Los cambios en la Iglesia del pasado 2018 fueron todos acerca de nuestro crecimiento, cambio y preparación para la segunda venida. Desde el cumplimiento de las profecías dadas por José Smith hasta el nuevo horario en las reuniones dominicales, hay muchos cambios que tuvieron lugar en la Iglesia.
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¿Pero qué significan todos estos cambios? Bueno, probablemente estés pensando en muchas ideas. Sin embargo, quiero centrarme en lo que creo que son las dos conclusiones más importantes de todos los nuevos cambios que se producirán en el futuro.
Avanzamos como miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Uno de los primeros cambios en la Iglesia en el 2018 fue el énfasis del Presidente Nelson en volver a centrarnos en cómo nos referimos a la Iglesia del Salvador. El Señor mandó a sus discípulos:
“Por tanto, cualquier cosa que hagáis, la haréis en mi nombre, de modo que daréis mi nombre a la iglesia; y en mi nombre pediréis al Padre que bendiga a la iglesia por mi causa.” (3 Nefi 27: 7)
El nombre completo de la Iglesia anuncia claramente que creemos en el Salvador Jesucristo. Somos discípulos que “hablamos de Cristo, nos regocijamos en Cristo, predicamos de Cristo, profetizamos de Cristo y escribimos según nuestras profecías, para que nuestros hijos sepan a qué fuente han de acudir para la remisión de sus pecados.” (2 Nefi 25:26).
Nuestra creencia en Jesucristo nos debería separar del mundo, y debería ayudarnos a vivir vidas diferentes a las de aquellos que viven en el mundo.
Buscamos ministrar como lo hizo el Salvador
El Salvador llenó Su vida mortal con servicio y amor por aquellos con quienes entraba en contacto. Como Sus discípulos, nos esforzamos por hacer lo mismo. En abril de 2018, los esfuerzos por servir y amar a los que nos rodean cambiaron. La ministración ha reemplazado a las Maestras visitantes y a los Maestros Orientadores tal como las conocíamos.
La Primera Presidencia anunció que el objetivo de ministrar es alentar a los miembros a servir como lo hizo el Salvador. Esto se basa en dos de Sus mandamientos: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente” (Mateo 22:37, 39), y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.”(3 Nefi 13:25).
A medida que continuamos ministrando a todos aquellos con quienes entramos en contacto, estamos aprendiendo a ser más como el Salvador y estamos representando mejor la misión de Su Iglesia en la tierra.
Creemos que la familia es fundamental para la Iglesia de Cristo
Durante la primera sesión de la Conferencia General de abril, el Presidente Russell M. Nelson se puso de pie y anunció: “Ha llegado la hora de una Iglesia centrada en el hogar”.
La Iglesia siempre se ha enfocado en hacer de la familia una prioridad, y sabemos por “La Familia: Una proclamación para el mundo” que “la familia es fundamental en el plan del Creador para el destino eterno de Sus hijos”. Nos esforzamos constantemente por mantener a la familia en primer lugar y acercarnos más a Jesucristo.
En consecuencia, la importancia de la familia es evidente a través de los numerosos anuncios realizados durante el 2018.
Uno de esos anuncios ha sido la reducción de las horas de las reuniones dominicales, una nueva iniciativa para “fortalecer a las familias e individuos a través de un plan centrado en el hogar y apoyado por la Iglesia para aprender la doctrina, fortalecer la fe y fomentar una mayor adoración personal”.
Avanzamos con fe hacia el futuro
A lo largo del año 2018, he reflexionado bastante sobre los cambios de la Iglesia que están teniendo lugar. Estoy emocionado y me siento optimista en cuanto a lo que nos traerá el futuro.
Sabemos que la obra de Dios está avanzando, y estoy muy agradecido de ser parte de ella. Continuemos recordando a Jesucristo, ministremos como lo hizo Él y fortalezcamos a nuestras familias.
Fuente: Thirdhour.org
