televisión! Eso es prácticamente un trabajo de tiempo completo. Si te descubres pasando mucho tiempo mirando la pantalla de tu televisor, probablemente sea una buena idea tomarte 24 horas con la finalidad de ayunar de la televisión y las películas.
Ayuno de las carnes
Para muchos de nosotros, nuestras comidas se centran en la carne que comemos, por lo que tomar un día para abstenerse de la carne puede ser más difícil de lo que piensas. Hace varios meses, mi esposo y yo decidimos que queríamos tener al menos un día sin carne por semana, y fue mucho más difícil de lo que esperaba. Al principio, me descubrí deseando comer carne y sintiéndome insatisfecha después de las comidas, pero pronto me adapté e incluso lo esperé.
Consumir alimentos que no “te emocionen”
Cuando se trata de comer, nadie quiere comer algo que no le gusta o no le emociona. Puede que me emocione un plato de pasta, pero ¿si alguien cambia esa pasta por un puñado de palitos de zanahoria? Juraría la venganza y lo perseguiría para darle un giro en espiral. Sin embargo, en realidad, nadie espera comer alimentos blandos, y es difícil dejar pasar algo delicioso a favor de algo por debajo de lo mejor. En ese sentido, elegir consumir alimentos que no te emocionen durante el domingo de ayuno es una forma de sacrificio, y te sorprenderá lo que se sentirá ayunar.
Las bendiciones del ayuno, en cualquier capacidad que sea, son múltiples. A medida que nos esforzamos por abstenernos de algo que amamos y quizás incluso confiamos, encontraremos que nuestra determinación y autocontrol se fortalecen, pero aún mejor, nos encontraremos más cerca del Señor y más en sintonía con Su espíritu.
Recuerda, Dios no se encuentra en el cielo contando en una pizarra la cantidad de comidas que te saltaste, Él está mirando tu corazón y te bendice por los sacrificios que estás dispuesto a hacer.
Artículo originalmente escrito por Amy Keim y publicado en thirdhour.org con el título “What to Do When You Can’t Fast.”