Los hermanos comparten un vínculo único basado en recuerdos compartidos, costumbres familiares y alguna que otra discusión. Pero si le preguntas a casi cualquier persona que tenga un hermano o hermana, probablemente encontrarás un debate de larga data: ¿quién es el favorito?
Una nueva investigación de Brigham Young University arroja algo de luz sobre esa rivalidad intrigante, revelando cómo los padres podrían mostrar favoritismo de manera sutil según el orden de nacimiento, la personalidad y el género.
Los hermanos mayores suelen tener más autonomía. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos Últimos Días
El estudio realizado por el profesor Alex Jensen de la Escuela de Vida Familiar de Brigham Young University descubrió que los hermanos menores generalmente reciben un trato más favorable de parte de los padres.
Mientras tanto, los hermanos mayores suelen tener más autonomía y los padres son menos controladores con ellos a medida que crecen.
“Es útil tomar los hallazgos de este estudio y ser consciente de los patrones que podrían estar ocurriendo en tu familia. Cuando los padres son conscientes, pueden hacer pequeños ajustes que beneficien a todos.”
El estudio, publicado en Psychological Bulletin, descubrió que los padres tienden a favorecer un poco más a las hijas que a los hijos, aunque solo los padres tienden a reconocer este sesgo, ya que los hijos no lo perciben.
Los padres tienden a favorecer un poco más a las hijas que a los hijos. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
La personalidad también juega un papel importante. Los niños que son amables y responsables, independientemente del orden de nacimiento o género, generalmente reciben un trato más favorable.
“La mayoría de los padres probablemente se conectan más fácilmente con un hijo que con otro, ya sea debido a la personalidad, el orden de nacimiento, el género o cosas como los intereses compartidos. Observa esos patrones en ti mismo. Presta atención a cómo reaccionan tus hijos ante cosas que podrían percibirse como favoritismo.”
Los niños que son amables y responsables, independientemente del orden de nacimiento o género. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Jensen dice que es importante entender que estas dinámicas no se tratan solo de rivalidad entre hermanos, sino del bienestar.
Su otra investigación muestra que los niños que se sienten menos favorecidos por sus padres son más propensos a experimentar problemas de salud mental y a comportarse de manera problemática en casa o en la escuela.
“Estate atento a lo que parece injusto. Tus hijos te harán saber si piensan que algo no es justo. Presta atención a ellos cuando lo expresen. O están perdiendo perspectiva y comprensión, o necesitas hacer algunos cambios en tu manera de educar. Asegúrate de estar abierto a lo último.”
Los niños que se sienten menos favorecidos por sus padres. Imagen: La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Para realizar el estudio, Jensen y sus colegas examinaron datos de más de 19,000 personas, utilizando una amplia variedad de fuentes publicadas y no publicadas.
La investigación proporciona una visión general de cómo se manifiestan las preferencias de los padres y cómo pueden influir en los niños a lo largo de sus vidas.
“A veces los padres se preocupan tanto por tratar a sus hijos por igual que pueden pasar por alto las necesidades individuales. No estamos sugiriendo que los padres se sientan culpables; en cambio, pueden ver esta investigación como un estímulo para mirar los lugares donde pueden mejorar, sin llegar a los extremos.”
La investigación proporciona una visión general de cómo se manifiestan las preferencias de los padres y cómo pueden influir en los niños. Imagen: Shutterstock
Jensen dice que espera que el estudio arroje luz sobre las dinámicas familiares que a menudo se sienten pero rara vez se discuten. El favoritismo, ya sea intencional o no, puede moldear las relaciones entre hermanos y el bienestar individual.
Al reconocer estos patrones, los padres pueden fomentar vínculos familiares más fuertes de maneras significativas.
“Las respuestas simples quizás sean las mejores. Ten paciencia contigo mismo y con tus hijos. Pasen tiempo juntos. Haz cosas juntos que te gusten hacer. Hagan cosas juntos que les gusten hacer a tus hijos. Trabajen juntos, sirvan a otros juntos, adoren juntos. Las relaciones toman tiempo y el tiempo juntos haciendo una variedad de cosas tendrá muchos beneficios positivos.”
Fuente: Meridian Magazine
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